McKeon creía haberlo visto todo… hasta ahora

13 de marzo de 2020

WEST PALM BEACH, Florida – Su nombre es Jack McKeon, un legendario hombre de béisbol con una personalidad especial, conocido como “Trader Jack” desde sus tiempos con los Padres. Tenía 72 años cuando como manager, llevó a los Marlins de la Florida al título de Serie Mundial 2003 al derrotar a los Yankees. Ahora tiene 89. Su empleo actual es ser consejero del gerente general de los Nacionales, Mike Rizzo. McKeon habló el viernes sobre la decisión de cancelar el resto de la pretemporada.

“Voy a cumplir 90 en noviembre”, dijo McKeon. “Mi primera pretemporada fue en Nueva Orleans en 1949 luego de firmar con los Piratas. Tomé el [tren] Crescent Limit desde [Nueva] Jersey. Recogí a mi amigo Nellie King en Filadelfia. He estado en este juego desde entonces y todavía no sé qué haré sin béisbol”.

McKeon se tomó un año libre antes de que Rizzo lo contactara, pero el primero afirmó que no disfrutó mucho su tiempo lejos del béisbol.

“¿Sabes lo que haré hoy?”, dijo. “Ir a un estadio”.

Con 89 años, y cerca de los 90, McKeon –el único manager en ganar 1,000 juegos en las Menores y en Grandes Ligas—habló como un muchacho que acaba de ver su circo preferido abandonar la ciudad. Se acabó la pretemporada en la Florida y en Arizona. El Día Inaugural fue retrasado al menos dos semanas. McKeon ha visto de todo en una vida llena de béisbol. Ahora, está presenciando lo que el COVID-19 está haciendo con todos los deportes.

“Pero el Comisionado hizo lo correcto”, dijo. “Es la pretemporada. No hay otro momento en el béisbol en el que los aficionados se acerquen tanto a los jugadores como en febrero y marzo. Están muy cerca de ellos. Eso es lo que menos quieres ahora mismo. No es seguro para ellos ni para los jugadores”.

Luego hizo una pausa. “¿Estoy triste de que estaré alejado del béisbol por un tiempo? Por supuesto que estoy triste. Todos lo están”, expresó McKeon. “Un amigo finalmente vino a la pretemporada este año y no podía creer lo que bueno que fue. Ahora dice menos mal que vino antes de que fuera cancelada”.

McKeon fue manager de los Reales, Atléticos, Padres, Rojos, Marlins y, finalmente, Marlins otra vez. Cincuenta y cuatro años después de su primera pretemporada, en el 2003, terminó en lo más alto. Le dio la bola a un joven lanzallamas llamado Josh Beckett con poco descanso para enfrentar a los Yankees en el Juego 6 de la Serie Mundial y presenció cómo Beckett tiró una de las blanqueadas más dominantes en la historia del Clásico de Otoño.

“Recibí críticas por irme con un muchacho con tres días de descanso”, dijo McKeon el otro día sonriendo con un puro en la boca. “Luego, todos hablaban de cómo le lanzó a los Yankees de Nueva York”.

McKeon terminó con récord ganador tras 16 temporadas como timonel, con 1,051-990. Ha visto casi todo en este juego durante los últimos 70 años. Ahora, ve lo que ha hecho el coronavirus con el béisbol, el país y el resto del mundo.

“No hay ningún juego”, dijo McKeon. “No hay torneos de baloncesto universitario para ver los jueves. No hay juegos de pretemporada. No hay béisbol universitario, ni de secundaria.

“Nada. La gente dice que no aprecias el béisbol hasta que no lo tienes, incluso si es por poco tiempo. No para mí. El peor día que tuve en el béisbol fue genial”.

Es un mundo extraño. El torneo universitario de baloncesto de la NCAA fue cancelado el jueves. El Masters de golf que se disputa en abril ha sido pospuesto. Y 47 años después de la primera pretemporada de McKeon como manager de Grandes Ligas, finalmente puede decir que ha visto la cancelación de los Entrenamientos Primaverales.

“Lo divertido del béisbol”, dijo McKeon el viernes por la mañana, “es que por mucho que creas que lo amas, siempre parece que lo amas un poco más en la primavera. Creo que los aficionados se sienten igual, sin importar si estás en Arizona o la Florida. Por eso estoy triste hoy, por todos aquellos que aman el béisbol”.

No hubo juego para McKeon el viernes. El último partido de los Nacionales en la pretemporada fue ante los Yankees el jueves en el Ballpark of the Palm Beaches.

“Nada de béisbol”, dijo un veterano hombre de béisbol. “¿Qué hago ahora, cortar el césped?”