Cody Bellinger le robó un jonrón Fernando Tatis Jr. con su ya súper famosa atrapada del Juego 3 de la SDLN la noche del miércoles. En un deporte de equipo, fue un raro momento uno contra uno entre dos de las superestrellas más grandes del béisbol. Y fue maravilloso.

Las emociones, por supuesto, hirvieron después de la jugada. Hubo gritos y hasta un beso lanzado y una gorra y un guante tirados. Se dijeron cosas de las que probablemente se arrepintieron luego.

Pero luego, en el Juego 3 la noche siguiente, los dos principales protagonistas de la jugada – Bellinger y Tatis Jr. – se cruzaron en la segunda base en el segundo inning. No hubo gritos. Ni malas miradas. Y nadie se agachó a amarrarse el zapato para que el otro se cayera e hiciera el ridículo frente a millones de persona. (Aunque eso hubiese sido graciosísimo, claro).

Lo que pasó fue esto.

Puras risas. Es difícil entender qué se dijeron en esa toma, pero pareciera que Bellinger le dijo algo como, “Lo siento, baby… me hubiese molestado un montón si me haces eso a mí”.

Bien divertido ver a dos tipos reaccionar de esta manera después de un juego como esa y una jugada como esa, de las que cambian una serie. Probablemente pensaron que fue tan cool como todos nosotros.