Crece el impacto de Colombia en Grandes Ligas

27 de mayo de 2019

La cumbia sonó fuerte aquel 26 de octubre de 1997, cuando Edgar Rentería disparó el hit de oro que llevó al home a Craig Counsell y decretó la victoria de los Marlins de Florida en la Serie Mundial.

Muchas cosas han cambiado en las dos décadas transcurridas después de aquel momento imborrable. Los Marlins ya no se apellidan de Florida, sino de Miami. Rentería tiene ahora un moderno estadio en Barranquilla que lleva su nombre. Counsell se retiró hace mucho y es manager de los Cerveceros. Y la embajada de Colombia en la Grandes Ligas es cada vez mayor.

El tiempo va dándole a los neogranadinos un lugar más espacioso en las Grandes Ligas. Es justicia que sea así, si se recuerda que Luis Castro fue el primer latinoamericano en la Gran Carpa, en 1902, 25 años después de nacer en Medellín.

Castro defendió durante 42 juegos a los Atléticos de Filadelfia y por décadas se especuló sobre su verdadera nacionalidad. La versión infundada sobre su supuesto parentesco con el expresidente venezolano Cipriano Castro (1899-1908) finalmente fue desmontada por el periodista Juan Vené, que completó una larga investigación dando las pruebas de su origen paisa.

Los herederos del antiguo alumno de Manhattan College hoy pueblan con más ruido las Mayores. La presencia del prospecto cartagenero Oscar Mercado acaba de forzar la salida a nada menos que del estelar venezolano Carlos González del roster de los Indios de Cleveland y este martes Harold Ramírez disparó su primer jonrón.

Ramírez es parte de un logro histórico para su país. Por primera vez, tres jugadores nacidos en Colombia forman parte arriba del mismo roster activo, pues el patrullero se reunió con el receptor Jorge Alfaro y el relevista Tayron Guerrero al recibir el ansiado llamado.

Únicamente República Dominicana, Venezuela, Cuba, Puerto Rico y México tuvieron más representantes en el pasado Spring Training que los colombianos, cuya expedición rebasó la habitualmente más nutrida embajada panameña. Ocho de ellos tienen estatus actual de ligamayorista, lo que promete redondear una campaña sin precedentes.

Cuando Rentería llegó a las Grandes Ligas, apenas tres de sus compatriotas le antecedían en el listado de todos los tiempos: Castro, Orlando Ramírez y Jackie Gutiérrez. El fútbol todavía le ganaba al béisbol en todo el territorio de la nación recostada entre las aguas del Caribe y el Pacífico. Pero aunque el balompié sigue siendo el pasatiempo nacional allí, el auge de los diamantes entre los costeños ha elevado a 23 el total de jugadores salidos de esa tierra hacia MLB, un conteo que en algunos sitios es incompleto, al ubicar erróneamente a Mercado como natural de Estados Unidos.

El caso de Mercado tiene gran significación, porque recibió un bono de 1,5 millones de dólares al ser tomado en el draft colegial del 2013 por los Cardenales de San Luis y sobre todo porque su padre, del mismo nombre, practicó el balompié antes de emigrar con sus tres hijos a la Florida.

Mientras Jorge Alfaro custodia a diario la receptoría de los Marlins, como sustituto del astro J.T. Realmuto, a quien Miami envió a los Filis de Filadelfia en un promocionado cambio de pretemporada, el infielder Giovanny Urshela se adueña de la tercera base de los Yankees de Nueva York, aprovechando las lesiones del dominicano Miguel Andújar. Ellos dos también fueron prospectos importantes, en su momento, y parecen haber madurado a la altura de las exigencias.

La bandera con la franja amarilla más ancha que la azul y la roja la portan, sin embargo, dos lanzadores: Julio Teherán, el abridor número uno de los Bravos de Atlanta, y José Quintana, que ensancha la rotación de los Cachorros de Chicago.

Ninguno tiene, todavía, el estatus de Rentería y el también campocorto Orlando Cabrera, que coincidieron en las Grandes Ligas entre 1997 y 2011, y que se dedicaron a sembrar luego su semilla beisbolera en la pelota invernal.

El circuito profesional de Colombia ha crecido, gracias a esa siembra. Figuras de la región, incluso un ligamayorista venezolano, como Adrián Sánchez, han recalado allí, así como el torneo en Venezuela se ha nutrido de astros salidos de la antigua Nueva Granada, incluyendo a Urshela, Alfaro y más recientemente a Reynaldo Rodríguez o Ramírez, ese mismo que acaba de sacudir su primer cuadrangular con Miami, luego de que en diciembre consiguiera el título de bateo en la LVBP y ayudara en enero a avanzar hasta la final a los Leones del Caracas.

Esas semillas pronto fructificarán en otros frentes, si se cumple la promesa de incluir en la Serie del Caribe a partir de 2020 al ganador de la Serie Latinoamericana, la competencia en la que participa cada año el campeón de la liga colombiana.

Rentería sueña hoy con albergar el Clásico Caribeño en el atractivo estadio que lleva su nombre en Barranquilla, uno de los más modernos en la región que va de México a la Patagonia.

A esa cita, cuando ocurra, el ex infielder asistirá como organizador, no como pelotero. Hace casi una década que colgó los spikes, después de obtener dos anillos de Serie Mundial y dejar en las retinas de los aficionados de su tiempo la imborrable imagen suya celebrando el hit que aseguró, en 1997, la primera corona de los Marlins.

En ese equipo todavía se escuchan la cumbia y el vallenato, pero el son lo interpretan otros protagonistas, esas figuras emergentes que son parte de la nueva Colombia en las Mayores.