El dominicano Juan Soto ha impresionado con su habilidad para hacer ajustes

22 de agosto de 2018

WASHINGTON - El 1ro de julio, Juan Soto se fue de 6-0 durante la derrota de los Nacionales por 4-3 frente a los Filis en 13 entradas, en medio de una sequía de 10-0 en un lapso de dos partidos. Ese fue quizás el único momento durante la espectacular temporada de novato de Soto que podría ser clasificado como un mini-bache ofensivo. Y el dominicano de 19 años de edad se sentía devastado.
"Pensó que el mundo se iba a acabar; realmente lo pensó", dijo el coach de bateo de los Nacionales, Kevin Long.
"En las menores, no tengo días como esos", manifestó Soto.
Soto ha pasado tanto tiempo haciendo ver las cosas tan fáciles mientras castiga a los lanzadores de la oposición, que fue como si se tratase de la primera vez que se da cuenta que batear no es tan sencillo.
En lugar de caer en la desesperación, Soto intentó lo mejor que pudo para olvidarlo. Para sacarse de su cabeza los turnos al bate tras cada juego, el jovencito regresa a su hogar en la capital estadounidense y observa algún programa divertido en la televisión antes de irse a dormir, como por ejemplo shows de comedia (el comediante estadounidense Kevin Hart es su favorito) o una de sus comedias favoritas en español (Raymond y Miguel o Boca de Piano).
"Simplemente aprendí a controlar esos días, mantenerme positivo, empezar de cero al día siguiente", declaró Soto. "Eso me ayuda al iniciar cada encuentro. Comencé a aprender acerca de cómo mantenerme siempre positivo y regresar con mi mente despejada al día siguiente".
Al día siguiente, Soto se embasó cuatro veces en contra de los Medias Rojas, contra quienes bateó de 2-1 y recibió tres bases por bolas. El oriundo de Santo Domingo no se ha ido sin conectar de imparable por más de dos juegos en las Mayores en toda la campaña.

Soto está teniendo una campaña para el recuerdo como adolescente en Grandes Ligas, con promedio de .289, porcentaje de embasarse de .413 y slugging de .518 junto a 15 jonrones - un vuelacercas detrás de Ken Griffey Jr. por la quinta mayor cantidad en la historia de la Gran Carpa para un jugador conmenos de 20 años de edad. Lo más probable es que Soto pase las últimas semanas de la temporada enfrascado en una carrera bien cerrada por el trofeo de Novato del Año de la Liga Nacional con el jardinero venezolano de los Bravos, Ronald Acuña Jr.
Pero es la habilidad de Soto para hacer ajustes día a día, entre turnos al bate o incluso entre pitcheos, lo que ha maravillado a sus compañeros y coaches.
"He estado en esto por mucho tiempo", destacó Long. "Miembros del salón de la Fama, JMVs - éste muchacho está tan bien dotado como cualquiera de ellos. Y ese es el mejor cumplido que le puedo hacer a alguien. Realmente creo que éste chico es así de especial. Realmente siento que su swing es perfecto. Su zona de strike es fuera de serie. De repente llega a tener una racha de 10 turnos al bate en la que parece humano, pero luego, debido a su swing y debido a su zona de strike, el muchacho vuelve a lucir impecable en la caja de bateo".
¿Cómo es que Soto ha logrado desarrollar un swing "perfecto"?
El muchacho ha sabido observar y aprender de varios jugadores ya establecidos. Le gusta, por ejemplo, la posición de las manos de antes de hacerle swing a un lanzamiento. El novato le pone atención al enfoque de en cuenta de dos strikes y la frecuencia con la que batea hacia la banda contraria. Soto también observa videos de bateadores de otros equipos como Joey Votto (Rojos) y (Cachorros) e incluso del propio Acuña.
Aunque el paso de Soto por ligas menores de los Nacionales ha sido corto, el dominicano ha sabido recopilar información bien valiosa de cada instructor de bateo que ha tenido en el camino.
En la Liga de la Costa del Golfo, el dominicano Jorge Mejía le ayudó a Soto a crear una rutina y le inculcó el valor de tomar las bases por bolas. En Clase-A Hagerstown, el quisqueyano Amaury García le mostró a Soto los fundamentos del bateo situacional. El venezolano Luis Ordaz le ayudó a Soto con su ritmo en la caja de bateo y le enseñó a ser agresivo o ser paciente según la situación en Clase-A Alta Potomac. En Doble-A, Brian Rupp le enseñó a Soto a nunca olvidar la recta, pero a estar siempre listo para una buena dosis de pitcheos en cambio de velocidad. Y Long le ha dado confianza a Soto.
"En cada nivel, he aprendido algo", afirmó Soto.
"Realmente creo que el chico procesa las cosas bien rápido", manifestó el capataz de los Nacionales, Dave Martínez. "Estoy sentado ahí escuchándolo, y me digo a mí mismo, '(A sus) 19, el muchacho tiene un plan cada vez que se para en el plato'. Y no es sólo entre turno y turno, es casi en cada pitcheo, y es bien impresionante".
Tanto Martínez como Long aseguraron que nunca habían visto a un jugador aceptar las críticas y absorber información tan bien como lo hace Soto y luego aplicarlo rápidamente como él lo hace. Martínez comparó dicha habilidad con la del cañonero de los Angelinos , quien se ha hecho famoso por la manera tan rápida en que rectifica sus fallas.