A pasar la página... Mets con mucho por mejorar para el 2024

10 de octubre de 2023

Hace tiempo que se entregaron los post mortem para un equipo de los Mets que efectivamente se eliminó de la contienda por los playoffs en agosto y luego terminó matemáticamente fuera a fines de septiembre. A estas alturas, las razones detrás de la debacle de Nueva York han sido bien documentadas y, sin embargo, el final de una temporada siempre ofrece otra oportunidad para reflexionar.

Fue un verano sin muchas cualidades redentoras para los Mets, pero con muchos datos de los cuales se puede aprender. Éstos son algunos de ellos:

Momento decisivo

Cuando estaban muy por debajo de .500 en la noche del 27 de julio, los Mets cambiaron al cerrador David Robertson a los Marlins por varios prospectos. Un día después, Max Scherzer dijo que necesitaba hablar con los líderes de los Mets sobre la dirección de la franquicia.

Esas conversaciones llevaron a Scherzer a acordar rescindir su cláusula de cero cambios para poder ser transferido a los Rangers. Justin Verlander fue el siguiente en ser cambiado cuando los Mets decidieron reestructurarse en la fecha límite, desmantelando una plantilla de $370 millones en busca de prospectos y futuros valores.

Lo que aprendimos

El dinero no compra el éxito, ayuda por supuesto. Pero como admitió esta semana el propietario Steve Cohen, gastar cientos de millones en una plantilla no garantiza nada.

"No somos el único equipo que gastó una cantidad decente de dinero y tal vez no funcionó como esperábamos", dijo Cohen. "Se trata realmente de encontrar los mejores jugadores, formar el mejor equipo que podamos, y el costo no es necesariamente el determinante del éxito".

Mejor desarrollo

Ningún jugador entró en la temporada con una gama de resultados posibles que Kodai Senga, cuyo contrato de cinco años y 75 millones de dólares representaba una de las apuestas más arriesgadas de cualquier club de las Grandes Ligas. Pero Senga demostró que valía la pena el dinero en el primer año de su contrato, terminando quinto en las Mayores en efectividad con una actuación que probablemente le conseguirá votos para el Cy Young y el Novato del Año de la Liga Nacional.

Al comenzar su temporada a los 31 años, Senga podría estar preparado para un mejor año en 2024, ahora que está acostumbrado a la liga y no necesariamente tendrá las mismas limitaciones en su carga de trabajo.

Área por mejorar

Fuera de Senga, el cuerpo monticular de los Mets falló y terminó en el 19no puesto en las Mayores en efectividad un año después de terminar noveno. Gran parte de eso se debió a las lesiones tempranas de Edwin Díaz, Verlander, Scherzer y José Quintana, pero eso no fue todo.

Muchos de los abridores de los Mets retrocedieron, lo que le dio al equipo pocas opciones confiables en la primera mitad de la temporada. Los Mets necesitarán formar un cuerpo monticular más consistente en 2024 y es probable que intenten hacerlo a través de la agencia libre.

En ascenso

Es fácil olvidar que Francisco Álvarez no formó parte del roster del Día Inaugural de los Mets. Convocado a principios de abril, Álvarez terminó apareciendo en 123 juegos, incluyendo 108 como receptor, dejando de lado las preocupaciones sobre su defensa detrás del plato.

La mejoría de Álvarez no siempre fue lineal, pero terminó con 25 jonrones y un OPS de .721 como novato de 21 años. Si Álvarez puede aprovechar esto, el camino aún está abierto para convertirse en uno de los mejores receptores de la liga.

MVP del equipo

La mejor temporada entre los jugadores de los Mets fue la de Francisco Lindor, quien una vez más combinó defensa de élite y corrido de bases con una sólida actuación ofensiva. Lindor terminó con la primera temporada de 30-30 de su carrera, aprovechando las nuevas reglas de la MLB para robar 31 bases -la mayor cantidad de su carrera-, junto con sus 31 jonrones. Debería recibir algunos votos para el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional por segundo año consecutivo.