Johnny Cueto llegó a 100 triunfos con calidad y humildad

28 de abril de 2016

SAN FRANCISCO - Con una amplia sonrisa de muchacho bueno y la sinceridad que le caracteriza, Johnny Cueto se le quedó viendo a un trío de periodistas -entre ellos un representante de LasMayores.Com- que aún permanecía por allí después de su Conferencia de Prensa post-juego: "¿Y 100 victorias son muchas?", preguntó el estelar dominicano.
Tal es la humildad que caracteriza a este nativo de San Pedro de Macorís, República Dominicana, que ni sabía la magnitud del logro que había alcanzado a sus 30 años al blanquear 1-0 a los Padres de San Diego la noche del martes en AT&T Park.
Sí, son bastantes, le contestaron. Claro que lo son. Con mucho por delante en su trayectoria como lanzador, Cueto, que esa noche ponchó a 11 bateadores, se convertía en apenas el 12do pitcher de la tierra del merengue con un centenar de triunfos en la meca de la pelota y en uno de los 21 lanzadores de las Grandes Ligas con esa cifra entre los que aún permanecen en actividad.
"Estaba trabajando normal, sin pensar en eso, pero estoy contento por haber ganado mi juego número 100", expresó el derecho sobre su interesante conquista como serpentinero de las Grandes Ligas.
Firmado por los Gigantes como agente libre y bajo contrato hasta la temporada del 2021, incluyendo una opción hasta el 2022, Johnny Ortiz Cueto--quien de acuerdo con Statcast™ promedia 92.70 millas por hora en el 2016 con su recta de cuatro costuras--no es de los que se van a conformar con 100 victorias.
El dirigente de los Gigantes, Bruce Bochy, reveló que Cueto siempre está trabajando duro para mejorar e inclusive pareciera que incorpora un lanzamiento extra en pleno juego para sorprender a media humanidad, con algunos movimientos de cuerpo adicionales y su forma peculiar de soltar la bola.
Hasta de su propia ofensiva se preocupa Cueto, al punto de que Bochy proclamó que "en Los Ángeles, noté de él algo que nunca había visto de un lanzador: se fue [a los camerinos] en pleno juego a observar un video de cómo bateaba en turnos previos".
De hecho, en su victoria por 1-0 sobre los Padres, el atleta que suma ahora siete lechadas en juegos de temporada regular, casi ayudó a su causa con una línea feroz apenas detenida en los jardines con buen engarce. "Le di duro, pero la capturaron", expresó el siempre sonriente dominicano.
Cualquiera que ve trabajar tan duro a Cueto comprende el por qué se ha unido en la lista de grandes ganadores dominicanos a Juan Marichal (243 triunfos), Bartolo Colón (219), Pedro Martínez (219), Ramón Martínez (135), Pedro Julio Astacio (129), Joaquín Andújar (127), Ervin Santana (126), José Rijo (116), Miguel Batista (102), Ubaldo Jiménez (101) y Mario Melvin Soto (100).
Un espectador podría catalogarlo a simple vista como alguien un poquito pasado de peso, pero ¡Qué va! Entre aperturas, sube por las empinadas tribunas del parque en repeticiones dignas de un atleta de pista y campo, con las rodillas altas y moviendo los brazos vigorosamente, como si se acercase a la meta en una carrera de 100 metros planos.
"Juega a la pelota como si fuera un niño", manifestó con admiración el receptor titular de los Gigantes, Buster Posey. "A veces uno podría tenerle hasta envidia. Es capaz de lanzar como si estuviera tirando la bola en el patio de su casa.
"Y es bien astuto", prosiguió Posey. "Es uno de los mejores lanzadores que he visto en cuanto a leer el swing de los bateadores se refiere [para hacer ajustes en pleno turno]".
En aquel encuentro del martes, Cueto gozaba tanto con alguna doble matanza clave alcanzada por la defensa de los Gigantes o con un pitcheo suyo para salir de un inning apremiante, que hasta pegaba unos saltos espontáneos de alegría.
"Es lo que siempre hago, es algo de loco", afirmó Cueto en medio de una carcajada. "Le agradezco a los fanáticos por su gran apoyo. Y ojalá nos sigan viendo jugar [buena] pelota".
Por su parte, el jardinero central Denard Span, otra de las nuevas adquisiciones de los Gigantes vía la agencia libre, no necesitó de mucho tiempo para hacerse de una excelente opinión personal de su compañero de equipo.
"Solamente hay un grupito de lanzadores [entre ellos Cueto] que elevan aún más su nivel de competencia cuando [sus oponentes] tienen hombres en posición anotadora [en un juego apretado]", elogió el veloz guardabosque.
A Bochy no le sorprende para nada la enorme calidad desplegada hasta ahora por Cueto, que tiene marca de 4-1 y efectividad de 2.65 en sus primeras cinco aperturas con la novena de naranja y negro.
Cueto, que ha ponchado a 33 bateadores en 37.1 episodios en el 2016, era precisamente lo que veían los Gigantes desde la acera contraria cuando el dominicano era el abridor estelar de los Rojos de Cincinnati--ganador de 20 juegos y finalista por el Premio Cy Young en 2014- o por televisión, faena de dos hits y una carrera para vencer a los Mets de Nueva York en la Serie Mundial del 2015. No le pregunten, empero, a Cueto, por sus hazañas. Lo que le interesa es lanzar bastante y con calidad para los Gigantes. "Doy gracias a Dios por darme la oportunidad de ganar 100 juegos", concluyó Cueto. "Y ahora, a seguir trabajando. Siempre quiero tirar muchos innings".