JUPITER, Florida -- Hace unos años, durante los Entrenamientos de Primavera, la directiva de los Mets le pidió a David Wright que fuera al campamento de Ligas Menores y hablara con un grupo de prospectos del cuadro interior. Esto fue casi a las 7 a.m., en un momento en que Wright pensaba que la mayoría de los jugadores jóvenes preferían no estar ahí. Ni siquiera sabía cuántos estarían presentes.
Sin embargo, cuando Wright terminó de dirigirse al equipo, un prospecto se acercó con la esperanza de platicar un poco más.
"Pensé, '¿Oh, voy a conocer a David Wright?' Necesito alistar preguntas", recordó Mark Vientos sobre esa reunión. "¡Tengo preguntas que necesitan respuestas!"
De niño, Vientos admiraba a los Mets gracias a su padre, Charles, quien era fanático del equipo. El joven Vientos le tomó un cariño especial a Wright, un tercera base y una de las estrellas más brillantes del béisbol en ese entonces. Por eso, cuando Wright llegó para hablar con los prospectos esa mañana, Vientos aprovechó la oportunidad.
"Eso siempre se me quedó grabado", dijo Wright. "Valoré, ya fuera genuino o simplemente tratando de hacerme sentir bien, que Mark se quedara después para seguir hablando un poco más sobre ese lado mental, ese enfoque o esa preparación".
Con Vientos, Wright ve un alma gemela. Al igual que Wright, Vientos fue una alta selección del Draft que disfrutó de una temporada revelación a una temprana edad. Al principio de su carrera, Wright se las ingeniaba para encontrar maneras de motivarse, basándose en decepciones que con frecuencia eran más imaginarias que verdaderas. Después de disfrutar de una buena media temporada como novato, Wright se dijo a sí mismo que necesitaba hacerlo durante una campaña completa. Cuando lo hizo durante una temporada completa, Wright dijo que necesitaba participar en un Juego de Estrellas. Luego dos. Luego tres. Y así sucesivamente, hasta que se afianzó como uno de los mejores jugadores de su generación.
Así, indicó Wright el miércoles, es cómo Vientos ve las cosas: Finalmente consolidado como un jugador de Grandes Ligas, sí, pero con mucho que demostrar en las próximas campañas.
"Siempre había este desafío que me fijaba a mí mismo y veo mucho de eso en Mark", declaró Wright. "Es un buen comienzo, pero él quiere más y quiere ser ese jugador de impacto que creo que todos saben que puede ser. Ahora, depende de él".
El miércoles en Port St. Lucie, Wright se puso un uniforme por segunda vez desde su retiro. En años pasados, Wright dudaba fungir como instructor en el terreno, como lo hacen con frecuencia otras leyendas del equipo. No le gusta la idea de atravesarse en el camino de los coaches, y reconoce que los jugadores modernos operan de una manera diferente a como lo hacía él.
Pero al dirigente de la escuadra de Queens, el venezolano Carlos Mendoza, le encanta tener a Wright a su lado, y Wright piensa que puede ayudar a los jugadores más jóvenes a navegar los altibajos emocionales del éxito en las Mayores. No muchas personas pueden entender lo que es convertirse en una joven y popular celebridad de Nueva York casi de la noche a la mañana. Los peligros de tal fama han arruinado muchas carreras prometedoras en el pasado.
Ésos son los tipos de cosas que Wright les preguntó a Cliff Floyd, Joe McEwing y otros mentores al principio de su carrera. También son los tipos de cosas que a Vientos siempre le ha interesado aprender.
"Fue una conversación genial, porque lidié con el fracaso y el éxito de manera diferente a como lo hicieron algunos de estos muchachos", dijo Wright sobre su reunión inicial hace tantos años. "Fue un gran intercambio".
"Verlo y estar cerca de él fue casi irreal, especialmente en ese momento", dijo Vientos. "Una leyenda".
Incluso hoy, Vientos se considera una persona curiosa, constantemente bombardeando a los veteranos como el puertorriqueño Francisco Lindor y Pete Alonso con preguntas. Entonces, no debería ser una sorpresa que haya desarrollado una relación con uno de los mejores jugadores en la historia de la franquicia. Con la guía de Wright, Vientos espera seguir encontrando el éxito al mayor nivel.
"Es adictivo", dijo Wright. "Yo diría que una vez que pruebas un poco de ese éxito, lo necesitas. Quieres más. Y creo que ésa es la posición en la que está Mark".