Patiño lleva camino directo a G.L. con Padres

6 de septiembre de 2019

El colombiano Luis Patiño estaba dándoles a sus padres un tour del dugout del estadio Lake Elsinore Diamond a finales de junio, en una bella mañana en el sur de California cuando un número desconocido apareció en la pantalla de su teléfono.

“Aquí fue”, pensó el prospecto de los Padres. “Me van a cambiar y será en frente de mis padres. Vinieron de Colombia para verme. Esto es una pesadilla”.

Al otro lado de la línea estaba Sam Geaney, ejecutivo del club que le tenía una importante noticia sobre su futuro. El lanzador hizo una mueca, miró a sus padres y se preparó para lo peor.

Entonces, Geaney le informó que había sido seleccionado para lanzar en el Juego de las Futuras Estrellas del 2019 el siguiente fin de semana en Cleveland.

“Recibir esa noticia fue un sueño hecho realidad”, dijo Patiño, de 19 años. “Confieso que estaba un poco nervioso de contestar el teléfono. Un poco asustado”.

Patiño no tiene nada que temer estos días. El prospecto número 3 de los Padres va camino a dejar su huella en las Mayores, algo que podría pasar la próxima temporada.

En el 2019, el derecho pasó la mayor parte del año en Clase-A Avanzada Lake Elsinore, donde dejó 2.69 de efectividad y ponchó a 113 bateadores en 87 innings. Los Padres lo ascendieron a Doble-A Amarillo para dos aperturas. Allí, Patiño permitió una carrera y ponchó a 10 en 7.2 entradas.

“El próximo paso es llevarlo a la Liga Instruccional, diseñar un plan y que él siga ese plan”, indicó Chris Kemp, director de scouts internacionales y coordinador de ligas menores de los Padres. “Queremos que tenga una gran temporada muerta, venga a otro programa de acondicionamiento en enero y a partir de ahí veremos. Queremos enfocarnos en lo que tiene por delante ahora mismo”.

Patiño ha avanzado bastante.

Los Padres lo vieron por primera vez en una prueba para prospectos internacionales organizado por Major League Baseball en febrero del 2016 en la República Dominicana, donde les llamó la atención su buena forma física y su recta de 83-85 millas por hora.

Lo vieron meses después en Cartagena, Colombia, y el 2 de julio del 2016 lo firmaron por US$130,000 dólares antes de llevarlo a la academia del equipo en Dominicana.

Al principio, la firma de Patiño pasó por debajo del radar, pero no pasó mucho tiempo para que llamara la atención.

“En el 2016, nuestros coaches en Dominicana me decían que Luis iba a tirar 95 (mph) y que su brazo era rápido, con un movimiento natural”, recordó Kemp. “Al principio dije, ‘Bueno, ya veremos’. Y fue la velocidad fue aumentando efectivamente hasta llegar no a 95 y cuidado si más. Ha sido fenomenal y divertido de ver”.

Patiño, quien mide seis pies y pesa 192 libras, afirma que el aumento de la velocidad de su recta se debe al programa de entrenamiento del equipo y a las largas carreras que da junto a su padre durante la temporada muerta. Los Padres lo ayudaron a fortalecerse. Su familia lo ayuda a mantener siempre los pies sobre la tierra.

“Mi familia siempre me ha apoyado”, aseguró Patiño. “Siempre han encontrado la forma de hacernos la vida más fácil a mí y a mi hermana. Siempre encontraron un camino para la familia, pero era diferente”.

Los Padres de Patiño, Carlos Patiño Jiménez y Zulma Arzuza Rada, son profesores universitarios que han trabajado en universidades a lo largo de Colombia durante los últimos 25 años. Sus trabajos muchas veces los obligaron a separarse a cientos de millas de Patiño y su hermana mayor, Silvia, durante semanas e incluso meses. Ante la ausencia de los padres, los muchachos fueron criados por sus abuelos y dos niñeras.

Sus padres trabajan ahora en la misma universidad en Barranquilla, no muy lejos de la casa donde se crio Patiño.

“Hubo muchos años difíciles y los veíamos todo lo que se nos hacía posible”, dijo Carlos desde Colombia. “Afortunadamente, mis padres y sus ‘nanas’ fueron como unas madres y nos ayudaron. Viendo hacia atrás, fue una gran decisión. Mi hija es profesional universitaria y Luis Fernando está donde está. Nos sacrificamos mucho por la familia y ha dado frutos”.

Los lazos de la familia Patiño son tan fuertes como su brazo derecho. Este verano estuvo de visita en Columbia para ver a su hermana graduarse de médico. Y sus padres fueron a Cleveland para verlo en el Juego de las Futuras Estrellas.

“Cleveland fue una de las mejores experiencias que hemos tenido como familia”, aseguró Zulma. “No hay palabras para describirlo. Estábamos muy felices de poder compartir ese momento con él”.

Patiño ponchó a tres bateadores, incluyendo al mejor prospecto de los Angelinos, Jo Adell, con una recta de 98.2 mph, en 1.2 innings de labor en el Juego de las Futuras Estrellas. Luego añadió el número de Geaney a su lista de contactos para evitar futuras sorpresas en caso de que reciba “la llamada” un día.

“Quiero llegar a las Grandes Ligas y me estoy preparando para eso”, dijo Patiño. “Mi meta es mantenerme saludable. Quizás pueda llegar en el 2020. Sé que he aprendido mucho y que todavía tengo mucho que aprender”.