Después de 17 años, Puerto Rico goza un título de la Serie del Caribe

8 de febrero de 2017
Luis Gutierrez/AP

CULIACÁN - A sus 21 años y a unos meses de hacer su debut de Grandes Ligas con los Marineros de Seattle, Joel Piñeiro fue parte de los Cangrejeros de Santurce que conquistaron la Serie del Caribe del 2000 en Santo Domingo. Diecisiete años después, el derecho fue partícipe de la siguiente victoria de Puerto Rico en un Clásico Caribeño.
"Es una cosa increíble, de verdad. Estuve en el 2000 cuando ganamos y estar ahora en el 2017 después de 17 años de carrera da un orgullo que le hacía falta a Puerto Rico", dijo Piñeiro después del triunfo por 1-0 en 10 entradas de los Criollos de Caguas sobre los Aguilas de Mexicali (México) en la final de la Serie del Caribe Culiacán 2017. "Gracias a Dios estamos llegando a Puerto Rico con esta victoria, este campeonato de la Serie del Caribe".
Durante muchos años hubo lamentos con las pobres actuaciones de equipos boricuas en la Serie del Caribe, que incluyeron torneos sin triunfo alguno y, debido a una crisis en el béisbol puertorriqueño la década pasada, una ausencia en la edición del 2008 al cancelarse la temporada entera del 2007-8 en la Isla del Encanto. Pero todo eso quedó en el olvido el martes por la noche, cuando los puertorriqueños jugaron con sumo aplomo en el Estadio Tomateros ante un ruidoso público mexicano que ansía ver ganar al equipo de su país.
Por fin, terminó la espera para el béisbol boricua.
"Sé que la fanaticada lo pedía, los peloteros lo pedían", dijo Piñeiro. "Todo el mundo lo pedía, especialmente la isla de Puerto Rico.
"Qué más lindo que tener esto, un campeonato aquí con la fanaticada muy linda de México. Gracias a Dios estamos llevando el campeonato a Puerto Rico".v Para Caguas, es su cuarta corona de la Serie del Caribe y primera desde 1987. Para Puerto Rico es su número 15.
En el caso de los Criollos, el camino no fue nada fácil. Luego de perder sus primeros tres encuentros del torneo, eran pocos los que pensaban que el equipo puertorriqueño tenía con qué remontar. Pero con el tórrido bateo de Iván de Jesús Jr. y David Vidal-JMV de la serie-más un pitcheo de suma profundidad, Caguas ganó tres al hilo para coronarse campeón.
"Hemos estado abajo en todas las series", dijo el dirigente de los Criollos, , refiriéndose a los hoyos en que llegaron a encontrarse sus pupilos en sus series de postemporada en Puerto Rico, además del Clásico Caribeño. "Estábamos abajo 0-3, reaccionamos con tres victorias y somos campeones ahora mismo.
"Nos trae mucha felicidad que en mi primer año como manager en la pelota invernal ganemos, sabiendo que Puerto Rico no había ganado en 17 años".
Precisamente hace 17 años, el boricua Iván Rodríguez venía de ser el Jugador Más Valioso de la Liga Americana con los Rangers de Texas, en el apogeo de una carrera que lo llevó a ser elegido al Salón de la Fama este año en su primera oportunidad. Ahora fue su hijo Dereck, prospecto del pitcheo en los Mellizos de Minnesota, que pudo gozar el primer triunfo de Puerto Rico desde aquellos tiempos.
"Es algo increíble", dijo Dereck, quien tenía siete años cuando Santurce ganó el título en el Estadio Quisqueya. "Nunca he sentido esta emoción en mi vida. Para nosotros, para nuestro país, ya logramos lo que merecen. Mi papá ha hecho mucho en su carrera y ahora me toca a mí. Este es el primer paso".
, ligamayorista con esos Mellizos, captó la importancia de devolver la gloria a tierras puertorriqueñas.
"Después de 17 años lo logramos", manifestó el guardabosque. "Los muchachos hicieron un trabajo excepcional y esto es para la isla de Puerto Rico entera.
"El equipo nunca perdió la esperanza y lo logramos. Al principio empezamos jugando un mal béisbol, pero después jugamos el béisbol de nosotros, que es lo que cuenta".
Y para Piñeiro, dos veces campeón de la Serie del Caribe ahora, falta un título más: El del Clásico Mundial, en el que Puerto Rico jugará precisamente en México en la primera ronda, en el grupo de Guadalajara.
"Cerrar con broche de oro", dijo Piñeiro sobre la posibilidad de que Puerto Rico gane el Clásico en marzo, torneo que marcará el final de la carrera del lanzador.