Si la imitación es la forma más alta de halagar, entonces ¿qué significado tiene que cuatro personas imiten todos tus movimientos? Bueno, Yu Darvish recibió dicho cumplido durante el fin de semana.

No tenía pautado lanzar, así que Darvish se estaba relajando antes del juego del domingo, comenzando su paso tranquilo entre la cueva de San Diego hasta la zona del bullpen. Detrás de él estaban otros cuatro miembros de la rotación: Mike Clevinger, Blake Snell, MacKenzie Gore y Sean Manaea, que iban imitando cada detalle que hacía el japonés en su caminar.

Cuando Darvish se ajustó la gorra, ellos hicieron lo propio. Darvish volteaba sobre su hombro, y cuatro cabezas le seguían. Se quitó la capucha y todas las capuchas bajaron.

Lo mejor es que Darvish no se dio cuenta sino hasta que llegó a la pared de los jardines. Cuando volteó y vio lo que estaba pasando, todos empezaron a reírse.

Si hay algo cierto, es que los bateadores no verían muy divertido si dicha imitación a Darvish se transportara al terreno de juego, donde los pitcheos rompientes del derecho parecen indescifrables para muchos.