Adam Jones fue un jugador muy querido en los Estados Unidos. Jugó piedra, papel o tijera con fanáticos durante los juegos, era capaz de pegarle un pastel a la cara de un compañero cuando le provocaba y, bueno, fue un verdadero héroe deportivo para su país.

Desafortunadamente para nosotros, Jones decidió dejar las Grandes Ligas para jugar con los Orix Búfalos en Japón esta temporada. Afortunadamente para Jones, pareciera que en Japón lo quieren más que nosotros.

¿Cuántos son ésos? ¿Seis, siete, ocho guardias de seguridad? Es como si fuese una estrella de rock. Todo un rey.