Para un aficionado ordinario, es fácil recordar las historias de los jugadores más conocidos. De aquellos que parecen ser maravillas supernaturales con el destino inevitable de brillar bajo las luces de las Grandes Ligas y que solo necesitaban seguir su propia senda de ladrillos amarillos pavimentado por jonrones y campeonatos estatales en el camino.  

Sin embargo, la realidad indica que esa senda es un laberinto repleto de desvíos para la gran mayoría de bateadores y lanzadores que ves en la caja de bateo o en el montículo cada noche. Uno de ellos es Junior Guerra, un pitcher de 35 años de edad que llegó a Arizona este año como refuerzo del bullpen de Arizona.      

Guerra había sido contratado originalmente como cátcher en su Venezuela natal por los Bravos de Atlanta en el 2001, pero entre aquel entonces y ahora él tuvo que viajar alrededor del mundo en busca de su sueño mientras se sobreponía a la adversidad. Él se sentó con nosotros para contarnos su historia.

Tú fuiste líder de los relevistas de la Liga Nacional con 83.2 entradas y 72 juegos disputados, la mejor marca de tu carrera hasta ahora para los Cerveceros en el 2019. ¿Cómo te sientes al ser uno de los nuevos miembros de los D-backs?

Junior Guerra: Me siento como en mi casa. Somos una familia y me han tratado muy bien. Esa es la respuesta más sencilla que te puedo dar. He disfrutado mucho de conocer a mis compañeros desde que comenzó la primavera, y la relación entre los jugadores latinos y los estadounidenses también es espectacular.

¿Cuál compañero tuyo te ha sorprendido más desde que llegaste a Arizona?

JG: (Eduardo) Escobar me sorprendió. Creía que él sería un poco más serio, pero es de lo más divertido.

¿Quién fue tu mentor cuando eras joven?

JG: Mi mentora siempre fue mi madre, Iginia. Ella se fue a muy temprana edad, pero siempre me acompañó. Ella falleció cuando yo tenía 16 años de una enfermedad letal, pero siempre me ha guiado desde el cielo. Ella siempre solía decirme que trabaje duro con una gran predisposición hacia las cosas. 

Una vez que ella falleció, yo sentí más responsabilidad hacia proteger a mis hermanos. Yo soy el segundo mayor de cinco. Jennifer es la mayor, luego yo, Katherine y Russo, Giancarlo y Jairo. Los más jóvenes tenían 4 y 6 años de edad respectivamente cuando mamá se murió, pero ella ya nos había hecho fuertes.

¿Y qué hiciste para ayudar a tu familia durante esos momentos tan trágicos?

JG: Yo decidí dejar de jugar al béisbol después de que mi mamá falleció. Cinco años sin jugar béisbol organizado. Gracias a Dios, Atlanta me tuvo paciencia. A partir de allí comenzó una travesía de muchos altibajos para mí que me llevó por el mundo contando con muchas experiencias.

¿Como cuáles?

JG: Mi hija nació un año después de que los Mets me dejaron libre. Me fui a jugar a España en el 2010, y en el 2011 jugué béisbol independiente en Wichita. México en el 2012, de vuelta a Wichita en el 2013, Italia en el 2014 y luego me firmaron los Chicago White Sox en el 2015.

¿Tienes algún recuerdo inolvidable de tu experiencia europea?

JG: Bueno, déjame contarte... Bueno, déjame contarte…En España lancé un juego de 9 innings, 140 lanzamientos. Eso no se me olvida nunca más (risas). Ese año quedamos campeones. En Italia pasó algo similar. Lancé 7 entradas un viernes, descansé un sábado y volví a lanzar 7 entradas el domingo. Y quedamos campeones. Debes entender que en esa liga uno simplemente intenta sobrevivir.

¿Así que fuiste campeón en cada liga en la que jugaste antes de llegar a las Mayores?

JG: Sí. Salí campeón en España, Italia, Wichita y México.

¿Alguna historia fuera del diamante?

JG: Ver el Mundial 2010 en España cuando España salió campeona del mundo por primera vez en su historia fue una locura. A mí no me interesaba mucho el fútbol, pero, ¿quién no sabe cuándo sucede un Mundial de fútbol? Se paralizaba el país entero. Vimos la final en mi casa, un departamento que nos daba el equipo junto a mis compañeros.

Contaste con un PCL de 2.16 (4 CL en 16.2 EL) contra oponentes de la División Oeste de la Liga Nacional en el 2019. ¿Cuál es tu mensaje para los fans de los D-backs alrededor del mundo??

JG: Que estoy a disposición de mis compañeros para apoyarlos y ayudar al equipo a llegar a ganar juegos y llegar a los playoffs. Tal y como dije al principio, me siento en casa.