A sus casi 35 años, Molina sigue siendo reconocido por sus colegas

11 de julio de 2017

MIAMI - Pese a su nueva extensión de contrato de tres años y US$60 millones, pacto que aseguraría que juegue toda su carrera vistiendo el uniforme de los Cardenales de San Luis, no se daba por hecho que el veterano boricua iba a ser convocado a su octavo Juego de Estrellas.
Pero así sucedió, gracias a sus colegas en las Grandes Ligas, que saben que a sus casi 35 años de edad, Molina sigue siendo uno de los mejores receptores de las Mayores.
"Bien contento de estar aquí", dijo Molina en el Marlins Park, un día antes del 88 Juego de Estrellas. "Es un honor participar en un juego así, con tantas estrellas del béisbol".
Cuando se menciona la crema de los cátchers de la Liga Nacional, surge el nombre de Molina de manera casi automática. Otro es , el careta de los Gigantes que fue elegido titular del Viejo Circuito en las votaciones de los fanáticos. Pero cuando se habla de categorías como WAR defensivo, Carreras Defensivas Salvadas, porcentaje de corredores atrapados en intento de robo y el "cuadre" de los pitcheos, hay otras figuras en la Nacional que tienen buenos argumentos, tales como el cubano , el venezolano y J.T. Realmuto.
Ahora bien, un aspecto que siempre se ha destacado en los predios de San Luis y alrededor del béisbol ha sido el liderazgo y los famosos "intangibles" que aporta Molina, quien ha sido parte de dos equipos campeones de los Cardenales, equipo que ha ayudado asistir a ocho postemporadas desde que asumió el puesto de receptor titular en el 2005.
"Cada vez que nosotros mencionamos a Yadi, decimos que es el líder de nosotros", comentó el derecho dominicano de los Cardenales, Carlos Martínez, a quien Molina ha dado orientaciones desde que el quisqueyano subió a Grandes Ligas hace cuatro años. "Yadi, con su inteligencia y su experiencia, siendo cátcher, es todo para nosotros.
"Yadi es como si fuera mi padre, mi tío, mi hermano. Es una persona como si fuera mi familia. Me ha dado una confianza grandísima. Después de Dios y mi familia, también le doy las gracias a Yadi. Con él he aprendido muchísimas cosas buenas".
Los números de Molina sí justifican su presencia en Miami. En oriundo de Bayamón terminó la primera mitad de la temporada bateando .270/.303/.411 (OPS de .714), con 13 dobles, nueve jonrones y 40 empujadas. A la defensa, ha atrapado al 32% de los corredores en intento de robo, una clara mejoría comparado con el 21% de hace un año.
En otras palabras, con 14 campañas y 1,656 partidos en la receptoría a nivel de las Mayores, Molina sigue rindiendo-si bien ya no es el receptor más dominante de todo el béisbol.
"Mucho trabajo", dijo Molina a la hora de explicar su longevidad. "Con la edad que uno tiene, obviamente se necesita trabajar el doble cada año que pasa".
AÚN NO SE DA POR VENCIDO A NIVEL COLECTIVO
Los Cardenales cerraron la primera mitad con marca de 43-45, a 5.5 juegos de los punteros Cerveceros en la División Central de la Liga Nacional y empatados con los Cachorros por el segundo lugar. A la vez que San Luis lucha por no sufrir su primera temporada con récord negativo desde el 2007, también sabe que quedan posibilidades de "colarse" como campeón de su división.
Con 10 victorias en sus últimos 15 encuentros, los Cardenales creen que no todo está perdido.
"En las últimas semanas hemos empezado a jugar una pelota mejor", dijo Molina. "Seguimos con los ánimos arriba y sabemos que en el béisbol puede haber momentos buenos y momentos malos. No empezamos de la forma en que queríamos, obviamente, pero en las últimas semanas hemos empezado a jugar un béisbol consistente.
"A tratar de seguir jugando esa misma pelota".