WASHINGTON – Aunque Jacob deGrom sigue lidiando con lesiones leves, en el día de su 33er cumpleaños, la habilidad de lanzador de seguir mejorando a estas alturas de su carrera resaltó por encima de todos. Al preguntársele el sábado si se sentía más viejo, deGrom sonrió.

“No, me siento bien”, dijo. “Voy en la otra dirección”.

Es difícil discutirlo. deGrom tiene la mejor efectividad en Grades Ligas y por mucho: 0.54. Ha efectuado varios pitcheos a 102 millas por ahora esta temporada y sigue siendo el abridor que más duro tira, y por mucho.

La única interrogante es la salude deGrom. El as siguió despejando dudas el sábado, cuando realizó su sesión del bullpen en el Nationals Prk y dijo que “todo salió bien”. Aunque no garantizó que hará su próxima salida el lunes, reconoció que la única manera que no lanzaría sería si se “siente terrible [el domingo]”, lo cual no anticipa.

Por lo tanto, parece que el susto más reciente con deGrom ya pasó. El ganador de dos Premios Cy Young abandonó su última salida después de tres innings perfecto debido a molestias en el hombro derecho, algo que considera fue producto de un swing. Pero un análisis de resonancia magnética dio resultados normales, deGrom hizo tiros día siguientes, y ha realizado sus dos sesiones del bullpen entre salidas sin contratiempo alguno. 

deGrom dijo que él y los Mets hablaron brevemente sobre la posibilidad de suspender sus actividades por varios días como medida de precaución, pero luego de conversas con varios médicos e integrantes del cuerpo de preparadores físicos del equipo, nadie lo consideró necesario.

Más preocupante es el hecho de que deGrom ha lidiado con cuatro dolencias distintas desde los entrenamientos de primavera: en la espalda, en el costado derecho, en el flexor derecho y en el hombro de lanzar. Pero el monticular no cree que dichos problemas estén vinculados, lo cual le da tranquilidad.

“Normalmente tengo dolores ahí cuando lanzo, pero no durante el juego”, dijo deGrom acerca del hombro derecho. “Así que creo que me lo resentí, y luego lo sentí cuando estaba en el montículo. Entonces sentí que lo indicado era decir algo. No es ideal sentirlo cuando estás tirando. No quería cambiar nada en mi mecánica y terminar con otra lesión”.

Simple y llanamente, los Mets confían en que deGrom será sincero. A sus 33 años, el derecho conoce su cuerpo tanto como cualquier otro lanzador de las Mayores. Cuando deGrom dice que está bien para lanzar el lunes, el equipo confía en que podrá hacerlo sin contratiempos.