La música latina y el béisbol: un vínculo sinigual

6 de agosto de 2022

El Home Run Derby que se disputó el mes pasado contó con varios protagonistas. Cada uno tuvo un momento único aquella noche en el Dodger Stadium. Desde la emocionante primera ronda de Albert Pujols, pasando por la exhibición de talento de Julio Rodríguez, hasta llegar a ver a Juan Soto con la corona del evento.

Sin embargo, hubo otra figura que también acaparó gran parte parte de la atención. La diferencia, es que este personaje no viste un uniforme de béisbol, ni está relacionado con el deporte, al menos no directamente. Se trata de Bad Bunny.

Todo el mundo tenía que ver con el reggaetonero puertorriqueño, quien, junto al futuro miembro del Salón de la Fama venezolano, Miguel Cabrera, fueron quienes presentaron el trofeo de campeón, antes de la ronda final entre Soto y Rodríguez.

Lo que sucedió aquella semana en Los Ángeles, en donde Bad Bunny y otros artistas latinoamericanos también abarrotaron el juego de las celebridades, es un reflejo de lo que ocurre día tras día en cualquier estadio de Grandes Ligas.

La música latina y el béisbol no sólo pueden convivir en un solo ambiente, sino que en cierta parte llega a ser necesaria la presencia del otro para continuar su ascenso. Al final, nunca falta una canción con una mención, ambiente o escenario relacionado con el béisbol, o un evento del deporte en el que no haya este tipo de música. Nuevamente, lo ocurrido en los Ángeles aún está en la memoria de todos, como un ejemplo claro de ello.

Incluyendo la experiencia única del primer “Verzuz latino”, protagonizado por dos de los DJs más reconocidos de la música urbana – Dj Nelson y Luny Tunes – “compitiendo” en un duelo musical.

Característica única

El béisbol es especial de varias maneras, con respecto a otros deportes. Pero un punto particular es la conexión de los jugadores con la música.

Al final, el béisbol es la única disciplina que le permite a cada uno de los jugadores elegir una canción de su preferencia, que es reproducida cada vez que van a batear o a lanzar. Es por eso que la música de Bad Bunny, El Alfa, Daddy Yankee, y un sinnúmero de artistas latinoamericanos suelen adornar el ambiente de los 30 escenarios de las Mayores.

A comienzos de temporada, Las Mayores hizo un estudio sobre cuáles son los artistas más utilizados por los jugadores al momento de ir a batear, siendo Bad Bunny el más popular de todos, seguidos por El Alfa y Mike Towers.

Ese vínculo único que sólo puede ofrecer el béisbol, es lo que ha servido como catalizador a lo largo de los años para fortalecer cada vez más la relación entre la música y el deporte. Además, la presencia de las redes sociales ha ayudado a que el público conozca de cerca cómo la relación entre artistas y jugadores va más allá de una canción al momento de batear o lanzar.

Cuando la música llega al campo

Otro claro ejemplo gira en torno al artista panameño Sech, cuyo último álbum de estudio lleva el nombre de “42”, en honor a su compatriota y único miembro exaltado al Salón de la Fama de manera unánime, Mariano Rivera.

Por supuesto, Sech no pudo quedarse sin hacer el primer pitcheo en un juego.

Chicago ha sido recientemente el hogar de varios de estos “encuentros de dos mundos”, en donde varios artistas latinos, de distintos géneros musicales, han decido visitar a los Medias Blancas.

Desde El Alfa, pasando por Reik hasta llegar al Grupo Firme.

Claro, la razón de la cantidad de tantos artistas en la Ciudad de los Vientos fue el evento reciente de Sueños Festival, en donde brillaron múltiples cantantes y DJs latinoamericanos de los cuales, por supuesto, no podía faltar uno que otro con una camiseta o gorra de béisbol en el escenario.

Pero la Capital de Latinoamérica no podía quedarse atrás. Es difícil que pase una semana de acción en el loanDepot park de Miami y no ver alguna figura de la industria musical presente, ya sea haciendo el primer pitcheo ceremonial o sencillamente visitando a algún jugador previo al inicio del juego.

Así ocurrió recientemente con Mike Towers, DJ Antoni y Dímelo Flow.

El béisbol es música. La música es béisbol. Visitas, conciertos, menciones, juegos de exhibición o sencillamente una publicación, son suficientes para exaltar esta virtud de la congregación de ambos mundos.

Al final, no hay estadio de béisbol, sin importar la categoría, nivel o división, en el que no se escuche la mejor canción latina del momento.