Edgar, de Dorado, Puerto Rico a Cooperstown

18 de julio de 2019

Cuando Edgar Martínez tenía ocho años, vio por televisión en Puerto Rico a los Piratas de Pittsburgh derrotar en siete juegos a los Orioles de Baltimore en la Serie Mundial de 1971.

Observando al boricua Roberto Clemente maravillar a todos en dicha serie hasta el punto de ser nombrado el Jugador Más Valioso del certamen, Martínez-- nacido en Nueva York y criado en el sector de Maguayo, del pueblo de Dorado en Puerto Rico -- se convirtió en un enamorado del béisbol.

Este domingo en Cooperstown, Nueva York, Martínez les seguirá los pasos a Clemente, Orlando “Peruchín” Cepeda, Roberto Alomar e Iván “Pudge” Rodríguez como puertorriqueños con una placa en el Salón de la Fama del Béisbol.

“Significa mucho”, dijo Martínez al respecto en una llamada por conferencia con los medios. “En Puerto Rico, hemos pasado algunos tiempos difíciles con el Huracán María. Sé que la gente de Puerto Rico está orgullosa de sus atletas y sus logros”.

Los de Martínez, por supuesto, son muchos. En una carrera de 18 años en Grandes Ligas, todos con los Marineros de Seattle, el tercera base/bateador designado produjo una línea de por vida de .312/.418/.515, con 514 dobles, 309 jonrones y 1,261 empujadas. Ganó dos títulos de bateo (1992 y 1995) y, en una era en que porcentaje de embasarse no se valoraba entre las masas como ahora, fue líder de dicho departamento en tres ocasiones—gracias en gran parte a un buen ojo en el plato que le valió un total de 1,283 bases por bolas en 8,674 visitas al plato a nivel de las Mayores.

Martínez, firmado por los Marineros en 1982 como un prospecto de mediano nivel, jamás pudo haberse imaginado en Cooperstown cuando empezó su carrera profesional.

“Cuando vine a los Estados Unidos, sabía unas pocas palabras en inglés. Es increíble cómo pasa el tiempo. Ahora voy al Salón de la Fama y voy a estar dando un discurso en inglés. Si me hubieras preguntado sobre eso hace 30 años, hubiera dicho que jamás pasaría. Es asombroso”.

Primo del también ex ligamayorista Carmelo Martínez -- quien fue su compañero en el legendario “Dream Team” de Puerto Rico en la Serie del Caribe de 1995 -- Edgar fue parte de algunos de los equipos más queridos de los Marineros junto a figuras como los Salón de la Fama Ken Griffey Jr. y Randy Johnson, además de Alex Rodríguez y Jay Buhner.

El batazo más famoso de Martínez -- un doble en entradas extras para dejar en el terreno a los Yankees en el decisivo Juego 5 de la Serie Divisional de la Liga Americana de 1995 -- es probablemente el momento más célebre en la historia de la franquicia de Seattle. En dicha serie, Martínez bateó de 21-12 con dos jonrones y tres dobles.

Se espera una gran presencia de parte de la fanaticada de los Marineros en Cooperstown este fin de semana. Además de Martínez, elegido en el 2018-19 en su último año en la boleta de la Asociación de Escritores de Béisbol de Norteamérica (BBWAA), serán exaltados el panameño Mariano Rivera, Mike Mussina, Lee Smith, Harold Baines y Roy Halladay (de manera póstuma).

“Estoy honrado de ver el apoyo que me han dado (los fans de Seattle) a través de los años”, dijo Martínez, quien sigue perteneciendo a la organización de los Marineros y con un hogar en Seattle. “Creo que ellos jugaron un gran rol en ayudarme a llegar hasta el Salón de la Fama. Fueron bien activos (en campañas a su favor) en las redes sociales. Recibí mucho apoyo, así que es un honor para mí ingresar como Marinero para los fans de Seattle. Han sido increíbles conmigo durante toda mi carrera”.

Y por supuesto, Martínez deja huella en la historia del deporte puertorriqueño con su exaltación al Salón.

“Espero que la gente vea mi ejemplo, dónde me crie, de dónde vengo y lo que he podido lograr”, dijo. “Que sea motivación para que los jóvenes persigan sus sueños y para que crean que pueden lograr cosas grandes”.