Durante una gira de dos ciudades en que el COVID-19 diezmó su roster, los Medias Rojas exhibieron unas agallas importantes al dividir su serie contra los punteros Rays con un triunfo por 4-0 el jueves en el Tropicana Field.
El venezolano Eduardo Rodríguez dominó a Tampa Bay durante 6.0 entradas para que Boston lograra ganar el último en St. Petersburg.
Aunque una gira con récord de 4-3 normalmente no es motivo de alegría para un contendiente, en esta ocasión los Patirrojos deben estar bien contentos.
Ocho jugadores—cuatro de posición y cuatro lanzadores relevistas—fueron colocados en la lista de lesionados de COVID-19 en los primeros seis días del recorrido de los Medias Rojas por Cleveland y St. Petersburg.
Pero el jueves, no hubo prueba positiva alguna y Boston, con ventaja de 2.0 juegos sobre los Atléticos por el segundo Comodín de la Liga Americana, partieron hacia Nueva Inglaterra de manera bien positiva.
Rodríguez ganó el primer partido de la gira y el último.
“Por primera vez en la temporada entera, me sentí completamente como yo con mi localización”, dijo Rodríguez. “La recta cortada, el cambio, la curva, la recta de cuatro costuras. Por primera vez, me sentí bien con todo. Así quiero sentirme el resto de la temporada, especialmente cuando estás tratando de colarte en los playoffs.
“Siento que fue mi mejor apertura de la campaña”, continuó Rodríguez. “Así me siento, en cuanto a velocidad, control y el cuerpo. Todo”.