Patiño dispuesto a cumplir cualquier rol

25 de noviembre de 2020

Luis Patiño es un muchacho de su casa.

Sus mejores días son los que pasa con sus padres, los profesores universitarios Carlos Patiño Jiménez y Zulma Arzuza Radaín, en la ciudad costera de Barranquilla, al noreste de Colombia, ayudando con las cosas de la casa y manteniéndose ocupado. Los tres suelen sentarse a conversar sobre los asuntos del momento. Pasan las noches pensando sobre qué deparará el mañana.

Patiño es un chico introspectivo. Siempre ha sido así. Entonces, el tercer mejor prospecto de los Padres tiene claro que el mejor año de su carrera profesional fue durante una pandemia mundial. Pero desde su punto de vista, el 2020 le permitió probarse como lanzador de Grandes Ligas y su misión era aprovechar la situación.

“El 2020 es un año raro, pero para mí, pude hacer mi debut (en MLB) y aprender mucho”, dijo Patiño, de 21 años. “Sé lo que los equipos de MLB esperan y sé más de los bateadores de MLB. Sé en lo que tengo que trabajar ahora mismo y lo que necesito hacer para el año que viene”.

Hace cinco años, la sola idea de lanzar en las Grandes Ligas era una fantasía para Patiño. Era un pitcher no muy alto con una recta decente, pero no grandiosa. Pero tenía agallas, inteligencia y potencial. Los Padres lo vieron por primera vez en una exhibición para prospectos internacionales organizada por Major League Baseball en febrero del 2016 en la República Dominicana. Luego firmó con San Diego por US$130,000 el 2 de julio del 2016, como parte de un sólido grupo de prospectos internacionales en el que también estaba el cubano Adrián Morejón.

Pero Patiño no se mantendría por debajo del radar por mucho tiempo. Comenzó su carrera profesional en la Liga de Verano Dominicana en el 2017 y se estrenó en la Gran Carpa tres años después. Entre ambos momentos, el 23er mejor prospecto de todo el béisbol, según MLB Pipeline, demostró el control y la velocidad que tanto gustan a los equipos.

Patiño tuvo récord de 1-0 con 21 ponches y 5.19 de efectividad en 11 juegos por el equipo grande de los Padres, un trecho de 17.1 innings en el 2020. Lanzó ante los Cardenales en la Serie de Comodines de la Liga Nacional y contra los Dodgers en la SDLN.

En el 2021, va a competir por un puesto en el roster de los Padres. Que ese puesto sea en el bullpen o en la rotación de abridores, donde ha pasado la mayor parte de su joven carrera, es algo que está por determinarse.

“Creo que será su actuación lo que al final nos va a decir”, dijo el director de desarrollo de jugadores de los Padres, Sam Geaney. “Creo que el hecho de que nos hayamos sentido cómodos para subirlo y básicamente hacerlo debutar en una variedad de roles dice mucho sobre su versatilidad, su talento como atleta y su fortaleza mental.

“Todo lo que nos demostró en el 2020, tanto en la sede alternativa de entrenamiento como a nivel de Grandes Ligas, es que es alguien tiene una oportunidad de ser abridor de Grandes Ligas”.

Por su parte, Patiño simplemente quiere estar en las Mayores.

“Yo no siento que tenga un solo rol, porque puedo abrir y también puedo lanzar como relevista”, dijo. “Estoy entrenando como abridor ahora mismo porque quiero estar listo, pero nunca olvido que también puedo trabajar como relevista. Realmente, estoy trabajando en ambos. Voy a estar listo para lo que ellos quieran”.

Cuando Patiño no está con su familia, es porque está entrenando. Sus días empiezan a las 5:30 a.m. y ya a las 6 está trabajando. Afirma que ahora está enfocado en fortalecer su espalda, hombros y núcleo central, y que pronto empezará a lanzar. También le gusta hacer largos paseos en bicicleta cada vez que puede. Y trota en un estadio cercano.

Y luego vuelve a su casa.

“Cuando llegué al Spring Training este año, tenía la meta de aprender de pitchers con más experiencia que yo”, confesó Patiño. “Tengo las mismas metas para el 2021. Sólo quiero mantenerme saludable, disfrutar de cada momento y jugar duro todo el tiempo”.