La arrancada y frenada de la temporada 2020 le pasó factura al primera base de los Astros, el cubano Yuli Gurriel, cuya baja producción en la segunda mitad y la postemporada puso a preguntarse a muchos si le estaba empezando a pegar la edad. Gurriel reconoció esta semana que estaba “bien cansado”, luego del primer mes de la campaña pasada. Y los números lo demostraron.

Gurriel bateó .276/.325/.476 con cinco jonrones y 16 empujadas en los primeros 38 partidos de la campaña y sólo .136/.157/.182 con un extrabase (un jonrón) y seis remolcadas en 19 juegos para cerrar la ronda regular. En los playoffs, se fue de 44-5 sin extrabases y con una fletada en 13 duelos.

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“Trabajé todo el ‘offseason’ sobre las dificultadas que tuve la temporada pasada, que fueron bastantes; fue una temporada bien difícil. Y eso fue lo principal que hice en esta ‘offseason’”, dijo Gurriel, quien perdió 15 libras de peso. “Principalmente el físico, después del primer mes me sentí muy agotado. Y mentalmente también me afectó mucho la agencia libre”.

A pesar del duro trecho final de la temporada regular, justo antes de que comenzaran los playoffs los Astros firmaron nuevamente a Gurriel, esta vez por un año y US$6.5 millones, con una opción para el 2022 de US$8 millones. Gurriel cumplirá 37 años durante esta campaña.

“Me siento mucho mejor, mucho más fuerte”, dijo. “Tuve todo el tiempo posible de entrenar, que no lo tuve el año pasado debido a la pandemia del COVID. De verdad que prácticamente dos semanas después de que terminó la temporada empecé a entrenar, así que tuve tiempo para hacerlo”.