Nada genera rumores como la posibilidad de que una superestrella esté disponible por la vía del cambio. Eso es lo que sucede ahora mismo con el jardinero de los Medias Rojas, Mookie Betts, y el campocorto puertorriqueño de los Indios, Francisco Lindor.

Ambos jugadores están cerca de convertirse en agentes libres -- Betts en un año, Lindor en dos – y cada vez costará más adquirirlos. Por lo tanto, aunque están en la flor de sus carreras, se ha rumorado que podrían ser traspasados este invierno. Equipos como los Dodgers, Yankees y Filis, al igual que los Cardenales y Bravos, se han mencionado como posibles destinos para uno o los dos.

Pero ¿por qué no los Mets?

Betts se ha convertido en candidato anual al Jugador Más Valioso y podría encargarse del jardín central en Nueva York. Dicha posición representa una de las grandes necesidades de los Mets. Lindor es uno de los mejores jugadores en una de las posiciones más exigentes y los Mets necesitan una figura como él para competir con los Nacionales, Bravos y Filis en el Este de la Liga Nacional.

Los Mets deben tratar de adquirir a Betts o Lindor. Pero ¿serán capaces de hacerlo? A continuación, repasamos lo que tiene a su favor la novena de Queens:

1) Brodie Van Wagenen no ha sido temeroso en sus movimientos

Pueden decir lo que quieran sobre los resultados del canje por el boricua Edwin Díaz y el dominicano Robinson Canó, pero dicha transacción demostró que el gerente general de los Mets, Brodie Van Wagenen, no retendrá a sus mejores prospectos si tiene la oportunidad de conseguir piezas de Grandes Ligas llamativas. Trata de un precedente de agresividad a la hora de hacer negocios y ese tipo de agresividad sería necesario para hacerse de una estrella joven como Betts o Lindor.

Betts y Lindor son el tipo de jugador por el que vale la pena ceder prospectos – o hasta ligamayoristas buenos – aunque estén cerca de la agencia libre. Si los Mets están decididos a dar la pelea ahora mismo como dicen estarlo, eso no sería un gran impedimento, especialmente si estuvieron dispuestos a arriesgarse al agregar a un relevista y a un veterano en su último cambio de impacto.

Si a los Mets no les dio reparo agregar a Canó y a Díaz, ¿por qué no ser igual de intrépidos en un intento por adquirir a Betts o a Lindor? Hay dos torpederos de lujo entre los prospectos de los Mets: el dominicano Ronny Mauricio, quien, a sus 18 años, está considerado el prospecto número 80 de Grandes Ligas; y el venezolano Andrés Giménez, el prospecto número 90 de G.L. Nueva York podría incluir a uno de los dos en un cambio.

2) Sus piezas de Grandes Ligas podrían ayudar a Boston o a Cleveland a seguir en la pelea

Aunque los Medias Rojas e Indios estén dispuestos a desprenderse de una de sus superestrellas, no será para emprender una reconstrucción. Boston enfrenta mucha presión para volver a la postemporada y Cleveland tiene un roster suficiente profundo como para mantenerse en la pelea en la Central de la Americana. Estamos hablando de equipos que aspiran a ganar en el 2020.

¿Qué les pueden ofrecer los Mets? A nivel de Grandes Ligas tienen piezas que pudieran traspasar. Jugadores como J.D. Davis, Dominic Smith y Steven Matz no encabezarían un cambio, pero podrían ser incluidos en un paquete más grande. Los Mets tienen más de ese tipo de jugador para ofrecer que otros equipos con prospectos los cuales se les ha vinculado a Betts y Lindor.

En cuanto a las piezas principales se refiere, si los Indios quieren un campocorto de Grandes Ligas bajo control del equipo para reemplazar a Lindor, los Mets pueden ofrecer al dominicano Amed Rosario. Si Smith no es un jardinero suficientemente atractivo para los Medias Rojas, Brandon Nimmo quizás lo sea. Y el versátil Jeff McNeil sería una gran herramienta para Cleveland o Boston.

Betts es tan bueno que hasta vale la pena mencionar el “sueño descabellado” (como lo expresó el corresponsal de MLB Network Joel Sherman): Noah Syndergaard – aunque Van Wagenen ha dicho que Thor no está disponible.

3) El exceso de un equipo es la solución de otro

¿Por qué encajarían esos jugadores de los Mets en los Medias Rojas o los Indios?

Los Mets tienen piezas sobrantes en las esquinas del cuadro interior y de los jardines. Davis, McNeil y Jed Lowrie juegan en la tercera base; Smith, Nimmo, Davis, McNeil y Michael Conforto juegan en las esquinas de los jardines, aunque Nimmo y Conforto también defienden el bosque central. Son demasiados jugadores para un equipo de la Liga Nacionales que no cuenta con el bateador designado y varios no se destacan con el guante.

Varios de esos jugadores encajarían mejor en Boston o en Cleveland. Cualquiera de ellos podría patrullar el bosque derecho por los Medias Rojas (ante la ausencia de Betts) o de los Indios (el cubano Yasiel Puig es agente libre y el dominicano Franmil Reyes se perfila más como bateador designado). Los Indios necesitan un intermedista, pero si adquirieren a Davis de los Mets, el quisqueyano José Ramírez podría volver a la segunda base mientras Davis se encarga de la esquina caliente. Si los Mets envían a McNeil a los Patirrojos, su habilidad para defender varias posiciones ayudaría a amortiguar las preocupaciones sobre la salud del segunda base veterano Dustin Pedroia.

Y existe otro factor clave: Algunas de las posibles fichas de cambio de los Mets, especialmente Davis y Smith, son buenos bateadores que se destacan más a la ofensiva que a la defensa. Por esa razón, encajarían mejor en un equipo de la Liga Americana donde podría fungir como bateador designado. Los Medias Rojas (J.D. Martínez) e Indios (Reyes) ya cuentan con bateadores designados, pero podrían combinar a Davis y a Smith en la primera base o el bosque izquierdo, donde ambos tienen experiencia, o, en el caso de Davis, la tercera base. Ninguno de los dos equipos cuenta con una solución obvia a largo plazo en la inicial, por lo que ambos jugadores tendrían amplio tiempo de juegos en cualquiera de las ciudades.

Quizás los Medias Rojas y los Indios se negarían. Quizás prefieran una redada de prospectos y ninguna combinación de piezas de los Mets funciona. Pero quizás los Mets puedan ser lo suficientemente creativos.