En el día del Super Bowl, recordamos a 10 figuras que eligieron MLB sobre NFL

11 de febrero de 2024

Con el Super Tazón de la NFL a celebrarse este domingo en Las Vegas, pareciera un buen momento para recordar lo que quizás pudo pasar con algunas estrellas ya retiradas de las Grandes Ligas.

La mayoría de los fanáticos está familiarizada con figuras de ambos deportes como Bo Jackson y Deion Sanders, que pasaron tiempo tanto en la NFL como en MLB, ¿pero qué tal aquellos que decidieron dejar a un lado una potencial carrera en la NFL para enforcarse en el béisbol profesional?

Lo que sigue es un vistazo a 10 ex jugadores de Grandes Ligas que bien jugaron fútbol americano a nivel universitario en algunos de los más prestigiosos programas en los Estados Unidos o no aceptaron importantes becas porque querían llegar a la Gran Carpa.

Mickey Mantle

De no ser por una rara lesión, es posible que Mantle – ganador de siete Series Mundiales – hubiese pasado su carrera buscando el la gloria del fútbol americano. Corredor estrella en la preparatoria, Mantle ya había recibido una oferta para ser becado por los poderosos Oklahoma Sooners. Todo eso cambió cuando el entonces niño de 14 años fue pateado en una pierna por un compañero durante una práctica. Cuando el tobillo se le inflamó y le dio una alta fiebre, los padres de Mantle lo llevaron al hospital, donde fue diagnosticado con osteomielitis, una enfermedad de los huesos potencialmente fatal que había sido agravada por la lesión. Aunque los médicos pensaron inicialmente que iban a tener que amputarle la pierna para salvarle la vida, una segunda opinión los llevó a tratarlo con una nueva medicina llamada penicilina. La inflamación bajó en menos de una semana, pero Mantle nunca más volvió a jugar fútbol americano, enfocándose en una carrera en el béisbol durante la cual ganó tres premios a JMV y eventualmente lo llevó al Salón de la Fama.

Jackie Robinson

Antes de convertirse en un pionero en las Grandes Ligas, Robinson fue una estrella en cuatro deportes en UCLA, donde se especializó en béisbol, fútbol americano, baloncesto y atletismo. Sorpresivamente, tuvo problemas en el diamante, bateando .097 en 1940, pero fue sensacional en el terreno del fútbol americano. Robinson fue el mejor en retornos de patadas en 1939 y 1940, al tiempo que lideraba a UCLA en pases, yardas avanzadas y anotaciones como jugador de último año. Su nombre sigue apareciendo de forma prominente en los libros de récords de UCLA, incluyendo más yardas ganadas por carrera de parte de cualquier jugador en una temporada (12.2).

Dave Winfield

Éste es el caso menos claro de esta lista. Incluimos a Winfield porque fue seleccionado por los Vikingos de Minnesota en el Draft de 1973 de la NFL, aunque en realidad no había jugado fútbol americano desde las ligas infantiles. Si bien Winfield jugaba dos deportes en la Universidad de Minnesota, eran béisbol y baloncesto. Además de ser JMV de la Serie Mundial Universitaria en su último año, Winfield también ayudó a los Golden Gophers a ganar el campeonato de la Conferencia de los Big Ten en baloncesto.

Su perfil como atleta llevó a que fuese elegido en el Draft por cuatro equipos en tres deportes: los Padres de San Diego (MLB), Halcones de Atlanta (NBA), Utah Stars (ABA) y Vikingos (NFL). Winfield reconoció luego que nunca consideró con seriedad la oferta para jugar fútbol americano. De hecho, su intención siempre fue jugar béisbol y confesó que utilizó la opción del baloncesto simplemente como técnica para negociar con los Padres.

Kirk Gibson

Mucho antes de conectar uno de los jonrones más icónicos en la historia de MLB, Gibson estaba llamando la atención en Michigan State como uno de los mejores alas cerradas en el fútbol americano universitario. Lideró a MSU en pases recibidos en tres temporadas seguidas entre 1976 y 1978 y se fue de la universidad siendo el líder de todos los tiempos en atrapadas (112), yardas en atrapadas (2,347) y atrapadas para touchdowns (24). Gibson fue incluido en el Equipo All-America como jugador de último año en 1978, el mismo en que fue parte del Equipo All-America en el diamante de béisbol. Gibson fue seleccionado por los Tigres con la 12da selección del Draft de 1978 y terminó disparando 255 cuadrangulares durante una carrera de 17 años con los Tigres, Dodgers, Reales y Piratas. Fue el JMV de la Nacional en 1988 y ganó dos Series Mundiales.

Todd Helton

Antes de ir cinco veces al Juego de Estrellas y ser líder de todos los tiempos de los Rockies en casi todas las categorías ofensivas, Helton fue mariscal de campo junto a – y por poco tiempo, por delante de – Peyton Manning en la Universidad de Tennessee. Helton recibió una beca para jugar tanto fútbol americano como béisbol, y pasó las primeras dos temporadas como suplente de Heath Shuler, quien terminaría siendo la tercera selección general del Draft de la NFL en 1994. Jerry Colquitt empezó la campaña siguiente como el primer quarterback del equipo, pero cuando sufrió una lesión al principio de la campaña, fue Helton – y no Manning, quien estaba en su primer año en la universidad – quien recibió la oportunidad. Al final, Helton fue elegido con la octava selección del Draft de MLB en 1995 y terminaría siendo el líder vitalicio de los Rockies en hits, cuadrangulares, empujadas, dobles, total de bases alcanzadas, anotadas y partidos jugados. Manning, por su parte, se hizo con el rol de primer mariscal de campo al año siguiente, una trayectoria destinada al Salón de la Fama de la NFL.

Frank Thomas

Algunos piensan que el cañonero fácilmente podría castigar a defensores en la NFL en vez de pitcheos en MLB. Thomas, uno de los mejores alas cerradas a nivel de escuela secundaria, asistió a la Universidad de Auburn con una beca de fútbol americano, aunque había acordado también jugar béisbol. Sin embargo, tras sufrir una lesión en un tobillo durante su primer año, Thomas decidió enfocarse en jugar pelota de tiempo completo. Pat Dye, el entrenador del equipo de fútbol americano en ese entonces, respaldó totalmente la decisión -- de todas maneras le permitieron quedarse con la beca -- y se atrevió a decir que pensaba que Thomas hubiera llegado a estar inmortalizado en el Salón de la Fama del fútbol americano si se hubiera quedado en dicho deporte.

Joe Mauer

Es uno de los pocos en esta lista que no jugaron a nivel universitario -- pero definitivamente tenía el talento para hacerlo. La leyenda de los Mellizos lanzó para 5,528 yardas y 73 touchdowns en dos temporadas como el mariscal de campo titular en la escuela secundaria Cretin-Derham Hall. Mauer, quien fue considerado por algunos expertos como el mejor mariscal de campo en su grupo, se proyectaba para seguirle los pasos a Chris Winke -- quien también fue una estrella del béisbol y del fútbol americano en la escuela Cretin-Derham Hall -- al comprometerse para ir a la universidad de Florida State en mayo del 2001. Pero menos de un mes después, Minnesota eligió a Mauer con la primera selección en general en el Draft de MLB -- y el joven nunca llegó a ver acción en la universidad.

Adam Dunn

Cuando los Rojos eligieron al toletero en la segunda ronda del Draft de MLB de 1998, ambas partes sabían de sus planes para jugar fútbol americano en la Universidad de Texas. Como una estrella en la escuela secundaria New Caney en Texas, Dunn logró llegar a un acuerdo con Cincinnati para jugar en lLigas Menores en el verano antes de prepararse para la campaña de fútbol americano. Al final Dunn, luego de que le pidieran que cambiara de posición, decidió enfocarse completamente een el béisbol antes de debutar en MLB en el 2001 y participar en su primer Juego de Estrellas en el 2002, rumbo a sus 462 jonrones en su carrera.

Darin Erstad

Antes de ganar la Serie Mundial como miembro de los Angelinos, Erstad fue parte del equipo de la Universidad de Nebraska que como invicto ganó el título universitario en 1994. Erstad fue uno de los mejores pateadores en los Estados Unidos. Completó su año académico bateando .410 con 19 jonrones y 76 impulsadas con la universidad en la primavera. Fue elegido por los Angelinos Nro. 1 en general tras esa impresionante temporada universitaria de 1995, cuando terminó con el récord en Nebraska con la mayor cantidad de hits (seis), anotadas (seis) y remolcadas (seis) en un partido; la mayor cantidad de imparables (103) y total de bases alcanzadas (194) en una temporada (1995); y la mayor cantidad de hits de por vida (261).

Jeff Samardzija

Samardzija fue uno de los pocos jugadores en esta lista que tuvieron una mejor carrera en el emparrillado que en el diamante. Jugando en uno de los mejores programas de fútbol americano universitario, Samardzija concluyó su carrera con dos campañas seguidas con 1,000 yardas en atrapadas en la Universidad de Notre Dame. Pero en la lomita también brilló, consiguiendo foja de 16-3 con efectividad de 4.13 en sus últimos dos años.

Fue elegido por los Cachorros en la quinta ronda del Draft del 2006, aunque algunos piensan que hubiera sido seleccionado más alto si no hubiera sido por la incertidumbre en torno a su carrera de fútbol americano. Samardzija luego tuvo 78 recepciones para 1,017 yardas y 12 touchdowns por Notre Dame en el otoño del mismo año para establecerse como una posible selección de primera ronda en el Draft de la NFL. Sin embargo, poco después de que concluyera la temporada de fútbol americano, se enfocó en el béisbol y firmó un contrato de cinco años y US$10 millones con Chicago.