LOS ÁNGELES -- Por más que los Bravos no quieran escuchar el discurso nuevamente, éste cobrará fuerza a menos que logren convertirse en el más reciente equipo profesional de Atlanta que deja ir una ventaja cómoda en playoffs.

Fue difícil no pensar en la posibilidad de otro desplome cuando los Bravos cayeron por 11-2 a manos de los Dodgers en el Juego 5 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional el jueves en el Dodger Stadium.

“Ese va a ser el tema de discusión”, dijo el inicialista de los Bravos, Freddie Freeman. “Lo mencionan a diario. No creo que quede alternativa hasta que le pongamos fin a ese discurso. Nos vamos a casa con ventaja de 3-2. Es una buena posición”.

Atlanta aún tiene ventaja de 3-2 en la serie al mejor de siete juegos, y el Juego 6 y el Juego 7 el domingo (de ser necesario) se disputarán en el Truist Park. Eso es algo reconfortante, aunque no parece existir dicha tranquilidad para los equipos con sede en el área de Atlanta.

Entre los colapsos más recientes de la ciudad: la ventaja de 28-3 que dejaron ir los Halcones de Atlanta en el Súper Tazón LI en contra de los Patriotas y la ventaja de 13-0 al medio tiempo que se le esfumó a la Universidad de Georgia frente a Alabama en el playoff por el Campeonato Nacional Colegial en 2018.

Los Bravos llegaron a la postemporada habiendo ganado apenas dos de sus últimos 12 partidos del 2002 al 2020 en los que pudieron haber asegurado un pase a la siguiente ronda. De su parte, los Dodgers han ganado siete partidos de eliminación consecutivos, lo cual representa la tercera racha más larga de esa índole en la historia de Grandes Ligas.

Aun así, el capataz de Atlanta, Brian Snitker, sabe que su equipo está en mejor posición de lo que muchos contra los campeones reinantes de la Serie Mundial.

“Tenemos que ganar uno de dos juegos”, dijo Snitker. “Si no podemos, entonces no merecemos avanzar a la próxima [ronda]. Veo bien nuestras posibilidades”.