César Vargas anhela triunfar como abridor en los Padres

28 de abril de 2016

SAN FRANCISCO - Cuando César Vargas se mida el viernes a los Dodgers en Los Ángeles, lo hará con el pleno respaldo de una organización que está convencida de que el derecho mexicano tiene el talento indispensable para establecerse como abridor en las Grandes Ligas.
"Dispone de una mezcla de cuatro envíos y eso lo hace una pieza atractiva para abrir", explicó el dirigente de los Padres de San Diego, Andy Green. "El otro día [en su debut el 23 de abril frente a los Cardenales de San Luis] le pegaron un jonrón, pero usualmente el daño que le hacen es con sencillos.
"Su recta cortada es un pitcheo bien difícil de leer para los bateadores", reveló Green. "No muchos cuentan con una 'cutter' que actúe como la de César. Su curva rompe bien en la zona tantas veces como él lo desee. Y tiene buen tacto para el cambio y la recta [de cuatro costuras]".
Uno se imagina que el joven dirigente de los Padres habla de un veterano al referirse de esa manera al novato de Puebla, México, pero en realidad el muchacho de 24 años de edad lo impresionó desde los Entrenamientos de Primavera.
Green no es el único integrante de los Frailes que le ve buen futuro a Vargas, quien estuvo con la organización de los Yankees de Nueva York del 2009 al 2015, fundamentalmente como relevista.
Cuando Vargas se lanzó a la agencia libre de las Ligas Menores en invierno pasado, varios equipos estuvieron interesados en sus servicios, pero el diestro firmó con los Padres el 20 de noviembre del 2015 porque dicha franquicia era una de las que estaban dispuestas a ofrecerle de una vez un pacto de Grandes Ligas.
"Personalmente, me gusta su compostura", declaró Green. "Cuando está en la lomita, luce relajado y no deja que el juego vaya demasiado rápido para él. Es bueno evaluándose. Palpa bien lo que se le dice y lo que se le aconseja".
Algunas cosas que necesita aprender no van a dar un desenlace positivo de la noche de la mañana. No le pasa a ningún lanzador y Vargas no va a ser la excepción. No hay sustituto para la experiencia.
"Se necesita tener comando de la zona de strike", analizó Green, ex pelotero de Grandes Ligas con los Diamondbacks de Arizona y los Mets de Nueva York. "Necesita ponerse arriba en la cuenta [de bolas y strikes]. Si tira su 'cutter' abajo, tendrá más oportunidades de salir airoso de sus equivocaciones. Y si se pone adelante con ese lanzamiento, todo dependerá de cómo domine la zona de modo consistente.
"Necesita comprender cuándo debe tirar la curva en strike o cuándo emplearla para ampliar la zona", diagnosticó Green. "Lo vamos a usar contra los Dodgers y competirá en Dodger Stadium, lo cual estoy seguro va a ser bien emocionante para él".
El deseo por brillar como pelotero no es una experiencia nueva para Vargas. Le viene de cuna. Su padre, Ignacio, actualmente instructor de lanzadores de los Sultanes de Monterrey en la Liga Mexicana, fue también un jardinero que con el tiempo se hizo pitcher para aprovechar la potencia de su brazo.
"Siempre ha estado en mi carrera, me ha apoyado, me ha dado buenos consejos, ha trabajado conmigo", manifestó el novato de los Padres al hablar de su progenitor. "Ha sido mi ídolo. Yo iba a verlo jugar, siempre anduve con él. Admiré a [el panameño] Mariano Rivera y a Mike Mussina. Fueron piezas fundamentales en mi desarrollo".
El hecho de que el joven Vargas mencione a Rivera hace pensar en aquella recta cortada devastadora que le brindó al istmeño tantos éxitos y que eventualmente lo llevará al Templo de los Inmortales. Para César, ese envío surgió de modo natural.
"Desde que yo firmé, tuve ese pitcheo, porque mi recta se movía un poquito y yo jamás intenté hacer nada para lograr eso", recordó Vargas. "Era como si estuviera tirando una recta de cuatro costuras. Más adelante me dieron un nuevo 'grip' [agarre] y es lo que uso ahora".
El sueño de Vargas siempre fue el de ser abridor, pero se daba cuenta de que con los Yankees no iba a poder coronar ese anhelo.
"En la República Dominicana [Liga de Verano] me tenían de relevo", dijo Vargas. "No fue que hasta que comenzó a aumentar mi velocidad que me hicieron abridor. Después tomaron la decisión de mandarme otra vez al bullpen.
"Tal vez quedaba una esperanza en mí de volver a abrir, pero tenía que esperar las decisiones de los coordinadores", contó el poblano. "Cuando me hicieron cerrador [hilvanó 11 salvados en Clase 'A' en el 2014] de verdad me fascinó, pero al siguiente año me dejaron como 'set-up' [antesala del taponero] y relevo largo. Ya así no me gustó tanto. Cuando quedé como agente libre, los Padres sí me visualizaron como abridor".
En la temporada más reciente de la Liga Mexicana del Pacífico, Vargas fue relevista con los Naranjeros de Hermosillo "porque ellos ya tenían su base abridora".
Fieles a su convicción de que Vargas tiene talento como abridor, los Padres lo instalaron como tal en Doble-A, donde tenía efectividad de 1.42 en dos aperturas, con 14 ponchados en 12.2 episodios con los Misioneros de San Antonio (Liga de Texas) cuando se produjo el llamado a las Grandes Ligas.
"Estaba enfocado en mi siguiente apertura y cuando me dieron la noticia fue una sorpresa, una experiencia muy bonita", relató Vargas. "Llamé a mi familia. Todos se pusieron bien contentos".
La historia de la pelota está repleta de principios sonrientes que perduran, pero también de inicios promisorios que terminan en amargura. Vargas no desea que su ascenso sea flor de un solo día.
"Quiero aprender de mis compañeros, trabajar duro día con día, enfocarme, tratar de ejecutar pitcheo por pitcheo", es el ferviente deseo de esta promesa de la pelota mexicana.