SEATTLE – Con un gran swing, Julio Rodríguez despejó cualquier pánico en torno a los dolores en su muñeca izquierda con un enfático retorno a la alineación de los Marineros el martes, conectando un jonrón de 374 pies en su primer turno tras perderse cuatro juegos empezando la segunda mitad de la campaña.

“No fue hecho para ver béisbol. Fui hecho para jugarlo”, expresó el dominicano Rodríguez después de la victoria de Seattle sobre Texas, gracias a un elevado de sacrificio del también quisqueyano Carlos Santana. “Es lo único que puedo decir”.

Rodríguez ha reiterado esta campaña que no se pone límites. Pero hasta él mismo quedó sorprendido por lo que hizo en la primera entrada el martes.

“Había dicho yo justo antes del juego, básicamente, ‘Hombre, si doy jonrón ahora, va a ser bien cómico y voy a dar la vuelta con una buena risa’”, manifestó Rodríguez. “Y cuando pasó, me dije, ‘Wow, pasó de verdad’”.

El favorito a Novato del Año de la Liga Americana no había jugado en una semana, desde el Juego de Estrellas. Como parte de dicho evento, montó un espectáculo en el Festival de Jonrones, en el que disparó 81 cuadrangulares y terminó segundo, detrás de su compatriota Juan José Soto. Pero al mismo tiempo, se resintió de una lesión en la muñeca, que se había lastimado en un principio deslizándole de cabeza en un intento de robo de base.

Rodríguez se perdió la serie de los Marineros ante los Astros durante el fin de semana, en la que Seattle fue barrido por Houston.

El martes, ante el abridor de los Rangers, Dane Dunning, Rodríguez vio un slider de 80.5 millas por hora que castigó para dar el estacazo. El dominicano llegó a la jornada viendo el 50.6% de los pitcheos en cambio y rompientes, siendo uno de apenas 22 bateadores calificados que han visto más pitcheos secundarios que rectas en la presente temporada.

“Así lo atacan los lanzadores”, dijo el manager de los Marineros, Scott Servais. “Pero si cometes un error, vas a pagar, porque él tiene esa clase de poder”.