Ya se acerca la hora de develar los resultados de la votación realizada por el Baseball Writers Association of America (BBWAA) y conocer los llamados a formar parte de la Clase del 2024 del Salón de la Fama del Béisbol.

Nunca faltará algún debate sobre el proceso del cual nuevamente tengo el privilegio de ser partícipe como miembro de la BBWAA. Para ser exaltados al Nicho de los Inmortales, los candidatos necesitan recibir el 75% de los votos emitidos, algo que no es tan fácil como parece en algunos casos debido a la “Era de los Esteroides” y el pedido de no sólo mirar las estadísticas sino también la “integridad” y “carácter” del candidato.

Dicho eso, mi boleta del 2024 fue compuesta por ocho exjugadores: Bobby Abreu, Adrián Beltré, Carlos Beltrán, Todd Helton, Andruw Jones, Joe Mauer, Gary Sheffield y Billy Wagner.

LOS NUEVOS

De los 12 candidatos que entraron en la boleta poara el 2024, solo escogí a Adrián Beltré y Joe Mauer. En el caso de Beltré, el tercera base quisqueyano es una línea para unirse al manager Jim Leyland, quien fue escogido en diciembre por el Comité de No Jugadores de la Era Contemporánea del Béisbol.

En su carrera de 21 campañas, Beltré finalizó con promedio de .286 con 3,166 hits, 477 jonrones, 1,707 carreras impulsadas y ganó cinco Guantes de Oro. Y su WAR (93.5) lo colocan tercero entre antesalistas detrás de Mike Schmidt y Eddie Mathew.

Mauer, por su parte, fue uno de los mejores receptores y bateadores en sus nueve años detrás del plato antes de tener que trasladarse a primera base por las lesiones. Pero durante ese periodo, como receptor del 2005 al 2013, tuvo promedio de .323 – solo Miguel Cabrera tuvo un promedio de bateo más alto.

Fue una máquina de bateo con un promedio de .306 de por vida, 2,123 hits, 143 jonrones y 923 carreras impulsadas. Ganó tres títulos de bateo, un premio de Jugador Más Valioso, tres Guantes de Oro, cinco Bates de Plata y fue seleccionado a seis Juegos de Estrellas.

Para algunos, sus números de poder y el decaimiento de sus números del 2014 al 2018 juegan en su contra, pero el hecho de ser una superestrella en la posición más exigente del béisbol, fue más que suficiente para darle el voto.

LA NOVEDAD

Gary Sheffield: Nunca voté en las nueve ocasiones anteriores por el jardinero, pero en esta ocasión lo incluí y con ello posiblemente abrí la puerta para el repudio de un sector. Siempre consideré a Sheffield como un posible candidato, pero su mención en el escándalo de BALCO por usar una “crema” estuvo latente.

O sea, volvemos a la Era de los Esteroides. ¿Quién usó y quién no? Nunca dio positivo, algo que he defendido a la hora de emitir votos a jugadores que han sido blancos de sospechas. Lo cierto es que Sheffield fue un temible toletero: .292 de promedio, 509 jonrones, 467 dobles, 1,676 remolcadas y 1,475 bases por bolas. Nueve veces fue al Juego de Estrellas, ganó un título de bateo y cinco Bates de Plata.

En su último turno al bate para el Salón de la Fama, si se queda fuera por un voto, no será por mí. ¡Qué venga el fuego!

LOS QUE REGRESAN

Todd Helton: Llevo un par de años cuestionando cómo es posible que Todd Helton todavía no está en el Salón de la Fama. Mira los números: .316 de promedio de por vida, 2,519 hits, 369 jonrones y 1,406 carreras impulsadas; bateó sobre los .300 en 12 de sus 17 campañas, ganó un título de bateo con un promedio de .372, y obtuvo tres Guantes de Oro. El argumento de que jugó en Colorado es buscarle tres (o cinco) patas al gato.

Carlos Beltrán: La única razón por la cual el jardinero puertorriqueño no entró en su primer año de elegibilidad (46.5%) fue por el escándalo del robo de señales de los Astros de Houston. Cada votante tendrá que analizar cómo lidiar con ese asunto, pero los números de Beltrán están ahí.

Terminó su carrera con .279, 2,725 hits, incluyendo 435 jonrones y 565 dobles, 1,587 carreras impulsadas, 1,582 anotadas, y se robó 312 bases. Fue Novato del Año de la Liga Americana en 1999 con los Reales de Kansas City y escogido nueve veces al Juego de Estrellas, y por mucho tiempo fue uno de los mejores jardineros defensivos con tres Guantes de Oro. También dejó su huella en postemporada con promedio de .307, 16 bambinazos y 42 remolcadas, un porcentaje de slugging de .609 y un OPS de 1.021, y ganó un anillo de Serie Mundial en el 2017 con los Astros.

Andruw Jones: El jardinero curazoleño llevaba un paso hacia el Salón de la Fama antes de una caída estrepitosa en las últimas cinco temporadas que lo dejó con un promedio de .254, 434 bambinazos y 1,289 remolcadas. Pero esas primeras 11 campañas con los Bravos fueron increíbles con 368 jonrones y 1,117 carreras impulsadas, y ganó 10 Guantes de Oro consecutivos y tuvo un WAR defensivo de 26.6 con Atlanta.

Billy Wagner: Soy un defensor de los relevistas. El taponero zurdo tuvo 422 salvados, efectividad de 2.31 y 1,196 ponches en 16 campañas.

Bobby Abreu: Desde que el venezolano entró en la boleta le he dado mi voto y he tenido muchos debates con colegas sobre ello. Considero que tiene los números: 2,470 hits, 574 dobles, 59 triples, y 288 jonrones y 400 bases robadas. Su WAR de 60 está a la par con otros jardineros como Andre Dawson (64.8), Dave Winfield (64.2), Vladimir Guerrero (59.4) y Kirby Puckett (51.1) que están en el Salón de la Fama.