Los estrictos protocolos de salud y seguridad implementados por Major League Baseball este año para mantener a los jugadores a salvo del coronavirus han obligado a los Astros a enviar a casa a ocho jugadores de sus campamentos en West Palm Beach, Florida, anunció el manager Dusty Baker el viernes.

Un día después de que los lanzadores dominicanos Bryan Abreu y Ronel Blanco y el venezolano Luis García fueran apartados por los protocolos de salud y seguridad, Baker dijo el viernes que cinco monticulares más le han seguido los pasos: Los quisqueyanos Pedro Báez, Cristian Javier, Enoli Paredes y Francis Martes y el mexicano Héctor Velázquez. No está claro si los jugadores arrojaron positivo por COVID-19 o estuvieron en contacto con alguien que está positivo.

“No podemos dar detalles, sólo que están siguiendo los protocolos de salud y seguridad”, dijo el gerente general de los Astros, James Click.

Según el manual de operaciones de MLB, una persona que ha sido identificada por haber estado en contacto con alguien con un caso confirmado de COVID estará sujeto a cumplir una cuarentena obligatoria de siete días y debe arrojar negativo a partir del quinto día y cumplir con otros requisitos para reintegraste a los entrenamientos. Los jugadores que arrojen positivo tendrán que aislarse por un mínimo de 10 días y deben recibir un alta médico.

“Sabíamos que era una posibilidad”, confesó Click. “Es inevitable que los muchachos estén expuestos. Pese a que no están en las instalaciones, tenemos un plan para que continúen con sus ejercicios y puedan estar listos para el comienzo de la temporada”.