“El Tiburón”: El arte de los apodos en MLB

Polo Ascencio es bien creativo a la hora de asignarlos en los Cardenales

17 de septiembre de 2021

SAN LUIS – Cuando Nolan Arenado llegó al plato para agotar un turno en la octava entrada del Juego Inaugural en casa el 8 de abril, Polo Ascencio, quien estaba sentado tres niveles por encima del terreno, fue sorprendido y no tuvo mucho tiempo para reaccionar. Arenado envió el primer pitcheo que vio por encima de la pared del jardín izquierdo. Fue un momento importante para el cañonero recién adquirido por el equipo de San Luis.

Afortunadamente, Ascencio -- narrador en español de los Cardenales – no necesitó mucho tiempo. El mexicano llegó al Busch Stadium para su sexta temporada con el club con una carta (y un apodo) debajo de la manga.

“¡El Tiburón ha llegado!”, proclamó Ascencio mediante la señal de WIJR 880 AM, La Tremenda.

Los seguidores del equipo han venido acostumbrándose a apodos con esas características a lo largo de la campaña. A veces con anticipación y en ocasiones de forma espontánea, Ascencio viene bautizando a los jugadores de San Luis con distintos apodos.

Para los narradores, especialmente los de radio, describir el juego es un arte. Los apodos son los toques finales de su obra. 

“Nunca he tratado de forzar un sobrenombre”, dijo Ascencio. “Si no se siente bien, me detengo y digo: ‘¿Qué haces? Déjalo’”. 

Ascencio es un discípulo del también mexicano Eduardo Ortega, legendaria voz en español de los Padres--primero como oyente y luego como alumno, cuando ingresó al negocio. Ascencio ha visto de cerca cómo nacen los apodos. Por ejemplo, el cerrador y miembro del Salón de la Fama, Trevor Hoffman, fue bautizado como el “Trébol de la Suerte”. El ocho veces campeón bate, Tony Gwynn, era llamado “El Campeón”.

Pero cada narrador es diferente. 

Arenado ha sido bautizado como “El Tiburón”, por su violenta y a la vez sutil manera de defender la antesala, por cómo se desempeña en el terreno y por la manera en la que completa las jugadas que parecen imposibles.

Ése no fue el sobrenombre original. Ascencio primero lo apodó “El Toro”, el nombre de la secundaria a la que asistió el cañonero.

Pero para el narrador oriundo de Tijuana, quien creció viendo a los Dodgers, utilizar ese apodo para alguien no llamado Fernando Valenzuela “sería un pecado”.

Entonces, “El Tiburón” se quedó. Pero ése es apenas es el comienzo de una larga lista de apodos.

Paul DeJong – El Príncipe 

Muchos de los apodos creados por Ascencio son inspirados por lo que ve, pero ninguno acude más a la imaginación que el de DeJong. Dice que su semblanza le hace recordar un príncipe de Disney.

Yadier** Molina – El Capitán**

El apodo tradicional del puertorriqueño, el que utiliza en sus redes sociales es “El Marciano”. Pero no hay otro jugador que lidere más a los Cardenales que Molina; de allí el sobrenombre. 

Por cierto, el compañero de transmisión de Ascencio es Bengie Molina, hermano de Yadier.

Tyler O'Neill** -- RoboCop** 

A veces, todo nace de un momento. En este caso, fue del 22 de septiembre del 2019, cuando O'Neill conectó un jonrón de oro ante los Gigantes y sus compañeros le arrancaron la camisa.

El físico de O'Neill le recordó a Ascencio a RoboCop.

Harrison Bader – El Conejo

Aquí, se basó en la forma de jugar. Cada vez que corre, la cabellera de Bader se mueve con el viento, asemejando las orejas de un conejo. Bader lo sabe y le gusta.

“Es rápido, pero sabe para cuándo tiene que hacerlo. Es como ver a un conejo”, dijo Ascencio. 

Adam Wainwright -- Tío

Similar a Molina, el monticular parece ser eterno. La curva de Wainwright se llama Tío Charlie, así que él fue bautizado como “El Tío”.

Jack Flaherty** – La Flama**

Sencillo, todo se debe a la recta dinamita de Flaherty y su presencia en la loma. 

Dylan Carlson – El Prodigio

Carlson tiene apenas 22 años y se ha convertido en una pieza importante para los Cardenales.  

Alex Reyes – El Rey de Reyes

Apodos basados en nombres. Nunca saldrán mal.

Giovanny Gallegos – El Peyton** de México** 

Oriundo de Obregón, Gallegos creció bien apegado de una camiseta que tenía del mariscal de campo Peyton Manning de los Potros en el fútbol americano. La utilizaba en todos lados. Los amigos y familiares empezaron a llamarlo Peyton.

“¿Para qué cambiarlo ahora? Dijo Ascencio. 

Mike Shildt – Jefecito

No hay otro mejor para un manager. 

Paul Goldschmidt – Don Dorado

El Dorado es una ciudad mítica de oro. Don se dice por respeto. Ambos van acorde con lo que dice su apellido. Gold, oro en inglés.

Edmundo Sosa – El Elegante

Cada movimiento del panameño en el terreno tiene su propósito. Es fluido y rápido. 

“El muchacho es bien elegante”, señala Ascencio. “Por eso es ‘El Elegante’”.