¿Podría Miguel tocar ante ajuste defensivo?

29 de julio de 2020

DETROIT – El manager de los Tigres, Ron Gardenhire, estaba de humor para hacer chistes cuando se le preguntó acerca de la estrategia defensiva que utilizaron los Reales ante el venezolano Miguel Cabrera el lunes por la noche.

“Bueno, ¿qué van a hacer si da un toque de bola?” expresó Gardenhire, refiriéndose al bateador designado de 37 años.

Teóricamente, es una pregunta interesante. Los Reales alinearon a cada uno de sus infielders en el césped de los jardines cuando Cabrera estuvo en la caja de bateo con las bases limpias. Fue la primera vez que el maracayero había visto eso, quien enfrentó ajustes defensivos en apenas el 2.0% de sus turnos en el 2019 y en el 8.6% de sus visitas al plato en el 2018.

El segunda base de los Tigres, el curazoleño Jonathan Schoop, recuerda haberse trasladado al área del jardín izquierdo en una ocasión con un bateador derecho de turno. Pero jamás había visto algo semejante a lo utilizado por los Reales el lunes.

“Es la primera vez veo (a todos) los infielders en el césped”, dijo Schoop.

Dicha estrategia, como explicó el piloto de Kansas City, Mike Matheny, es posible al contar con dos jugadores del lado izquierdo del cuadro con fuertes brazos: Los dominicanos Maikel Franco (antesala) y Adalberto Mondesí (campo corto).

Aun con un rodado de rutina por el lado izquierdo del cuadro interior, los Reales creen que habría tiempo para que ellos llegaran a la bola e hicieran un tiro a tiempo a la primera almohadilla. Hasta ahora en la joven campaña, Cabrera promedia 22.9 pies por segundo (en su momento más rápido), la peor cifra de su carrera y dentro del tercio más bajo en Grandes Ligas, según Statcast.

De cualquier manera, si Cabrera diera un toque de bola que pasara al lanzador, lo más probable es que alcanzaría la primera base. Sin embargo, parece poco probable que el venezolano lo intente. Cuando a Gardenhire se le planteó esa posibilidad esta semana, el manager fingió no haber escuchado la pregunta.

Gardenhire preferiría ver a Cabrera tratar de enviar la pelota por encima de la defensa o entre los defensores—dondequiera que estén.

“Parecía que con (esa alineación defensiva), había más espacio para dar los hits. Estaban bien separados (los defensores)”, explicó el piloto. Pero reconoció que “nunca se sabe; (un toque de Cabrera) podría ser un buen entretenimiento”.