Aaron Judge se ha visto como una bestia en el Bronx, muy diferente a lo hecho en la ruta

9 de julio de 2018

Quizás ustedes ya se dieron cuenta de que , el jardinero derecho de los Yankees, está teniendo otra tremenda temporada. Miren sus números --.280/.399/.572 con 25 jonrones, 58 empujadas y 63 anotadas - y es básicamente la continuación de la campaña que tuvo el año pasado, esa en la que terminó segundo las votaciones para el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana. Su slugging y porcentaje de embasarse están un poco más bajos con respecto al 2017, pero nada alarmante. Está teniendo otro año digno de un JMV.
Sin embargo, cuando se desmenuza su campaña de cierta forma, hay algo que llama la atención.
En el Yankee Stadium, Aaron Judge es simplemente increíble.
En la ruta, el bate de Aaron Judge es tan discreto que es hasta tentador no ponerlo a jugar.

Vamos a revisar los números en un momento, pero lo que convierte esos datos en sorprendentes es lo siguiente: El Yankee Stadium no es tan buen estadio para los bateadores. Oh, sin duda favorece a los toleteros, particularmente a los jonroneros zurdos, pero la gente muchas veces habla del Yankee Stadium como si fuese absurdamente pequeño. Y los datos no respaldan esa creencia, especialmente para los bateadores derechos.
El dominicano Gary Sánchez, por ejemplo, tiene un slugging ligeramente mejor como visitante. es incluso un mejor ejemplo: mucho de lo que se habló en la temporada muerta fue sobre lo bien que supuestamente le iría a Stanton moviéndose a un parque para cañoneros. Bueno, a Stanton le ha ido muy bien como visitante (.311/.387/.579), pero le ha costado producir en el Yankee Stadium. (.225/.397/.445). El dominicano Miguel Andújar y el venezolano han bateado un poco mejor en casa, pero nada que llame la atención. El Yankee Stadium no es un estadio tan favorable para los bateadores.
Pero Aaron Judge, vaya, es Superman en casa y se encuentra con kryptonita en la carretera.
Aquí están los números, para que no crean que uno esté exagerando.
En casa, Judge lleva promedio de .355 con .735 de slugging. Ha dado 12 de sus 18 dobles en el Bronx, y 17 de sus 25 jonrones. En casa es Barry Bonds, Mickey Mantle y Babe Ruth.
En la ruta, Judge batea .197 con un porcentaje de embasarse de .305 y slugging de .395. Tiene 15 empujadas fuera de casa.

wOBA, una estadística moderna que mide el aporte ofensivo total de un jugador, muestra que Judge tiene una diferencia de 200 puntos entre lo que hace en casa (.498 wOBA) y lo que hace de visita (.298). Doscientos puntos. Sí, es sólo media temporada, una muestra pequeña (y los Yankees han jugado más juegos en casa), pero sigue siendo por mucho la mayor diferencia entre los números de todos los jugadores de las Grandes Ligas.
Segundo en esa lista marcha , quien tiene 160 puntos más de wOBA en casa. Pero éste es el tema con el hogar de Story: se trata del Coors Field. Todos sabemos que el Coors Field es un tremendo estadio para batear, no sólo para Trevor Story, sino para cualquiera. El venezolano Carlos González y , que también juegan con los Rockies, están entre los primeros 10 de esta categoría.
Pero el Yankee Stadium no es el Coors Field. Ni cerca. Si nos guiamos por los números, el de Cleveland es un estadio mucho más amigable para los bateadores. Lo mismo pasa con Texas. Y también el Fenway Park. Por estos días, la casa de los Yankees es similar al Comerica Park de Detroit.
Pero aun así, hay algo de ese estadio que saca lo mejor de Judge. Y la verdad es que ha sido así desde que el toletero irrumpió en escena. El año pasado en el Yankee Stadium, Judge bateó .312 con .725 de slugging y 33 de sus 52 jonrones. No le fue mal de visitante, pero de cualquier manera su promedio de bateo en casa fue 56 puntos mejor y su slugging estuvo casi 200 puntos por encima.
Si sumamos todo, tenemos esta estadística increíble: Judge ha jugado 139 juegos en Yankee Stadium, donde batea .322/.445/.705 y ha dado 53 jonrones.

Fuera de allí, su promedio es casi 100 puntos peor y ha dado 28 cuadrangulares. Bien llamativo.
Una de las preguntas más fascinantes en las que uno tiene que pensar cuándo evalúa la carrera de un jugador es ésta: ¿Cuánto se deben considerar los estadios en los que jugó? ¿Cuánto se le debe restar a la grandeza de Todd Helton, o de Larry Walker, debido a que pasaron sus mejores años en el Coors Field? ¿Cuánto debería importar que Sandy Koufax y Don Drysdale lanzaron desde un montículo que tenía la altura del Vesubio y en una época en la que los bateadores estaban simplemente por detrás de los lanzadores? ¿Cuando pensamos en jugadores a los que no se les da el crédito merecido, como Gil McDougald o Bob Watson, no deberíamos considerar que se vieron muy afectados por los estadios en los que jugaron?
Claro que esas preguntas no se aplican directamente a Judge porque él pareciese tener su propia fórmula especial para el Yankee Stadium, una que no tienen otros toleteros similares a él. No se le pueden quitar puntos a un jugador si es capaz de hacer cosas que otros no pueden.
Quizás el dominio de Judge en el Yankee Stadium no tenga nada que ver con las dimensiones del estadio, o la zona negra detrás de jardín central que permite una mejor visión. Tal vez sea más bien cosa de su comodidad con la gente, o la emoción de jugar en Nueva York. Es algo digno de explorar.
Sea lo que sea, uno no puede dejar de preguntarse si Giancarlo Stanton ya le está pidiendo consejos.