Bartolo Colón se divierte tanto en el clubhouse como en la lomita con Bravos
ATLANTA -- Mientras el dominicano José Ramírez y el cubano Adonis García jugaban billar el domingo en el clubhouse de los Bravos, para relajar el ambiente el quisqueyano Bartolo Colón golpeó uno de los implementos de preparación física contra una silla, creando una clase de sonido de un disparo o una pequeña explosión, para asustar a sus compañeros que estaban cerca.
Aparecieron varias sonrisas nerviosas mientras Colón llevaba una mirada pícara durante su preparación para lo que resultó ser una joya horas después, contra los Padres de San Diego.
En siete entradas, el veterano lanzador concedió apenas un imparable -- un cuadrangular solitario de Ryan Schimpf en el segundo episodio.
"Eso es algo que he hecho desde mis días con Cleveland", explicó Colón sobre sus travesuras antes de los juegos. "También en Anaheim y desde entonces no he dejado de hacerlo. La verdad sólo lo hago cuando tengo que lanzar. Es mi manera de bromear; quiero despertar a todos".
Colón, bien calmado y sin verse decepcionado por la mala presentación que tuvo contra los Marlins cinco días antes, llegó a su apertura contra San Diego con la misma energía que tuvo cuando hizo su debut de Grandes Ligas el 4 de abril de 1997 -- el mismo día que se inauguró el Turner Field.
"Siempre trato de tirar relajado y estar en un buen estado cuando es mi turno en la rotación", manifestó Colón. "Como les digo a todos, para mí el día que tiro es el día más feliz de la semana. Me encanta. Sólo trataba de mantenerme relajado y divertirme".
Con su gran control en su presentación del domingo, luego de permitir seis carreras merecidas en cuatro entradas contra Miami la semana pasada, Colón no defraudó cuando le dijo al inicialista de los Bravos, Freddie Freeman, "la próxima será mejor, Papi. La próxima será mejor".
"Se trata de un muchacho que no sufrirá un paro cardiaco por estrés", dijo el piloto de Atlanta, Brian Snitker. "Probablemente supere en experiencia a todos aquí en el clubhouse. Nada le molesta. Siempre tiene la misma reacción. Es bastante agradable tenerlo aquí".