El dominicano Sammy Sosa era bien conocido por su tremendo poder con el madero, mismo que lo llevó a la cima de la lista de los mejores jonroneros de los Cachorros de Chicago (545 de sus 609 estacazos de por vida).
En 1993, Sosa todavía estaba afinando su violento swing. Las cosas se dieron para el dominicano durante una paliza de 11 carreras y 21 imparables de los Cachorros el 2 de julio de 1993 en Colorado. Sosa disparó seis hits (cinco sencillos y un doble), se estafó tres bases y produjo un par de carreras. Los seis imparables marcaron un récord en la era moderna del club (logrado cuatro veces previamente por un bateador de los Cubs desde 1901).
Sosa también se unió a Max Carey de Pittsburgh (7 de julio de 1922) como los únicos toleteros de MLB en la era moderna en conectar por lo menos seis indiscutibles y robarse tres bases en un juego.