ATLANTA -- Hace un año, Pedro Báez tuvo una recta final tan negativa que no hizo ni una sola presentación durante la postemporada por los Dodgers mientras el equipo llegaba hasta el Juego 7 de la Serie Mundial.
En el 2018, esa historia ha dado un giro de 180 grados, ya que el lanzallamas dominicano ha recuperado el comando de su fulminante recta y sus otros pitcheos. Después de tirar un total de 2.1 ceros en dos presentaciones de la Serie Divisional de la Liga Nacional contra los Bravos-y en situaciones apremiantes-Báez se ha solidificado como pieza clave del relevo de Los Angeles.
"Le doy gracias a Dios por darme la oportunidad de salir al terreno a hacer el trabajo que tengo que hacer", dijo Báez al celebrar la victoria de los Dodgers sobre los Bravos en la primera ronda de los playoffs.
Para Báez, ha sido un largo camino lleno de tropezones. Firmado como tercera base y convertido en lanzador debido a la fuerza en su brazo, el oriundo de Baní terminó la campaña regular del 2018 con efectividad de 2.88 en 56.1 entradas, con 9.9 ponches por cada nueve innings. Desde mediados de agosto, el quisqueyano ha entregado presentaciones sin permitir carreras en 20 de sus últimas 21 oportunidades.
"Él ha tenido algunos altibajos en el último par de años, así que estamos bien orgullosos de la forma en que regresó de la lista de incapacitados (en julio)", dijo el gerente general de los Dodgers, Farhan Zaidi. "Fue uno de nuestros relevistas más confiables en la recta final. Lanzó en momentos importantes en (la Serie Divisional) y le tenemos tanta confianza como a cualquiera de nuestros otros relevistas. Ha llegado lejos".
Ahora son los Dodgers que quieren llegar lejos. El año pasado, el bullpen fue un fuerte del equipo, pero con otras figuras. En esta oportunidad, Báez ha recuperado su lugar en la jerarquía del relevo azul.
"Gracias a Dios por el trabajo que he hecho y me siento muy contento", dijo el diestro.