Odúbel Herrera feliz de festejar en S.D. con sus padres

13 de julio de 2016

SAN DIEGO -- Cuando un joven es seleccionado al Juego de Estrellas, la emoción que se multiplica en toda su familia es a veces tan o más grande que la que siente el propio pelotero. Un ejemplo claro de éso es el de Odúbel Herrera, jaradinero central venezolano de los Filis de Filadelfia, que acudió el martes a su primer Clásico de Mediados de Temporada.
"Me puse bien contento", proclamó el papá del guardabosque oriundo del estado Zulia, que ha brindado muchos peloteros venezolanos de enorme calidad a las Grandes Ligas. "Bailé, grité en la casa 'mi muchacho, en apenas dos temporadas, ya va al Juego de Estrellas. Qué emoción. Gracias a Dios, gracias a San Benito'''.
Los padres del pelotero adquirido por los Filis en la Regla 5 de los Rangers de Texas en el invierno del 2014, disfrutan a cada momento de las actuaciones del pelotero que integra un roster de Filadelfia actualmente nutrido de latinoamericanos.
"Me gustaría vivir aquí, pero bueno, que sea lo que Dios quiera y la Virgen", precisó el gran admirador de las carreras de glorias venezolanas como David Concepción y Omar Vizquel. "Ojalá él firme un buen contrato para nosotros mudarnos para acá".
Un par de metros más allá en la Conferencia de Peloteros previa a la cita beisbolera en San Diego, Herrera lucía más contento que muchacho con juguete nuevo, feliz de estar junto a los seres humanos qaue le dieron la vida y que le acompañaron en un momento tan especial como lo es su primer Juego de Estrellas.
"Me han dado muchos consejos buenos", comentó Herrera hijo. "Me tratan de poner en el camino de la vida. Son los padres de uno y quieren lo mejor para uno".
Los Filis tienen que estar contentos por el buen trabajo que hicieron Odúbel y Nérida con este bateador zurdo que tiene tanta versatilidad que se especula que pudiera volver en un futuro al cuadro para defender la segunda base de la novena dirigida por Pete Mackanin.
Campeón bate, Novato del Año y Jugador Más Valioso de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional al promediar .372 con los Tiburones de La Guaira en la temporada 2014-15 , Herrera ha trasladado ese éxito logrado en su patria hacia el Béisbol de Lujo, al punto de convertirse en el primero de la historia de los Filis desde el 1900 capaz de anotar cuatro carreras, pegar un cuadrangular, y robarse dos o más bases en un solo juego, lo cual ocurrió el pasado 23 de abril en Milwaukee.
En lo que va del 2016, "El Torito", de la población de San José de Heras, al sureste del Lago de Maracaibo, batea .294, con 10 jonrones y 33 carreras impulsadas en 89 juegos.
"Esto significa mucho para mi", agradeció Herrera. "Gracias a Dios que me ha dado esta oportunidad de estar en el Juego de Estrellas en apenas mi segunda temporada en las Grandes Ligas.
"He hecho muchas cosas, muchos ajustes", precisó Herrera, al preguntársele sobre las razones para su brillo como bateador de los Filis. "Gracias a Dios he tenido confianza en mi mismo, que es lo que te lleva al éxito". Ésto me lo propuse desde pequeñito. Agradezco a Dios por el talento que me dio para jugar pelota".
Campeón de bateo en Doble 'A' en el. 2014 al promediar .321 con la respectiva sucursal de los Rangers, esbozaba una enorme sonrisa al salir al terreno, con su brillante artefacto para acribillar lanzadores en una mano y su guante en la otra, para las prácticas previas al partido de los ases en el Petco Park de San Diego.
"Esta es una responsabilidad grande la de representar a tu equipo, a tu familia, a tu país", declaró Herrera cerca del plato. "Este grupo que tenemos aquí es bien chévere".
Lo que no es tan sabroso es tener que medirse a los serpentineros tan dificiles que tiene el Este de la Liga Nacional como, entre otros, Max Scherzer, Stephen Strasburg y Jose Fernández - no tiene turnos frente al cubano todavía en el 2016- pero Herrera dispone de una fórmula práctica y a la vez agresiva para enfrentarlos con el fin de batearles de hit.
"Todos esos lanzadores son buenos y siempre van a intentar atacarte, pero yo trato de atacarlos a ellos, para estar encima en cada turno", es la filosofía del joven nacido para el éxito al pararse en el plato frente a esos y otros grandes de la lomita.