Despaigne, decidido a aumentar su récord de HR… y ayudar a Cuba a ganar

6 de marzo de 2023

TAICHUNG, Taiwán – Cuando lo ves por primera vez, probablemente no piensas que el cubano Alfredo Despaigne es un legendario jonronero.

Mide 5’7 (1.70 metros) y -- la mayor parte del tiempo – está riéndose o bromeando con sus compañeros de equipo. Es fácilmente accesible, totalmente distinto a esas personalidades feroces e imponentes que los grandes bateadores generalmente proyectan.

Pero cuando ves su currículum, es obvio que se trata de uno de los más grandes cañoneros en la historia del béisbol cubano.

Tiene el récord de más cuadrangulares en una temporada de la Serie Nacional de Cuba. Sus cuatro premios a Jugador Más Valioso de la Serie Nacional están empatados como la mayor cantidad en la historia, con el miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, Martín Dihigo. Da jonrones de 350 pies con el bate partido. Y ha brillado a nivel internacional, sacando siete vuelacercas en tres Clásicos Mundiales de Béisbol diferentes. Son más de los que tienen otros históricos del WBC como el venezolano Miguel Cabrera o el también cubano Frederich Cepeda. Es, de hecho, la mayor cantidad en la historia del certamen.

“Todo el mundo conoce a Despaigne”, dijo Yoenis Céspedes, su compañero de equipo en el seleccionado cubano. “Todo el mundo sabe que puede batear. Y que tiene mucho poder”.

Despaigne básicamente nació para volar la cerca.

El pueblo en el que nació, Palma Soriano, es también la cuna del rey de los jonroneros de la Serie Nacional de Cuba, Orestes Kindelán. Kindelán es dueño de los récords de cuadrangulares (487), carreras impulsadas (1,511) y bases alcanzadas (3,893) del circuito cubano.

Despaigne ha continuado con la tradición de toleteros de poder de Palma Soriano desde una edad temprana: Pegó 10 cuadrangulares en 83 partidos con Alazanes de Granma cuando tenía 18 años, con línea ofensiva de .313/.341/.491. Cuando llegó a los 20 años, sus números de poder no hicieron sino aumentar. Ganó el premio a Jugador Más Valioso de la liga en la campaña 2008-09, implantando lo que para entonces era una marca para una campaña con 32 jonrones, mientras lograba una insólita línea ser el JMV con un año aun mejor. Conectó 31 vuelacercas, impulsó 97 rayitas y ligó para .404/.489/.814. Sus OPS entre 2008 y 2012 parecen sacados de un videojuego: 1.192, 1.238, 1.303, 1.132 y 1.174.

Pero sus estadísticas a nivel internacional durante ese mismo lapso son quizás hasta más insólitas.

Su actuación del Clásico del 2009 fue la única decepción real, aunque igual dio un jonrón. Luego, bateó .436/.500/1.109 en la Copa del Mundo del 2009 con un récord de 11 bambinazos para ayudar a asegurarle a Cuba la medalla de plata. En el Campeonato Mundial Universitario del 2010, disparó 13 hits en 24 turnos al bate con tres dobles, cuatro cuadrangulares, 12 anotadas y 12 impulsadas en seis partidos. Fue el Jugador Más Valioso del torneo, superando a otros nombres de primera línea como José Abreu y Céspedes, y fue el único bateador que Cuba necesitó en la final contra los Estados Unidos. Así lo reseñó el periódico “Japan Times”:

En un día en el que los poderosos cubanos finalmente parecían derrotables, Alfredo Despaigne parecía invencible. Despaigne conectó un jonrón solitario que empató el juego en la octava entrada y agregó un bambinazo de tres carreras en la décima para llevar a Cuba a doblegar a los Estados Unidos por 4-3 en la final del 5to Campeonato Mundial de Béisbol Universitario el sábado en el Estadio Jingu.

“Creo que jugar para mi país es cuando me siento más cómodo”, dijo Despaigne durante el fin de semana. “Jugar para mi país es una motivación extra comparado con jugar para mi equipo en la liga”.

Despaigne conectó más cuadrangulares que Mike Trout durante los Juegos Panamericanos del 2010. Bateó .474 durante la Copa Intercontinental de ese año. Jugó en la Liga del Pacífico de Japón del 2017 al 2022, liderando el circuito con 35 vuelacercas durante su campaña de debut. Pero su producción durante los últimos dos Clásicos Mundiales, un torneo que se ha convertido casi en las Olimpíadas del béisbol, realmente ha puesto su nombre entre los más grandes.

“No veo la hora de que (Frederich) Cepeda y Despaigne se retiren”, le dijo Jon Deeble, manager de Australia, a MLB.com en el 2017. “Me han atormentado durante 16 años. Nos han destruido. Esto ha seguido y seguido. Son tremendos jugadores, fantásticos”.

El secreto del éxito de Despaigne es sencillo. O al menos eso dice él.

“El éxito mío viene de la forma en la que entreno y mi preparación extra para el Clásico”, aseguró Despaigne.

Combinando todas sus actuaciones en el Clásico hasta el 2017, el toletero diestro tiene siete jonrones, 24 impulsadas y 12 anotadas en 17 desafíos. Ha sido JMV y está entre los cinco primeros de casi todas las principales categorías ofensivas durante ese lapso.

Céspedes está feliz de volver a jugar con su amigo en el Clásico Mundial de este año, y los dos veteranos – líderes del equipo junto a estrellas de MLB como Luis Robert y Yoan Moncada -- esperan finalmente ganar un título para su país.

“Ésa es nuestra mentalidad”, dijo Céspedes. “Los juegos son duros, son difíciles. Pero saldremos al terreno y haremos nuestro mejor esfuerzo”.

Y aunque Despaigne ya tiene el récord del torneo de más cuadrangulares en la historia, no se opone a aumentar ese número... especialmente si ayuda a llevar a su equipo hasta la corona.

"Quiero un par más", sonrió el hombre de 36 años.

Foto arte por Dan Phillips / MLB.com