Soto: “Una bendición” su disciplina al bate
PHOENIX – La disciplina en el plato de Juan José Soto es algo que se ha destacado desde que el joven dominicano subió a las Grandes Ligas en el 2018, hasta el punto de hacerse comparaciones entre el jardinero de los Nacionales y algunos de los nombres más grandes en la historia de las Mayores a tan joven edad.
A sus 20 años, Soto sigue haciendo los ajustes necesarios para no sólo sobrevivir su segunda campaña como ligamayorista, sino también ser uno de los pilares de un equipo de Washington que aspira a clasificar para los playoffs.
“Para mí, está bien por encima de sus años en torno a la edad. Es bien maduro para su edad”, dijo acerca de Soto el manager de los Nacionales, el boricua Dave Martínez, haciéndole eco a lo expresado por todo el que ha visto en acción al oriundo de Santo Domingo.
El conocimiento de la zona de strike de Soto es algo que se ha destacado desde el principio, una faceta más impresionante aun cuando se toma en cuenta la edad del joven. Soto lleva promedio de .323 con bolas puestas en juego, a la vez que está tercero en la Liga Nacional con un porcentaje de bases por bolas de 15.3.
“Es una bendición de Dios. Gracias a Dios, aprendimos bastante sobre la zona de strike”, dijo Soto, quien señaló a su compatriota Jorge Mejía—su coach de bateo a nivel de novatos en la Liga de la Costa del Golfo hace tres años—como una de las personas que más le enseñaron a dominar dicho aspecto.
En sentido general, Soto ha seguido dando sus batazos como lo hizo en el 2018, temporada en que terminó segundo en las votaciones para el premio al Novato del Año de la Liga Nacional. El quisqueyano llegó al lunes con línea de .284/.394/.522 (OPS de .916), 21 jonrones, 71 empujadas y WAR de 2.8 (versión Baseball-Reference).
Hasta ahora, los inevitables ajustes de los lanzadores contrarios—como por ejemplo una menor cuota de bolas rápidas—no han mermado la producción de Soto como elemento crucial del ataque de los Nacionales.
“Analizando, viendo cómo ellos están trabajando”, dijo Soto al explicar cómo ha sabido adaptarse a los ajustes de la oposición. “Este año ya me empezaron a trabajar diferente, pero cada vez que salgo al terreno tengo que trabajar en algo yo que vi o que mi hitting coach haya visto en mí. Y trato de no salirme de la zona. El plan es siempre no salirme de la zona, siempre esperar mi pitcheo y esperar que ellos fallen”.
Ha sido un plan bastante exitoso desde que Soto fue subido a las Mayores mayo del 2018, incluso siendo un prospecto menos cotizado en ese momento que su compatriota y ahora compañero en los jardines de Washington, Víctor Robles.
“Entiende el juego. Cuando lo veo en la caja de bateo, hace ajustes dentro del partido, sobre la marcha”, dijo Martínez, quien se encuentra en su segundo año frente a los capitalinos. “Eso es lo que lo hace tan bueno. Aun cuando apenas comenzaba en Grandes Ligas, tomaba sus bases por bolas y procuraba no tirarles a los pitcheos fuera de la zona. Eso es algo que le inculcamos todo el tiempo. ‘Si tomas tus boletos, eres bien bueno. Continúa haciendo eso’. Y le ha ido bien.
“Se mantiene dentro de la zona y le da a la bola hacia todas las bandas. Se mantiene muy bien sobre la bola”.
Con tantas comparaciones que se han hecho últimamente entre Soto y nombres sonoros de la historia, a Martínez se le preguntó a quién le recordaba su jardinero izquierdo. Al capataz se le hizo difícil dar una respuesta definitiva.
“Tiene su propia personalidad, sus propias cualidades únicas a la hora de batear”, dijo.