SCOTTSDALE, Arizona – Sin decir si llegó a presionar al equipo para que lo cambiaran, el antesalista de los Rockies, Nolan Arenado, prometió dejar atrás una temporada muerta llena de fricción entre él y los altos mandos del club.  

“Sólo estoy preocupado por jugar – jugar duro y jugar para mis compañeros”, declaró Arenado el domingo tras su llegada al campamento primaveral de los Rockies. “Salir al terreno y competir. Para eso estoy aquí. Ese es mi trabajo.

“Obviamente, estoy emocionado por jugar. Hay algunas cosas que están pasando. No me preocupan. Estoy preocupado por saltar al terreno, prepararme para la temporada y dar lo mejor de mí”.

Arenado firmó un contrato de ocho años y US$260 millones la pasada primavera, pero los Rockies – tras haber avanzado a octubre en temporadas consecutivas por primera vez en su historia – se desplomaron en 2019 con marca de 71-91. Desde el final de la pasada campaña, la relación jugador-equipo comenzó a fracturarse hasta el punto en que Arenado criticó a la directiva y al gerente general Jeff Bridich por lo que él llamó “una falta de respeto”.

Lo que no ha trascendido en ese trecho es si el estelar antesalista llegó a exigir ser canjeado.  

Desde que se reveló durante las Reuniones Invernales que Bridich estaba dispuesto a escuchar propuestas de los equipos, el gerente general se ha rehusado a hablar sobre cualquier aspecto que tenga que ver con la situación de Arenado. Arenado – quien dijo, “no siento que debo disculparme” sobre las críticas que hizo acerca de cómo él cree fue tratado por el club – prefirió no hablar del tema el domingo.

En una entrevista con Yahoo Sports el viernes, Arenado admitió que existía una “desconexión” con su equipo pero a la vez juró no “poner a mis compañeros de equipo en mala posición”.