Ahora con 36 años, Miguel sigue camino al Salón

18 de abril de 2019

La llegada del 18 de abril permite hacer un ejercicio entretenido, que ayuda a ver con claridad el lugar que ocupa Miguel Cabrera en las Grandes Ligas.

El jonronero nacido en Maracay cumple 36 años de nacido. Han pasado 17 temporadas desde que llegó a los Marlins de Florida, en el 2003. Ya no tiene el rostro juvenil de aquellos tiempos, cuando era el prospecto número uno de los Peces y el jugador con el mayor bono recibido en Venezuela al dar el salto para jugar profesionalmente.

Ha fluido mucha agua debajo del puente. Centenares pelotas han salido disparadas de su bate. Y al momento de soplar las 36 velitas en el pastel, ocupa un lugar en la historia del béisbol que lleva a muchos a referirse a él diciendo que es un futuro miembro del Salón de la Fama.

Cabrera aún necesita cumplir varias metas a su alcance que le permitirán redondear un currículo impecable. Pero al buscar con el motor de Baseball Reference quiénes son los peloteros activos con mejor ubicación en los diversos departamentos ofensivos de las Mayores, el resultado repite insistentemente la misma respuesta: únicamente Albert Pujols aparece sobre el suramericano.

Pujols celebró en enero su cumpleaños número 39. Con más de 3.000 hits, 635 jonrones y a punto de llegar a las 1.000 carreras empujadas, el dominicano es un candidato indiscutible al pabellón de Cooperstown, una vez que decida retirarse. Y siguiendo sus pasos aparece repetidamente el inicialista de los Tigres de Detroit.

Cabrera es segundo por debajo del quisqueyano en imparables conectados (2.692), juegos disputados (2.281), apariciones legales (9.760), turnos (8.515), anotadas (1.393), dobletes (558), cuadrangulares (465), empujadas (1.638), bases totales (4.680), carreras creadas (1.811), extrabases (1.040) y WAR (69.3) entre los activos.

Es como si la trayectoria de ambos se reflejara en un espejo que les hermana, con el añadido de compartir época, posición y origen latinoamericano.

Pero el aragüeño tiene arrestos para fortalecer su candidatura al templo de las leyendas, mientras espera algún día completar el mismo número de campañas que Pujols, para ver cuán exactos pueden terminar siendo sus números.

Al celebrar su onomástico, Cabrera es el número uno entre los jugadores activos con .316 de promedio, es segundo detrás de Joey Votto con .394 de OBP, segundo por dabajo de Pujols con .549 de slugging y segundo detrás Votto con .944 de OPS y 150 de OPS ajustado.

No hay duda del puesto que ocupa en su generación el único ganador de la Triple Corona en el último medio siglo. Y cada vez hay menos dudas sobre su lugar en la historia, por más que las lesiones y la edad hayan empezado a cobrarle las facturas pendientes, como ocurre también con el oriundo de Santo Domingo.

Únicamente seis hombres en la centenaria historia de la MLB han reunido al menos 2.600 cohetes, 450 vuelacercas y 1.600 remolques antes de cumplir los 36 años de nacidos. La lista está compuesta nada menos que por Lou Gehrig, Mel Ott, Hank Aaron, Alex Rodríguez y, por supuesto, Pujols y Cabrera. Pero el grupo se reduce todavía más cuando se revisa cuántas de estas estrellas también habían superado para ese momento los 550 tubeyes. Ese club reúne solamente a los últimos dos. Y ambos coincidieron en este tiempo. Y ambos permanecen en acción.

El aragüeño ha sufrido para batear en este inicio de zafra, luego de perderse casi todo 2018 por una delicada lesión que en mayo le envió al quirófano. Después de un Spring Training clamoroso, en el que sacó cinco pelotas del campo y puso un OPS de 1.142 en 20 compromisos, se marchó este miércoles a su casa con promedios de .250/.342/.281.

Cabrera declaró hace días que no le preocupa la reciente falta de extrabases. Quizás sea porque demostró en los entrenamientos primaverales que todavía tiene fuerza. Dice que está buscando que salgan primero los sencillos, que las conexiones de largo alcance vendrán después. Apenas largó dos biangulares entre el Día Inaugural y el 17 de abril, y su seguidilla de 31 encuentros sin jonrones, que se remonta a la justa pasada, es la más larga de su carrera.

El maracayero cree que parte del slump se debe a la presión de querer ayudar a unos felinos en reconstrucción, aunque Statcast todavía le ubica entre los paleadores que golpean la pelota con más fuerza en la gran carpa.

"Todos en el lineup estamos tratando de hacer demasiado", dijo este miércoles, luego del duelo que su equipo perdió en 10 innings ante los Piratas de Pittsburgh. "Tratar de hacer que las cosas pasen es bueno. Pero cuando nos presionamos, queriendo hacerlo todo, cometemos errores y hacemos swing ante malos pitcheos".

Puede que sea eso y puede que la sequía termine después de este cumpleaños. Mientras llega ese momento, Cabrera continúa caminando entre leyendas. Si se mantiene en el lineup, va a superar los 2.800 inatrapables y las 1.700 impulsadas en esta misma justa. Seguirá su camino en la senda que abrió Pujols y que tiene a ambos en la ruta al Salón de la Fama.