Arozarena a Rays: Anatomía de un canje

22 de octubre de 2020

Al momento lucía como un cambio curioso, dadas las partes y los jugadores envueltos. Es el tipo de acuerdo en el que parece necesario que trascurran varios años para poder ser evaluado. El 9 de enero del 2020, se consumó esta transacción.

Los Cardenales de San Luis cambiaron al inicialista venezolano José Martínez, al patrullero cubano Randy Arozarena y futuras consideraciones a los Rays de Tampa Bay, por el zurdo Matthew Liberatore, el receptor venezolano Edgardo Rodríguez y futuras consideraciones.

Pocos sabían que este cambio ayudaría a catapultar a los Rays a la Serie Mundial por primera vez desde el 2008 y por segunda vez en la historia de la franquicia.

Todos han sido testigos de lo hecho por Arozarena desde que fue ascendido a las Mayores el 30 de agosto, un debut que se retrasó a causa del COVID-19. Siete jonrones en 64 turnos durante la temporada regular (OPS de 1.022), seguido por una actuación en la postemporada que será recordada en la historia: Siete cuadrangulares más, incluyendo cuatro en la Serie de Campeonato de la Liga Americana, haciéndolo merecedor del premio al Jugador Más Valioso de la serie.

La gente ha conocido quién es Randy Arozarena, pero la historia de cómo fue canjeado se reduce a dos equipos buscando lo que necesitaban de su homólogo, dispuestos a salir de su zona de confort en cuanto al tipo de cambios que acostumbran a hacer. Los Rays dependieron de la comunicación tanto dentro como fuera de la organización y del incansable trabajo del departamento de scouting.

Construyendo un ganador vía cambio

El ascenso de Arozarena hacia el estrellato en la postemporada podría ser una sorpresa, pero el hecho de que los Rays hayan adquirido a una pieza importante vía cambio no debe de sorprender a nadie. Un total de 16 del roster proyectado de los 28 de Tampa Bay para la Serie Mundial llegaron vía canje o por el Draft de Regla 5. Los Rays cuentan con la mayor cantidad de adquisiciones de ese estilo entre los cuatro equipos que disputaron las Series de Campeonato de este año.

“Es lo que hacemos”, dijo el director de escuchas de los Rays, Kevin Ibach. “Es nuestro ADN”.

No es algo nuevo. Esta versión de los Rays fue construida por cambios que se remontan al momento en el que enviaron a David Price a Detroit en julio del 2014 y Tampa Bay recibió a un campocorto dominicano de 18 años, Willy Adames. El canje de Chris Archer sirvió para adquirir a Tyler Glasnow y Austin Meadows, además de otros acuerdos en los que adquirieron a jugadores como Mike Zunino, Ji-Man Choi, Manuel Margot, Hunter Renfroe y muchos otros.

Existe una cultura que corre por toda la organización como resultado de su filosofía general. Los scouts conocen el valor de su trabajo, su significado y su parte en la construcción de un ganador.

“Todo el que trabaja en el departamento de scouting sabe que estamos en una organización que está haciendo cambios constantemente, y que siempre estamos en búsqueda de talento”, dijo Ibach. “En todas esas noches que pasas alejado de tu familia, en hoteles, pequeñas ciudades en Appalachia, llegas a conocer la gratificación porque tienes la oportunidad no sólo de identificar a un jugador, sino de adquirirlo. Nuestros escuchas saben que cuando están en la carretera evaluando a los jugadores, sus opiniones no sólo son escuchadas, sino que actuamos por ellas.

“Es una oportunidad para causar un verdadero impacto en la organización y tener una voz. Gratificante es una buena palabra. Los scouts sienten esa satisfacción al vernos en la postemporada y llegar a la Serie Mundial, sabiendo lo que contribuyeron”.

Identificar la necesidad de un socio

En el 2019, los Rays alcanzaron la postemporada y perdieron en la Serie Divisional. Lo hicieron con contribuciones claves de Tommy Pham y el venezolano Avisaíl García, dos jardineros que batean a la derecha. Pham fue cambiado a los Padres y García firmó con los Cerveceros como agente libre durante el receso de temporada, así que los Rays sabían que necesitaban llenar esos vacíos para continuar compitiendo en el Este de la Liga Americana.

Obtuvieron a Renfroe desde los Padres en el canje de Pham, un jugador más joven y con más años bajo control contractual. En febrero añadieron a Margot. En transacciones hechas entre diciembre y febrero, concretaron el cambio que llevó a Arozarena a los Cardenales.

“San Luis tenía un grupo de jardineros que bateaban a la derecha”, dijo Ibach. “Eso llevó a comenzar las negociaciones, porque veíamos que podría convenir a las dos partes.

“Muchos de nosotros hablamos con otros equipos de forma regular y mantenemos la comunicación. Es como las citas en línea; si no mantienes el diálogo, no llegas a la primera cita. En el béisbol, no puedes presentar un cambio de la nada. Creo que hacemos un buen trabajo en eso, hablando con otros equipos y buscando las necesidades. Así es cómo comienzas las conversaciones”.

Sólo porque se hizo rápido no significa que haya sido fácil. El costo de adquirir a Arozarena (al igual que al infielder José Martínez y un intercambio de selecciones de la Ronda de Balance Competitivo para “subir” en el Draft amateur) fue alto: Una selección de primera ronda del 2018, Matthew Liberatore (y el receptor ligaminorista Rodríguez). No fue el típico “modo de los Rays”.

“Ganamos una buena cantidad de juegos gracias a un núcleo joven en el 2019”, dijo Ibach. “El proceso se aceleró rápidamente. Llegamos al punto de decir, ‘¿Estamos dispuestos a salir de alguien que valoramos para adquirir a un jugador que pueda crear un impacto más pronto en el equipo grande?’”

Sabiendo que Liberatore está a varios años de las Mayores-- especialmente dada la tendencia de los Rays de llevar lento a su pitcheo joven a lo largo de las fincas--y confiando en que Arozarena al menos podía contribuir de alguna manera en el 2020 y con posibilidades de convertirse en un bateador de impacto en algún momento, los Rays se sentían más cómodos a la hora de salirse de su molde al hacer el canje. Parte de esa comodidad fue porque conocían muy bien al jugador que estaban adquiriendo desde San Luis.

Un proceso que empezó en el 2017

Los equipos sostienen cantidades de conversaciones sobre potenciales transacciones durante las Reuniones Invernales cada año. La mayoría no llega a nada. Durante las Reuniones en Lake Buena Vista, Florida, en el 2017, los Rays y los Cardenales tuvieron una de esas charlas y casi halan del gatillo en un mega-cambio de varios jugadores, aunque ni Ibach ni nadie más en ninguno de los equipos divulgaron los principales nombres que habrían estado envueltos. Una cosa cierta es que Arozarena iba a ser una de las piezas pequeñas del movimiento si éste se hubiese completado.

“Hemos hecho esto cantidades de veces en otros cambios”, dijo Ibach. “Identificamos a un jugador, quizás al principio de su carrera, y por alguna razón no logramos llegar a un acuerdo con ese equipo en ese determinado momento. Es una oportunidad para aprender sobre un jugador y sobre el apetito de un equipo para mover a cierta figura. Continúas estudiando al jugador, siguiéndole los pasos y de esa forma vas estableciendo una relación. Luego quizás se presente ese cambio que sí se concreta y no estás corriendo a última hora para estudiar a ese jugador”.

Basados en los informes de algunos de sus scouts profesionales, los Rays ya conocían a Arozarena y lo veían con buenos ojos. J.D. Elliby lo observó en los entrenamientos y quedó impresionado. Tyler Stohr cubre a los Cardenales cada primavera para los Rays y como resultado ya sabía bastante de Arozarena. Cuando esas conversaciones durante las Reuniones Invernales del 2017 empezaron a ganar fuerza, dos scouts de los Rays basados en Arizona viajaron a Mexicali para ver y tomar videos de Arozarena jugando con los Mayos de Navojoa.

Todos los informes sobre el potencial impacto del prospecto cubano fueron positivos. Mientras Arozarena escalaba dentro del sistema de ligas menores de los Cardenales y se establecía como un prospecto de primera línea, los Rays siguieron tomando notas al respecto.

“Cuando tienes a cuatro o cinco personas y todas empiezan a decir lo mismo, a ti como director te hace sentir bien”, siguió Ibach. “Sabemos que no es la opinión de una sola persona y te hace mucho más fácil la decisión.

“Es como leer un libro. Quieres leer la introducción, quieres leer el primer capítulo y no quieres saltar de una vez hasta el final. Construir esa historia es algo en que, considero, nosotros hacemos un excelente trabajo. Quieres estar seguro de que no estás tomando una decisión impulsiva”.

Evaluando el cambio

Típicamente, hacer una evaluación sobre un canje que mayoritariamente incluye a prospectos no es algo que pueda hacerse sino varios años después. Pero el impacto rápido de Arozarena hace tentador darles la victoria a los Rays.

“Con la postemporada que ha tenido, hace que luzca mucho mejor”, dijo Ibach sobre el cambio. “Pero en enero, nadie estaba diciendo que Arozarena nos iba a llevar a la Serie Mundial con su ofensiva. Ninguno de nosotros es tan inteligente”.

Los Rays sólo hicieron el cambio porque Arozarena tenía potencial a corto y largo plazo, incluso si no sabían qué tan rápido iba a hacerse sentir. Tampa Bay no hace canjes por jugadores para un par de meses, pero para algunos, este cambio es similar a la decisión de los Cachorros de cambiar al venezolano Gleyber Torres a los Yankees por el cubano Aroldis Chapman. Chicago sabía que Torres estaba destinado a ser un buen jugador, así como Tampa Bay sabe que Liberatore tiene el potencial de ser un abridor de primer nivel en las Mayores por muchos años. Los Cardenales ciertamente están contando con eso.

“Sentíamos que los jardines eran un área en la que teníamos suficientes piezas para hacer un cambio y uno de nuestros objetivos era identificar al mejor prospecto de pitcheo que pudiésemos conseguir”, dijo el gerente general de los Cardenales, Michael Girsch. “Claramente, Randy está teniendo un éxito a niveles históricos con Tampa Bay en la postemporada. No podríamos estar más felices por él y a la vez, estamos bien emocionados por lo que Matthew pudo hacer este verano en nuestro campamento alternativo.

“Como en cualquier canje que envuelve a prospectos, va a tomar un tiempo poder evaluar completamente el movimiento, pero ciertamente las cosas lucen muy bien para Tampa con Randy ayudándolos a llegar a la Serie Mundial.

“Con la forma en la que está armada nuestra organización, es grandioso estar en la Serie Mundial con Randy Arozarena, pero al momento del cambio, no era visto como una pieza estilo Chapman. Era una pieza con valor para el presente y el valor para el futuro que tanto buscamos”, dijo Ibach. “Eso lo hace más apetecible”.

Eso obviamente no minimiza lo que Arozarena ha significado para la organización hasta ahora. Ibach tiene más de dos décadas como caza talentos y sabe lo suficiente como entender que hay que quitarse el sombrero cuando el jugador merece el crédito por aprovechar las oportunidades y sobrepasar las expectativas.

“Uno puede llenar un libro hablando de las veces en las que te equivocas, al igual que de tus éxitos”, dijo Ibach. “La energía, la emoción, el carisma, la habilidad de darle duro a la pelota…sabíamos que tenía todo eso. Pero si fuese capaz de haberme sentado aquí hace 10 meses diciendo que iba a hacer esto, pues estaría comprando tickets de lotería todas las noches.

“Siempre es divertido mirar hacia atrás y ver cómo resultaron las cosas. Todo eso dice mucho de Randy y de los ajustes que ha hecho desde el momento en el que llegó a la organización hasta ahora”.