El dominicano Francelis Montás busca refinarse más allá de la recta

19 de mayo de 2017

OAKLAND - Francelis Montás es tan rápido que quizás tire una bola a través de una ducha sin que la misma se moje, pero el joven dominicano de los Atléticos de Oakland no quiere ser valorado sólo por su gran velocidad.
Usar comando e inteligencia es precisamente uno de los consejos que le brinda su paisano y compañero de equipo , de mayor experiencia en las Grandes Ligas.
"Lo que veo de él es un pitcher joven, con buena recta, buen rompiente", analizó Casilla, ganador de tres anillos de Serie Mundial con los Gigantes de San Francisco. "Le digo que tiene que localizar siempre sus pitcheos".
Ambos son de la provincia de San Cristóbal, pero Santiago proviene de Palenque y Frankie de Sainaguá. La llegada de Montás a los Atléticos, su cuarta organización en la pelota norteamericana, le hace recordar a Casilla a cierto lanzallamas que subió a los A's en el 2004.
"Antes yo tiraba 98-100 millas por hora y me preguntaba cómo [el boricua] Kiko Calero lanzaba a 88 y estaba en las Grandes Ligas y yo seguía en las menores", rememoró Casilla. "Me puse a pensar y analizar por qué. Cuando subí a Oakland, supe que es bueno tirar duro, pero hay que combinar eso con la sabiduría".
Esa experiencia la comparte ahora con Montás cuando los dos derechos de la tierra del merengue hablan en el bullpen de Oakland.
"Verlo con esa velocidad me trae buenos recuerdos de cuando yo comencé aquí", expresó Casilla. "Le digo 'tu estás sucio, tienes que limpiarte' y se pone a reír. Lo que quiero decirle con eso es que trate de no tirar la bola demasiado alta. Ha lanzado la recta más bajita y eso le ha dado buenos resultados".
La temporada del 2017 no comenzó tan sonriente para Montás, pero los Atléticos lo mantuvieron con el equipo y el quisqueyano les ha dado buenos resultados.
"Su comienzo fue un poquito duro, después de una excelente primavera y un buen otoño antes de eso", rememoró Melvin. "La verdad es que nada de eso le molestó. Es un muchacho con la mente bien fuerte. Con cada salida mala, se propuso mejorar en la siguiente oportunidad. "Vemos ahora a un lanzador con más confianza y no temo en utilizarlo en situaciones más apremiantes", elogió el mandamás de los A's. "Tiene tremendo material y gran futuro".
Tan talentoso es Montás que puede ser uno de esos lanzadores con posibilidades para abrir o cubrir diferentes funciones en el cuerpo de relevo, inclusive cerrar.
"La razón por la cual lo enviamos al bullpen es por la cantidad [baja] de innings que trabajó el año pasado", reveló Melvin. "No nos da miedo usarlo por varios episodios por juego".
El siguiente paso para Montás, cuya recta ha sido cronometrada en la Gran Carpa por sobre 100 millas por hora en muchas ocasiones, es pulir sus envíos secundarios.
"Ya ha comenzado a hacerlo y los tira en strike o para obligar a los bateadores a perseguirlos", expresó Melvin. "Cuando un pitcher tira a 100 millas por hora y de paso cuenta con buenos envíos rompientes puede poner a pensar a los bateadores".
Al joven dominicano e 24 años de edad no le importa el rol en el que lo usen con tal de que pueda ayudar a su equipo a ganar juegos.
"Siempre he sido abridor, pero también pienso que no importa donde me pongan", indicó Montás. "Lo importante es dar el ciento por ciento, sacar outs.
"He tenido mis altas y bajas [en el 2017], pero sigo batallando", comentó Montás, que debutó en las Grandes Ligas en el 2015 con los Medias Blancas de Chicago. "Gracias a Dios las cosas me han salido bien recientemente. Me propongo seguir trabajando para terminar bien. Y poder ayudar al equipo".
El tema de la velocidad de sus envíos siempre va a impresionar a tirios y troyanos. "Desde que tenía 18 años de edad ya tiraba la bola a 100 millas por hora", recordó Montás. "La gente siempre se enfoca en eso. Yo no quiero ser visto como alguien que tire a 100 millas nada más, sino como alguien que comande su recta, que saque outs".
Proveniente de una familia en la que siempre le enfatizaban el valor del estudio, Frankie agradece los consejos de sus padres, Francisco y Gisel, por sus avances en la vida y en la pelota.
"Mi papá siempre quería que jugara pelota y a mi también me gustaba estudiar", relató Montás. "Mi mamá me decía 'si vas a jugar pelota, tienes que ir a la escuela, porque no sabes lo que puede pasar'.
"No tuve el privilegio de ir a la universidad, porque firmé cuando terminé el bachillerato", dijo el veloz serpentinero. "Habían muchas cosas que me gustaban. A lo mejor hubiera sido ingeniero".
Le encanta que los Atléticos le hayan dado la oportunidad, pero percances físicos habían frenado su ascenso.
"El año pasado me hicieron una operación y he tenido unos cuantos problemitas", informó Montás. "Tenía una costilla media astillada y necesitaban removerla. Ahora no me molesta nada".
Los Medias Rojas de Boston, los Medias Blancas de Chicago y los Dodgers de Los Ángeles siempre lo tuvieron en alta estima, pero en Oakland pudiera estar su hogar por mucho tiempo.
"Me siento bien contento de estar aquí, que me dieran la oportunidad, que confiasen en mí", concluyó la promesa convertida en realidad.