Carlos Gómez practicó el bateo con los Cerveceros en Miami

5 de julio de 2025

MIAMI — sabe que todo será por diversión cuando más adelante este mes intente sacar una bola del American Family Field junto a Prince Fielder, Ryan Braun y otros exjugadores de los Cerveceros, como parte de la celebración de la temporada número 25 del equipo en su estadio techado. Pero si va a batear frente a los fanáticos que lo ayudaron a convertirse en All-Star, el dominicano quiere hacerlo bien.

Y eso requiere práctica.

Así que cuando una visita a Miami con su hijo Jandel, de 16 años, coincidió con el inicio de la serie de tres juegos entre los Cerveceros y los Marlins, Gómez preguntó si podía participar en las prácticas de bateo. Los Cerveceros aceptaron, permitiéndole tomar sus swings el viernes en un grupo de bateo que incluía al primera base Rhys Hoskins.

El swing se veía muy familiar, y Gómez conectó varios jonrones durante sus tres rondas de bateo. También lo era el bate. Usó uno de sus antiguos modelos Marucci, grabado con su nombre.

“No es algo tan serio, es más como la adrenalina de volver a pisar [el terreno] en el Miller Park con mis excompañeros”, expresó Gómez, en referencia al nombre que tenía el estadio durante su etapa de seis años con los Cerveceros, del 2010 al 2015. “Con esta organización, vienen muchos buenos recuerdos a la mente. Estoy emocionado”.

Los Cerveceros tendrán a un grupo de exjugadores presentes para su juego del 25 de julio contra los Marlins en Milwaukee, quienes en conjunto representan cada año que el equipo ha jugado en Miller Park/American Family Field, desde Mark Loretta y el equipo del 2001 hasta el grupo actual que dio la bienvenida a Gómez en el clubhouse el viernes.

El quisqueyano jugó porseis equipos durante su carrera en Grandes Ligas, pero su corazón sigue estando con Milwaukee.

“Esta organización me dio mucho, me dio la oportunidad de ser quien soy”, dijo Gómez, quien representó a los Cerveceros en los Juegos de Estrellas del 2013 y el 2014. “Cada organización me dio un trabajo. Pero pasé casi seis años [en Milwaukee], y tengo un muy buen recuerdo de cómo trataron a mi familia, de cómo me trataron a mí. Cada vez que llego a Milwaukee, siento el cariño”.