Alex Ávila orgulloso de su legado familiar en R.D.

8 de marzo de 2020

SANTO DOMINGO, República Dominicana –Durante las actividades del sábado en el Estadio Quisqueya Juan Marichal para el juego entre los Twins y los Tigres -- el primer partido de MLB que se disputó en la República Dominicana en 20 años—Nelson Cruz, Miguel Sanó, Iván Nova y otros ligamayoristas dominicanos fueron los más solicitados de parte de los fanáticos y la prensa.

Pero hubo un jugador presente que representa un legado que ha causado uno de los impactos más importantes en la historia del béisbol dominicano y su influencia en las Grandes Ligas: El receptor de Minnesota, Alex Ávila.

Fue el abuelo de Alex, Rafael, quien fue todo un pionero como escucha en la República Dominicana con los Dodgers en la década de los 70s y 80s. El cubano fundó la academia de Los Ángeles en el país, Campo Las Palmas, en 1987. Cuando se trata de academias, el camino trazado por Rafael ha sido recorrido e imitado por cada uno de los 30 equipos de las Mayores desde entonces.

Y por supuesto, el hijo de Rafael y padre de Alex, Al, es el actual gerente general de los Tigres, quienes cayeron por 7-6 el sábado ante los Mellizos.

“Parecía un buen momento para volver y jugar ante los Tigres de mi papá”, dijo Alex al explicar su emoción de poder viajar a Santo Domingo para el juego del sábado. “Es algo que creo que los dos queríamos hacer”.

Con Rafael encargado de dirigir Campo Las Palmas en los 80 y los 90, su nieto Alex pasó varios veranos de su infancia y adolescencia en la academia, nutriéndose de béisbol con los prospectos dominicanos recién firmados.

“Una de las cosas que mi abuelo siempre me enseñaba eran los fundamentos”, dijo Alex, quien se está preparando para disputar su 12da temporada en las Mayores. “Fue algo que conversábamos no sólo cuando estábamos en un terreno de juego, sino en el almuerzo o la cena. Siempre queríamos hablar de béisbol. Entre él y mi papá aprendí mucho a temprana edad, lo que se necesita para ser un pelotero y llegar a las Grandes Ligas, ser exitoso de la manera correcta. Fue una tremenda experiencia”.

El sábado, los miembros del Salón de la Fama Pedro Martínez y Vladimir Guerrero hicieron los lanzamientos de honor. Martínez, por obra del destino, fue firmado por Rafael a finales de los 80.

“Hay mucha historia con respecto a lo que hizo mi abuelo aquí”, dijo Alex, cuyo padre Al también estaba presente para el juego del sábado, mientras que Rafael se quedó en su casa del Sur de la Florida. “Si estoy aquí o en los Estados Unidos, los jugadores dominicanos o sus familiares se me acercan para hablarme de la influencia de mi abuelo y la cantidad de personas que él ha ayudado.

“Realmente creó un legado aquí. Es algo de lo que estoy orgulloso y no doy por sentado el hecho de poder haberlo experimentado mientras crecía”.

Para Alex, quien se fue de 3-2 el sábado con dos impulsadas, regresar a la República Dominicana también significó volver a donde jugó en el 2009-2010 con los Leones del Escogido.

“Todos esos recuerdos vivirán por siempre”, dijo. “Pasar de divertirme en la academia con mi abuelo a jugar aquí en la liga invernal y ahora esto…el tiempo pasa rápido.

“Con la historia de mi familia, es agradable regresar a donde todo comenzó para mí, donde aprendí tanto de béisbol”.