La comunicación con su madre en Cuba es clave para Yasmany Tomás

5 de mayo de 2016

PHOENIX - Yasmany Tomás inicia su viaje de 25 minutos desde su casa en los suburbios rumbo a Chase Field cinco horas antes del primer lanzamiento y su viaje empieza con una llamada a la Habana, Cuba.
Tomás indica que él siempre es silencioso en los primeros 30 segundos de la llamada.
"Yasme," dice la voz que se escucha en la otra línea. "Me alegro que me hayas llamado. Hoy será mejor que ayer. Mañana será mejor día que hoy. No te preocupes, Yasmito, todo estará bien. Sólo necesitas ser más paciente en el plato. ¿Por qué no me has llamado en los últimos dos días?
"Perdón, Mamá," Tomás contesta usualmente. "Hemos estado en la carretera y llegamos tarde."
El jardinero de Los D-Backs y su mamá Melba Rosa Bacallao son separados por cientos y frecuentemente miles de millas. Pero los dos se mantienen en contacto en las llamadas por las tardes de Tomás cuando conduce las autopistas de Arizona y en video desde la cocina del toletero en Chandler, Ariz., o desde las habitaciones de los hoteles cuando Los D-Backs están en la carretera.
Tomás, quien desertó Cuba en Junio 2014, no ve a su mamá desde su estadía de un mes en Santo Domingo, República Dominicana, que comenzó a mitad de diciembre de ese año. El plan era de que Melba estuviera al lado de su hijo cuando él firmará su contrato de seis años y $68.5 millones con Los D-Backs, pero su vuelo quedo retrasado desde Habana y ella no llegó a tiempo hasta horas después de que el contrato fuera hecho oficial.
"Yo quería que ella estuviera cuando su hijo cumpliera su sueño," dijo Tomás. "Ella me crio y me enseño todo. Yo quería enseñarle que había tomado la decisión correcta en haberme ido de Cuba."
Tomás le indicó a su mamá que él se iba de Cuba en menos de 48 horas antes de que él desertara la isla. Ella estaba sorprendida pero no iba tratar de convencerlo que cambiara su decisión, dijo Tomás. Ella eventualmente le dio su bendición. Tomás comoquiera ya tenía su decisión hecha. Él se iba de Cuba para una mejor vida en Estados Unidos. Él quería convertirse en jugador de Grandes Ligas.
"Una de las cosas más difíciles es dejar a tu país y no poder ver a tu familia y poder darle un abrazo de tu mamá," dijo Tomás. "Imagínate a alguien que te crio cuando tú eras un bebé, que vio todos tus juegos desde que comenzaste a jugar béisbol a los cinco años y que te ama incondicionalmente. Luego ya no ver esa persona o tener a esa persona en tus juegos. Es difícil, pero eso es parte de la vida y el camino que elegí para estár aquí."
El celular de Tomás está lleno de fotos de su mamá. Él no sabe cuándo la volverá a ver en persona.  
"Claro que sí, me gustaría verla pronto y espero que este año ocurra," dijo Tomás. "Me estoy convirtiendo en residente de Estados Unidos y creo que eso ayudaría. Se ve que las cosas están mejorando entre Cuba y Estados Unidos y creo que sería más fácil regresar a Cuba en un futuro, estoy pendiente a eso. De verdad que no sé, pero espero saber más después que la temporada termine."
Para Tomás la familia es importante. Su esposa Melissa dio a luz a su hija Mia Isabella en noviembre. Él también tiene una hija joven llamada Analia en Cuba de su pasada relación. Él no puede esperar el día que Melba cargue a Mia Isabella en sus brazos de ella.
"Yo creo que mi mamá está orgullosa de mi por el hombre en que me he convertido," dijo Tomás. "Ella siempre me lo dice todo el tiempo que tengo mi propia familia y mis propios hijos. Y que tengo que ser un buen padre porque ese es mi trabajo más importante. Ella tiene la razón. Yo siempre he escuchado sus consejos toda mi vida."