TORONTO – Durante todo el año, una fórmula ganadora para el manager de los Marineros, Dan Wilson había sido utilizar al venezolano Eduard Bazardo, como una de las principales piezas del bullpen para llegar al noveno episodio y el cerrador mexicano Andrés Muñoz.
El lunes en el Juego 7 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, todo iba bien para Seattle en su lucha con Toronto por un pase a la Serie Mundial del 2025. Ganando 3-1 en el cierre de la séptima entrada, Bryan Woo – abridor convertido en relevista para los playoffs tras una lesión en un músculo pectoral sufrida en septiembre – permitió un hit y dio una base por bolas. Entonces, con dos a bordo y un out, Wilson acudió a Bazardo. Muñoz estaba bien descansado, pero el capataz prefirió la fórmula de Bazardo en el séptimo y, probablemente, Muñoz para el octavo y el noveno.
El veterano de los Azulejos, George Springer, estropeó esos planes con un jonrón de tres carreras frente a Bazardo que esencialmente sentenció el partido a favor de Toronto y eliminó a Seattle, que sigue siendo el único equipo de Grandes Ligas sin haber participado en una Serie Mundial.
“Todo el mundo estaba listo, pero todos pensábamos que era la mejor decisión, porque hemos hecho eso toda la temporada”, dijo Wilson. “Hoy, no funcionó. No es que haya sido la decisión equivocada. Es que hoy no fue el día. Eso fue todo”.
Antes del lunes, Bazardo había permitido tres hits y una sola carrera en 5.0 innings de la SCLA. Y en la campaña regular, tuvo efectividad de 2.52 en 73.0 capítulos. Entonces, no es difícil ver por qué era el brazo elegido por Wilson. ¿Y darle una base por bolas intencional a Springer con la primera almohadilla desocupada? También era una opción con Nathan Lukes en el círculo de espera.
“No quieres poner la carrera de la ventaja en primera”, explicó Wilson. “Y eso también trae a (Vladimir Guerrero Jr.) a la ecuación (el bateador después de Lukes) si no consigues el doble-play. Entonces, con la forma en que veíamos las cosas, íbamos a atacar a George”.
“Tiré mi mejor sinker”, dijo Bazardo sobre la recta de dos costuras de 96 millas por hora con la que Springer disparó su bambinazo. “Él me ganó con el mismo sinker que tiré ayer. Dio rodado ayer y hoy dio jonrón.
“Es increíble para mí, porque no perdí ni un solo juego en el año”, continuó Bazardo, quien efectivamente tuvo marca de 5-0 en la campaña regular. “Y en el más importante, me ganaron. Eso es béisbol. Eso puede pasar”.
Para los Marineros, fue su cuarta participación en la SCLA desde 1995. Ganar tres partidos en dicha ronda es lo más lejos que ha llegado el equipo en octubre, pero en 49 años de existencia, aún no viven la experiencia de una Serie Mundial.
“Creo que todos hemos podido saborear lo cerca que podemos llegar y lo bueno que puede ser este equipo”, comentó Wilson, cuya tropa ganó 90 encuentros en la temporada regular, conquistó su primer título del Oeste de la Liga Americana desde el 2001 y eliminó a los Tigres en la Serie Divisional. “Entonces, creo que una vez experimentas eso, vamos por eso el próximo año y ésa seguirá siendo la meta. Ésa era la meta este año y continuará siendo la meta, dar ese último paso.
“Este año, quedamos cortos por un juego”.