Bateadores que castigaron a un P del Salón

11 de enero de 2022

Tiene sentido de que las mayores estrellas puedan presentar el mayor reto a otros grandes jugadores.

Tony Gwynn pudo descifrar a Greg Maddux. Chipper Jones castigó a Randy Johnson. Roy Halladay silenció a Derek Jeter. Mike Mussina dominó a Ken Griffey Jr.

Pero el béisbol es un deporte bien curioso. Por eso, en ocasiones, una superestrella enfrenta un obstáculo poco esperado. El mejor ejemplo es que el lanzador que enfrentó la mayor cantidad de veces a Ichiro Suzuki sin concederle imparable fue nada menos que Ryan Vogelson (de 15-0). Nunca se sabe qué puede suceder.

Elegimos cinco ocasiones en la que un lanzador miembro del Salón de la Fama tuvo problemas ante un bateador inesperado. Las selecciones incluyen un mínimo de 40 turnos al plato cara a cara, incluyendo la postemporada.

Bateadores vs. lanzadores en el Salón de la Fama

Mike Redmond vs. Tom Glavine

.438/.471/.604 en 51 turnos

“Tenía que batear contra alguien, porque no hubiera durado tanto aquí”, explicó Redmond, dando un repaso a su carrera. “No puedo explicar cómo, pero tuve bastante éxito contra [Glavine]”. Definitivamente, parece ser un misterio. Redmond tuvo una carrera de 13 años como receptor suplente, sin conseguir 300 visitas al plato en temporada alguna y terminando con OPS de .700 y 13 jonrones.

Sin embargo, un análisis del exgerente general de los Astros, James Click, para el portal Baseball Prospectus en el 2006 señaló que el éxito de Redmond de 1998 al 2004 podía atribuirse a una pequeña muestra -- de la misma manera en que el tirar una moneda al aire en ocasiones resultaría en una gran cantidad cayendo en cara.

“Casi puedo asegurar que Mike Redmond no tiene todas las respuestas contra Tom Glavine”, escribió Click. “Sólo es cuestión de suerte” y de ahora en adelante, no esperaba que continuara con ese éxito. De hecho, ese dominio ya había terminado. Después de comenzar su carrera bateando de 37-21 contra Glavine, Redmond terminó sin hits en sus últimos 11 turnos.

Mickey Morandini vs. Greg Maddux

.337/.361/.490 en 111 turnos

Famoso por frustrar a sus oponentes, Maddux dijo una vez que si un lanzador puede cambiar de velocidad, los bateadores no podrán hacer nada -- “Excepto por ese Tony Gwynn”. La leyenda de los Padres bateó .415 contra Maddux. Morandini no tuvo esa clase de éxito, pero vale señalar que no estaba al mismo nivel de Gwynn. El infielder tuvo una carrera de 11 años y fue convocado al Juego de Estrellas en 1995, aunque tuvo promedio de .268 con OPS de .697. Aunque parecía ser mala suerte que Morandini enfrentó a Maddux 43 veces más que a cualquier otro serpentinero, resultó siendo algo positivo, con nueve extrabases. Y Maddux no fue la única figura que fue víctima del infielder. Morandini también bateó .344 ante John Smoltz (64 turnos) y .370 contra el dominicano Pedro Martínez (27 turnos).

Frank Catalanotto vs. Mike Mussina

.459/.507/.689 en 67 turnos

Aunque tenía problemas contra los zurdos, Catalanotto demostró buenos resultados contra los derechos (OPS de .816) en 14 campañas. Pero a pesar de todo eso, su maestría contra Mussina es impresionante. Catalanotto enfrentó a Mussina más que a cualquier otro serpentinero y produjo al menos OPS de 1.000 en siete de sus ocho temporadas en las que se midieron, conectando 10 extrabases y remolcando 10 carreras. Como novato de los Tigres en 1998, Catalanotto rompió el juego perfecto de Mussina con dos outs en el octavo episodio, fijando el ritmo para el resto de sus respectivas carreras uno contra el otro. “Me supongo que dará un hit”, declaró Mussina en el 2008. “Si es un simple sencillo por el medio del cuadro o una rodada hacia el jardín derecho, de seguro será un hit”.

Jeff Reboulet vs. Randy Johnson

.273/.375/.436 en 66 turnos

Comparado con los otros nombres en esta lista, esta línea ofensiva es la más modesta. Pero vale indicar que Reboulet fue un infielder utility con OPS+ de 72 en su carrera, enfrentándose a uno de los lanzadores más potentes en la historia de las Grandes Ligas. En 1997, cuando Johnson terminó de segundo en las votaciones para el Premio Cy Young de la Liga Americana con los Marineros, Reboulet (en ese entonces con los Orioles) bateó de 6-3 con un cuadrangular y tres pasaportes negociados. Para coronar su desempeño, sacudió un bambinazo en la primera entrada contra Johnson en el Juego 4 de la Serie Divisional, ayudando a Baltimore a asegurar la serie con el triunfo sobre el estelar zurdo. “Fue uno de esos días en el que conté con suerte”, explicó Reboulet después. “No pego tantos jonrones. Solamente le puse el bate a la bola y dejé que la velocidad del pitcheo de Randy hiciera el resto”.

Rafael Ramírez vs. Nolan Ryan

.333/.362/.500 en 58 turnos

Ryan es el líder de todos los tiempos en promedio en contra e imparables concedidos por cada nueve episodios. El dominicano Ramírez, compañero de Ryan en 1988 con los Astros, fue un torpedero que tuvo promedio de .261 con OPS+ de 77 en 13 campañas. Pero de los 60 bateadores con al menos 50 visitas al plato contra Ryan, sólo el dos veces ganador del Bate de Plata, George Hendrick, y Carl Yastrzemski tuvieron un mejor promedio que Ramírez, quien pegó dos dobletes y dos cuadrangulares ante el lanzallamas. Aunque toda esa producción llegó después de que Ryan cumplió 33 años, el derecho estuvo casi imbateable mucho después de los 40.

Gene Oliver vs. Sandy Koufax

.392/.426/.647 en 54 turnos

De los 56 bateadores que enfrentaron a Koufax al menos 50 veces, el mejor OPS le perteneció a Hank Aaron. El tercer mejor fue Willie Mays. El mejor entre las dos leyendas fue Oliver, un receptor, inicialista y guardabosque suplente que pasó la mayoría de su carrera con los Cardenales y Bravos. Durante el trecho en que se enfrentaron (1959-66), los oponentes de Koufax tuvieron una línea ofensiva general de .201/.263/.306. Oliver no tuvo esa clase de inconvenientes. Durante lo que algunos consideran la mejor temporada de Koufax (1963), cuando el zurdo fue reconocido con el JMV y Cy Young de la Liga Nacional y concedió OPS de .501, Oliver se fue de 14-6 con un doble, dos jonrones y seis impulsadas.