Báez encendido desde su llegada a Mets

19 de septiembre de 2021

NUEVA YORK -- Puede que los Mets no estén haciendo mucho ruido en estas últimas semanas de la temporada, pero un importante miembro del equipo definitivamente no ha parado de producir.

Desde que se unió a los Mets el 30 de julio tras un cambio con los Cachorros, el puertorriqueño Javier Báez ha puesto números comparables con algunas de las mejores adquisiciones de mitad de campaña en la historia, bateando .306/.381/.581 con nueve jonrones, 26 carreras anotadas y 19 carreras empujadas. Son números comparables con los del cubano Yoenis Céspedes, quien bateó .295/.345/.605 con 10 jonrones, 23 anotadas y 26 remolcadas en sus primeros 139 viajes al plato, la misma cantidad de apariciones que tenía Báez tras la jornada del viernes.

“Sencillamente muchísima energía, un jugador bien emocionante”, dijo recientemente sobre Báez el lanzador Taijuan Walker.

Báez además se ha robado cuatro almohadillas, aportando velocidad y excelente corrido de bases, y ha jugado una gran defensiva en la segunda base. Si lo que ha hecho no ha recibido tantos elogios como sucedió en el caso de Céspedes, se debe principalmente a que los Mets no han convertido en victorias las contribuciones de Báez.

Para estar claros: no es como si Báez no representa un riesgo a largo plazo. Hombre de hacer swing constantemente, Báez tiene una tasa de ponches de 33.6%, la más alta desde su temporada de novato. Luego está aquel asunto del “pulgar hacia abajo” que Báez inició a principios de este mes, cuando reveló que él, su compatriota Francisco Lindor y otros jugadores de los Mets estaban esencialmente “abucheando” a sus propios fanáticos, acciones por las que luego Báez tuvo que disculparse.

Pero cuando se hace un balance, Báez pareciera haber hecho más que suficiente para que la gente se pregunte si los Mets podrían considerar firmarlo a largo plazo.

“A mí siempre me ha gustado Nueva York, estar aquí”, dijo Báez esta semana. “En el pasado, jugando para los Cachorros, usualmente estaba aquí pocos días. Pero tengo mucha familia aquí, así que ha sido grandioso… Yo obviamente amo Nueva York”.

Como en el caso de la mayoría de los jugadores, la decisión final de Báez dependerá seguramente de los dólares, y a estas alturas no está claro qué tipo de contrato podría estar buscando, ni tampoco qué le espera en el mercado libre. Si bien los Mets ciertamente podrían usar a un jugador de sus características, también es verdad que llegarán al invierno necesitados de reforzar el cuerpo de pitcheo y los jardines. No está descartado que los Mets puedan ofrecer contratos de US$100 millones o más para jugadores en esas áreas, lo que podría hacer que prefieran opciones más económicas en la segunda base.

Báez va a buscar sin dudas un contrato de nueve dígitos, considerando los pactos que aseguraron recientemente Lindor (US$341 millones) y el dominicano Fernando Tatis Jr. (US$340 millones). Está por verse si los equipos consideran a Báez como parte de ese mismo grupo. Y en medio de un panorama en la agencia libre que también incluye al puertorriqueño Carlos Correa, Trevor Story y Corey Seager, las posibilidades de que Báez logre crear una guerra de ofertas a su alrededor dependerán probablemente de si equipos de mercados grandes como Dodgers y Padres entran en la puja.

Si no lo hacen, y el precio de Báez baja, un regreso a Flushing sería más realista. Es una situación similar a la que enfrentaron los Mets después de la temporada 2015, cuando llegaron al invierno sin mayores esperanzas de retener a Céspedes. Sólo después de que múltiples equipos dijeron que no estaban interesados, Céspedes empezó a considerar aquella oferta de tres años por US$75 millones que incluía la posibilidad de salirse del contrato tras la primera campaña.

Ultimadamente, Céspedes regresó a Nueva York. ¿Podría Báez hacer lo mismo?

“Ya veremos”, dijo Báez. “No tengo que tomar esa decisión ahora mismo. Mis números están allí. Veremos qué pasará en la temporada muerta”.