Dereck Rodríguez empieza a forjar su propio camino en Grandes Ligas

24 de agosto de 2018

NUEVA YORK -- Hace poco, Dereck Rodríguez era un prospecto desconocido en la finca de los Gigantes, señalado más por su pedigrí (es el hijo mayor del Salón de la Fama puertorriqueño Iván Rodríguez) que por su promesa. Pero en su temporada de novato, el diestro ha brillado con luz propia.
Rodríguez hizo su debut de Grandes Ligas el 29 de mayo y ha mostrado madera de as al registrar foja de 6-1 con efectividad de 2.25 - la mejor de un abridor novato de la Liga Nacional - en sus primeros 14 juegos (12 aperturas) por San Francisco. En 80.0 innings de labor, ha permitido apenas cuatro jonrones y su WAR (victorias por encima de reemplazo) es de 2.5 (Baseball-Reference.com). Los Gigantes tienen marca de 9-3 en las aperturas de Rodríguez.
Rodríguez estuvo programado para salir de la lista de incapacitados el viernes para abrir en casa ante el ex equipo de su padre, los Rangers de Texas. El monticular se lesionó la corva derecha en una trifulca reciente entre los Gigantes y Dodgers en el Dodger Stadium.
Aun con la lesión, a Rodríguez se le menciona como candidato para el premio al Novato del Año en el Viejo Circuito. En ese sentido, tendrá competencia fuerte de parte del venezolano Ronald Acuña Jr. de los Bravos y del dominicano Juan José Soto de los Nacionales.
"Un honor estar [en] ese grupo y ser candidato para el Novato del Año", dijo Rodríguez, de 26 años de edad. "Con todos los novatos que están jugando este año súper - Acuña, Soto, [Brian] Anderson [de los Marlins] están haciendo tremendo trabajo - estar en ese meneo de verdad es un honor".

La trayectoria de Rodríguez hacia Grandes Ligas ha sido larga y poco convencional. Seleccionado por los Mellizos en la sexta ronda del draft amateur del 2011 como jardinero, el oriundo de Texas fue convertido en pitcher en el 2014 luego de no dar la talla como bateador. Después de siete campañas en el sistema de Minnesota, Rodríguez quedó en libertad y se incorporó a la organización de San Francisco previo a la temporada del 2018.
A diferencia de Acuña y Soto, quienes eran prospectos cotizados al momento de debutar y son más jóvenes, Rodríguez da la impresión de haber salido de la nada, aunque fue reconocido como el Pitcher del Año en la Liga Appalachian en el 2015.
"Yo no estaba en el radar de mucha gente antes de este año", señaló Rodríguez. "Llegué aquí y el impacto fue grande en el equipo. Estoy haciendo el trabajo. Eso es lo importante. Estoy súper feliz de que estoy consistente".
Rodríguez hizo apenas 70 aperturas en ligas menores, pero se pulió como pitcher en el béisbol invernal de Puerto Rico con los Indios de Mayagüez, por quienes ha lanzado en cada una de las últimas cinco campañas. Rodríguez lanzó también por los campeones Criollos de Caguas en la Serie del Caribe del 2017.

"Eso me ayudó mucho, porque en la liga invernal hay muchos veteranos que te ayudan, que han jugado en Grandes Ligas y Triple-A por muchos años", dijo Rodríguez, quien estuvo en el roster de la selección puertorriqueña para el Clásico Mundial de Béisbol el año pasado. "Son veteranos que te ayudan. Nada más de estar ahí, uno aprende porque allá se juega el béisbol 'viejo', del tiempo de antes. No están todas las reglas que están acá. Allá todavía no las tienen. Allá uno aprende un poquito más el juego".
Pero Rodríguez nunca ha tenido que ir muy lejos para recibir un buen consejo. Su padre no fue lanzador, pero después de 21 temporadas como receptor de Grandes Ligas que culminaron con su exaltación al Salón de la Fama en su primer año en la boleta en el 2017, Iván Rodríguez es un recurso valioso para su primogénito.
"Él me ayuda mucho - situaciones del juego, pitcheo, cómo tirarle a diferentes bateadores y todo eso", expresó Rodríguez. "Pero además de eso, él me deja tranquilo. La mayoría del tiempo me deja tranquilo, me deja hacer el trabajo y todo eso yo. En ese aspecto estoy muy feliz".
Rodríguez sabe que para algunas personas, quizás nunca deje de ser "el hijo de Iván Rodríguez", pero eso no le quita motivación a la hora de forjar su propio camino.
"La verdad creo que voy a tener que vivir [con eso]", dijo Rodríguez. "Pero nada, yo no me concentro en eso. Trato de hacer el trabajo mío y cambiarle la mente a mucha gente pero, nada, yo pa'lante".