Carew cuenta su historia en nueva autobiografía

15 de mayo de 2020

MINNEAPOLIS – En estos días, cuando Rod Carew necesita algo de tiempo para sí mismo, el panameño normalmente espera hasta alrededor de las 11 p.m. antes de subirse a su carro convertible y bajarle la capota para después conducir por las autopistas del sur de California. Mientras el cálido viento nocturno circula a su alrededor, nada separa a Carew de su hija, Michelle, en algún lugar de ese mar de estrellas.

Carew también acostumbraba a hacer estos viajes por carretera en 1996, mientras Michelle libraba su lucha contra la leucemia en la habitación 306 del Hospital Infantil del Condado Orange, en California. En aquellos días, el panameño acostumbraba a hacer esos viajes de noche, en ocasiones hasta otros estados de la Unión Americana como Nevada o Utah. Para él, estos viajes por carretera representaban un encuentro privado con Dios. Hoy en día, estos viajes son su tiempo en privado con Michelle.

"Tenemos una conversación. Hablo con ella", expresó Carew, ex estelar de los Mellizos y Angelinos exaltado al Salón de la Fama de Cooperstown en 1991, mediante una entrevista vía telefónica. "Todavía, hasta el día de hoy, sigo haciéndolo porque relaja mi mente y me permite sumergirme en el mundo de tratar de hacer el bien para la gente y dejar el egoísmo de lado".

Antes de que Michelle perdiera su conocida batalla contra la leucemia hace 24 años, ella le pidió a su padre que utilizara su plataforma para crear consciencia acerca de la gran necesidad de donantes que tienen los bancos de médula ósea alrededor de los Estados Unidos. Fue una petición bastante difícil para Carew, quien había permanecido distanciado de los medios y era bien reservado a la hora de expresarse en público durante su carrera como jugador.

La vida de Carew dio un giro de 180 grados. Encontró un propósito, asegura él mismo, al utilizar su figura como estrella de Grandes Ligas para tratar de llamar la atención y crear consciencia en temas importantes de salud pública que han cambiado su vida profundamente a través de la batalla de Michelle y su propia lucha reciente con la insuficiencia cardíaca. Es por ello que Carew trabajó con el escritor Jaime Aron y la casa editorial Triumph Books para crear su nueva autobiografía, "One Tough Out: Fighting Off Life's Curveballs" ("Un Out Difícil: Luchando Contra las Curvas de la Vida"), la cual fue lanzada al público el martes.

"[La gente] necesita examinarse y acudir al médico", indicó Carew. "Lo que ves por fuera no es lo que está pasando por dentro. Sólo quería crear consciencia en las personas, dándoles un poco de consejos y permitiéndoles ver lo que nos puede suceder a cada uno de nosotros. Y deben tener fe. Porque la fe ha jugado un papel bien importante sobre todas las cosas que me han pasado a lo largo de los años".

Ésta no es la primera vez que Carew publica una autobiografía. La primera, titulada "Carew", fue publicada en 1979. Eso fue cuando el entonces primera base fue enviado de los Mellizos a los Angelinos y se encargó de escribir esas memorias bajo la urgencia de su agente, quien deseaba que los fanáticos en el sur de California se dieran a la tarea de conocer al estelar infielder que culminaría su carrera de 19 años en las Mayores en Anaheim.

Aquella biografía se trató de Rod Carew, el jugador. "Un Out Difícil" es más personal, con las historias de los 3,053 hits y siete títulos de bateo apiñadas dentro de una de las tres partes del libro, que hacen énfasis en el deseo de Carew de ayudar a la comunidad y su inquebrantable fe en medio de batallas personales y de salud que impactaron fuertemente cada faceta de su vida antes y después del béisbol.

"Tuve que madurar", exclamó Carew. "Y lo tuve que hacer con rapidez, especialmente después de perder a mi primera hija. Fue lo más doloroso que un padre podría pasar. Con eso, ella me ayudó bastante para que yo me expresara en público, porque ella sabía que yo no era muy bueno hablando con los medios, y me dijo, 'Papi, tienes que hacerlo. En todo caso, quiero que lo hagas, porque es importante. Hay tantos pequeños para quienes tú podrías ser una voz'.

"De no haber sido por ella, no me hubiese abierto de la manera en que lo hice por todos estos años".

Como Carew lo describe, tuvo mucha razón para madurar debido a su crianza en un hogar en el que predominaba la figura de un padre abusivo tanto física como emocionalmente en Panamá, y el ex jugador se expresa acerca de cómo esas experiencias causaron que formara un escudo emocional y una falta de confianza natural hacia los demás. 

Se trata de un vistazo detrás de bambalinas para los fanáticos del béisbol a no sólo su carrera de Salón de la Fama, sino a lo que Carew espera sea una vida igualmente condecorada que le siguió después de que la pérdida de Michelle le cambiara la vida y la manera de ver el mundo. También detalla su trabajo con Be The Match, un registro de médula ósea, y la American Heart Association y sus esfuerzos con los Mellizos y Major League Baseball en la campaña "Heart of 29", la cual sigue siendo una parte importante en las labores caritativas del club en la región norteña del Medio Oeste.

"Quiero que [los lectores] entiendan que soy una buena persona y que soy una persona de Dios", manifestó Carew. "Confío en el Señor y creo en el Señor. Quizás, en algún momento de sus vidas, la gente que está batallando con sus creencias y con sus pensamientos, quizás esto le brinde esa puerta abierta para armarse de valor y decir, 'Padre, aquí estoy. Cuídame. También deseo ser gran parte de tu vida'. Algunas personas dirán, 'Bueno, ése es un tema bien trillado', pero es la verdad. Eso es lo que yo creo".