Fue, sin importar cómo se mida, un año absolutamente emocionante para el béisbol. Se rompieron récords. Tuvimos grandes equipos logrando grandes cosas. Vimos a las estrellas más brillantes deslumbrar en los escenarios más grandes.
Antes de pasar la página de un año que ninguno de nosotros olvidará, echemos un vistazo a las 10 historias más importantes del béisbol en 2025.
1. Los Dodgers ganan una de las Series Mundiales más grandes de todos los tiempos.
Algún día, estarás sentado con tus hijos o tus nietos e intentarás explicarles todos los momentos impresionantes que ocurrieron durante la Serie Mundial del 2025, y parecerás un poco desquiciado.
Hubo un juego de 18 innings que terminó con un jonrón de Freddie Freeman, un año después de que conectara un grand slam para dejar en el terreno en la Serie Mundial del 2024… en ese mismo juego, Shohei Ohtani se embasó nueve veces… dos partidos después, Trey Yesavage ponchó a 12 bateadores, un récord para un novato, y dejó a los Azulejos a una victoria del título… luego Yoshinobu Yamamoto fue increíble y llevó a los Dodgers a un Juego 7 gracias a una sorpresiva doble matanza que puso fin al Juego 6… y luego LLEGÓ EL JUEGO 7, donde ocurrió prácticamente todo lo que puede pasar en un partido de béisbol.
Tu hijo o nieto te mirará con incredulidad, pensará que perdiste la razón e intentará llevarte amablemente a la cama. Pero tú sabrás que fue verdad. Tú sabes que pasó. ¿Verdad? ¿Verdad?
2. El Big Dumper rompe récord tras récord.
Antes del 2025, ningún ambidiestro había conectado 60 jonrones en una temporada, y tampoco lo había hecho un receptor. De hecho, nadie había estado siquiera cerca. Y entonces llegó Cal Raleigh. El receptor de los Marineros ya era conocido por su poder al bate y su sólida defensa detrás del plato, pero nadie sabía que podía hacer esto.
Raleigh explotó en el 2025, conectando 60 jonrones, remolcando 125 carreras y liderando a los Marineros a su primer título divisional en 24 años. Además, logró que prácticamente todos los narradores de béisbol del continente dijeran en algún momento las palabras “Big Dumper”. Fue un milagro. Fue el jugador emblemático del 2025. Quizá este año le pertenezca por siempre.
3. Shohei Ohtani tiene el mejor juego de la historia.
Shohei Ohtani hizo de todo este año. Ganó su cuarto premio JMV y el tercero de forma consecutiva. Ganó su segundo título seguido de Serie Mundial. Volvió a lanzar. (Y fue excelente. Otra vez.) Pasó mucho tiempo con su perro.
Pero el momento más emblemático de la temporada de Ohtani, y quizá de toda su carrera, llegó en el juego decisivo de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, cuando posiblemente jugó el mejor partido de béisbol que alguien haya disputado. Conectó tres jonrones, algo que solo se había logrado cuatro veces en un juego de SCLN. Pero además ponchó a 10 bateadores de los Cerveceros en seis entradas en blanco. Fue como ver a un adulto jugando contra niños de primaria.
Nunca habíamos visto algo así, aunque conociendo a Shohei, probablemente lo vuelva a hacer. Ah, también conectó 55 jonrones este año y lideró su liga en slugging por tercera vez consecutiva. No estamos a su nivel.
4. Los Azulejos protagonizan una gran remontada y se quedan cortos.
La verdad, me sentí un poco mal al hablar de esa Serie Mundial, por respeto a los pobres fanáticos de los Azulejos, que vieron cómo les arrancaban el corazón. Pero la crueldad de cómo terminó esa serie no debería opacar lo maravillosa que fue la temporada de Toronto.
Tras terminar en el último lugar en 2024, muchos aficionados (y expertos del béisbol) pensaban que el equipo tendría que desmantelarse. Sin embargo, firmaron una extensión de contrato con su estrella Vladimir Guerrero Jr. poco después del arranque de la temporada… y no tardaron en despegar. De repente, se habían llevado el título del Este de la Liga Americana, aplastado a los Yankees en la SDLA, ganado una épica SCLA contra los Marineros y alcanzado su primera Serie Mundial en 22 años… quedándose a nada (¡dos veces! ¡quizá más!) de ganarla.
El Clásico de Otoño fue doloroso. Pero no puede borrar toda la gloria que lo precedió… y la que todavía puede venir.
5. ¿El mejor equipo del béisbol? ¿Los Cerveceros?
No deberíamos haber subestimado a los Cerveceros. Después de todo, habían ganado la División Central de la Liga Nacional dos años seguidos y se habían ganado el beneficio de la duda. Pero también habían perdido a su cerrador Devin Williams, los Cachorros habían adquirido a Kyle Tucker y nadie estaba seguro de si Milwaukee tenía las estrellas para mantenerse… ¿podrían repetir?
Oh, claro que sí. Los Cerveceros terminaron con el mejor récord del béisbol y el mejor en la historia de la franquicia, gracias a su bateo oportuno, pitcheo en los momentos justos, gran ambiente y aportes de todo tipo de jugadores que nadie conocía antes de la temporada, como Caleb Durbin, Isaac Collins, Jake Bauers, Chad Patrick, el dominicano Abner Uribe, y podríamos seguir y seguir.
Todo terminó para ellos en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, pero hasta ese momento, los Cerveceros —en el año en que ellos, y nosotros, perdimos a Bob Uecker— fueron la mayor sorpresa del deporte. Ya he escuchado a gente dudando de ellos para el 2026. ¿No hemos aprendido esa lección?
6. Nick Kurtz llega y lo arrasa todo.
Nick Kurtz fue la cuarta selección general del Draft del 2024 y un prospecto altamente valorado por los Atléticos, así que hubo mucha expectativa cuando fue ascendido a West Sacramento a finales de abril. Pero ¿quién en el mundo vio venir esto?
Kurtz se convirtió en una especie de mezcla entre Aaron Judge y Ohtani, disparando 36 cuadrangulares en 117 juegos, con un OPS de 1.002 y jugando una primera base más que aceptable. Pero su momento más destacado llegó el 25 de julio, cuando conectó seis hits y cuatro jonrones… y estuvo a punto de convertirse en el primer jugador en la historia en dar cinco jonrones en un mismo juego. También conectó el vuelacercas más largo del año, de 493 pies.
¿Lo mejor de todo? Todavía tiene solo 22 años. Esto apenas comienza… y va para largo.
7. Aaron Judge lo hace de nuevo (como si nada).
¿Qué pudo evitar que el Big Dumper ganara el JMV de la Liga Americana tras una temporada de 60 jonrones? Pues, Aaron Judge, por supuesto. Nada de lo que hace Judge pasa desapercibido, pero con Raleigh, Ohtani (y Kurtz) acaparando los titulares, él simplemente hizo su trabajo de forma casi silenciosa, disparando jonrones uno tras otro y manteniendo a flote a los Yankees prácticamente por sí solo.
Judge ganó la Triple Corona avanzada (promedio, porcentaje de embasarse y slugging) y jugó más de 150 partidos por segunda temporada consecutiva. (Y menos mal: los Yankees habrían estado perdidos sin él.) Aún no tiene ese esquivo anillo de Serie Mundial, pero tal vez ser considerado el mejor bateador derecho de todos los tiempos le brinde algo de consuelo.
8. Dos ganadores del Cy Young realmente dominantes.
Se puede debatir si la temporada del 2025 de Tarik Skubal, en la que ganó el Cy Young de la Liga Americana, fue mejor o “peor” que la de 2024, cuando también se llevó el galardón. Pero el hecho de que podamos compararlas demuestra lo por encima que ha estado del resto.
Bueno, de casi todos. Paul Skenes, de los Piratas, siguió su temporada de Novato del Año de la Liga Nacional con una campaña histórica, registrando efectividad de 1.97 y ponchando a 216 bateadores con solo 23 años, en su primer año completo en MLB. Skenes ha lanzado 320.2 innings en sus dos primeras temporadas en las Grandes Ligas y aún mantiene una efectividad de por vida por debajo de 2.00, en una era de resurgimiento ofensivo. Él y Skubal son simplemente imposibles.
9. Clayton Kershaw se despide en la cima.
En la historia de los Dodgers, tanto en Brooklyn como en Los Ángeles, Clayton Kershaw es el líder absoluto en WAR de la franquicia, y sus (ya exageradas) dificultades en postemporada quedaron atrás con dos anillos de Serie Mundial.
¿Y cómo pasó su temporada final? Pues alcanzó los 3,000 ponches, consiguió un gran out en la Serie Mundial y cerró todo con su tercer campeonato. Ojalá haya espacio para todo eso —y claro, mucho más— en su placa en Cooperstown dentro de cinco años, porque va a hacer falta.
10. Diversión en Bristol y Tokio.
El béisbol se puede jugar en cualquier parte, y el 2025 nos lo recordó desde el primer momento. La temporada comenzó con multitudes estruendosas en el Tokyo Dome, donde Ohtani y los Dodgers (junto a otros cuatro compatriotas: Yamamoto, Roki Sasaki, Shota Imanaga y Seiya Suzuki) ganaron dos juegos ante los Cachorros en lo que se convirtió en el evento internacional más grande en la historia de MLB.
Y al otro lado del mundo, en un escenario igualmente fascinante, los Rojos y los Bravos viajaron al Bristol Motor Speedway en agosto para disputar el primer juego entre equipos de la Liga Americana y la Liga Nacional en el estado de Tennessee. Fue un partido retrasado por la lluvia, pero fantástico, ante una cifra récord de 91,032 personas.
No hay nada como ver béisbol en un lugar en el que nunca habías estado… en un sitio que jamás imaginaste. Y el próximo año: regresa el Juego del Campo de los Sueños.
