El jugador más icónico de cada equipo: L.N.

10 de enero de 2022

Cada franquicia de Major League Baseball cuenta con un jugador simbólico. Pero hay figuras que son simplemente icónicas.

A continuación, el mejor jugador en la historia de cada franquicia de la Liga Nacional, según el grupo editorial de MLB.com.

DIVISIÓN ESTE

BRAVOS: Hank Aaron

Cuando el toletero concluyó su carrera en 1976, era el dueño de la mayor cantidad de récords ofensivos en la historia de Grandes Ligas. Todavía encabeza la lista de impulsadas y extrabases. Su marca de la mayor cantidad de cuadrangulares fue superada por Barry Bonds, pero Aaron siempre será recordado como el hombre que rompió el “insuperable” récord de jonrones de Babe Ruth. Si no se contaran sus 755 bambinazos, Aaron aún hubiera terminado con más de 3,000 imparables. El icónico miembro del Salón de la Fama debutó en 1954 con los Bravos de Milwaukee y con una campaña de JMV de la Nacional guio al equipo al título de la Serie Mundial en 1957.

MARLINS: Giancarlo Stanton

El cañonero debutó en las Grandes Ligas a los 20 años en el 2010 y se convirtió en el líder de vuelacercas (267) y remolcadas (672) en la historia de los Peces. Las dolencias limitaron su carrera en Miami, pero cuando estuvo completamente en salud en el 2017, fue una potencia. En 159 encuentros, Stanton encabezó las Mayores en bambinazos con 59 y empujadas con 132, y se convirtió en el único jugador en la historia de la franquicia en ser reconocido como el JMV del Viejo Circuito. En el 2014, Stanton volvió a liderar la Liga Nacional con 37 cuadrangulares, y terminó de segundo en las votaciones para el JMV por debajo de Clayton Kershaw. El fWAR (WAR según FanGraphs) de 34.6 es el mayor para cualquier jugador en la historia de los Peces.

METS: Tom Seaver

Nadie alcanza a la estatura del as, quien casi entró al Salón de la Fama de manera unánime, todavía es líder del conjunto de Nueva York en efectividad, victorias, juegos completos, blanqueadas, entradas lanzadas, ponches, WAR y más. Cada uno de esos récords se ha mantenido por más de 40 años; algunos nunca se romperán. Hasta que Mike Piazza ingresó al Salón de la Fama en el 2016, Seaver era el único inmortalizado en Cooperstown como miembro de los Mets. No sólo es la mayor figura en la historia del equipo de Queens o uno de los mejores serpentineros que el juego ha visto, sino que también uno de los mejores peloteros en la historia de las Mayores.

NACIONALES: Vladimir Guerrero

Observando a la franquicia por su tiempo en Montreal y Washington, sobresale el quisqueyano miembro del Salón de la Fama. Guerrero jugó la primera mitad de su estelar carrera con los Expos, y su desempeño dejó gran huella. Entre todos los jugadores en la historia de la franquicia, Vlad es el mejor en promedio (.323), slugging (.588), OPS (.978), y turnos por jonrón (16.1). Guerrero ocupa el segundo lugar en vuelacercas (234) y OPS+ (148), y es tercero en triples (34). Fue convocado a cuatro Juegos de Estrellas consecutivos y ganó el Bate de Plata en 1999, 2000 y 2002.

Si nos enfocamos en la historia de los Nacionales, Ryan Zimmerman sin dudas sería sin dudas el elegido tras jugar 16 de las 17 campañas de la franquicia en la capital estadounidense.

FILIS: Mike Schmidt

No sólo es el mejor jugador en la historia del club de Filadelfia, sino que para algunos es el mejor tercera base en la historia del béisbol. Entre los antesalistas es el líder en jonrones (548) y comparte el tercer lugar en impulsadas (1,595). Entre los tercera base con al menos 7,500 visitas al plato, Schmidt es segundo en slugging (.527) y OPS (.908) y es quinto en porcentaje de embasarse (.380). Fue el JMV de la Nacional en 1980, 1981 y 1986. Fue convocado a 12 equipos del Viejo Circuito para el Juego de Estrellas. Ganó 10 Guantes de Oro y seis Bates de Plata. Fue el JMV de la Serie Mundial en 1980, ayudando a los Filis a conquistar el primer título en la historia de la franquicia.

DIVISIÓN CENTRAL

CERVECEROS: Robin Yount

Yount siempre expresa que su enfoque estuvo en la longevidad, pero eso no destaca el gran hecho de que surgió en las Grandes Ligas a los 18 años y jugó cada una de sus 20 temporadas en Milwaukee. Ganó el JMV de la Liga Americana en dos posiciones diferentes -- como torpedero en 1982 y jardinero central en 1989 -- y sus 1,731 imparables en la década de los 80 lideraron todo el béisbol. En 1992, el mismo día en que el dueño de los Cerveceros, Bud Selig, fue elegido el Comisionado de MLB, Yount se convirtió en el jugador más joven en llegar a los 3,000 hits. “Talento extraordinario”, dijo el también inmortal Ted Simmons.

CARDENALES: Stan Musial

No cabe duda de que Musial es uno de los mejores en la historia, y jugó toda su carrera de 22 años con San Luis. El guardabosque e inicialista ganó tres premios al JMV y terminó de segundo en otras cuatro ocasiones. Musial ganó siete títulos de bateo y lideró cinco veces la liga en anotadas, seis veces en imparables, ocho veces en dobles, cinco veces en triples, dos veces en remolcadas, seis veces en total de bases alcanzadas y siete veces en OPS. Participó en 24 Juegos de Estrellas y ganó tres Series Mundiales. En su carrera tuvo una línea ofensiva de .331/.417/.559 y alcanzó WAR de 128.3. El número 6 de Musial fue el primero retirado por los Cardenales, y fue elegido al Salón de la Fama en 1969, su primer año en la boleta.

CACHORROS: Ernie Banks

Sólo puede haber un “Mr. Cub”, y ese fue un apodo que Banks se ganó durante su carrera de 19 años en la Gran Carpa, cada una con el conjunto del Norte de Chicago. Cuando Banks debutó el 17 de septiembre de 1953, se convirtió en el primer jugador de la raza negra en la historia de los Cachorros. Luego ganó premios JMV consecutivos (1958 y 1959) y fue convocado a 14 Juegos de Estrellas. Banks es el dueño de récords del club en partidos disputados, turnos al bate, total de bases alcanzadas y extrabases, también fue el líder en vuelacercas (512) hasta que fue superado por el dominicano Sammy Sosa. Banks fue inmortalizado en el Salón de la Fama en 1977 y su famosa frase, “Juguemos dos”, es muy popular en el béisbol.

PIRATAS: Honus Wagner

Con todo respeto a la leyenda puertorriqueña Roberto Clemente, Wagner sin dudas fue el mejor jugador en la historia de 134 años del conjunto de Pittsburgh y el mejor campocorto de todo los tiempos, según su placa en el Salón de la Fama. Wagner produjo bWAR de 120.1 con los Bucaneros, el mejor en la historia de la franquicia, y terminó su carrera con 3,420 hits, 1,732 impulsadas y 723 estafadas. En 1936, fue parte del primer grupo elegido al Salón de la Fama junto a Ty Cobb, Babe Ruth, Christy Mathewson y Walter Johnson.

ROJOS: Pete Rose

Como oriundo de Cincinnati jugó 19 de 24 campañas de su carrera con el equipo de su ciudad natal (en dos estadías) y es el líder de MLB en hits (4,256) y encuentros jugados (3,592). El Novato del Año en 1963 fue la principal figura de la dinastía de la Gran Maquinaria Roja en la década de los años 70 que culminó con títulos de Serie Mundial en 1975 y 1976. Rose, convocado 13 veces al Juego de Estrellas con los Rojos, es el líder de la franquicia en juegos disputados, visitas al plato, carreras anotadas, hits, sencillos, dobles y pasaportes negociados. Rose ganó el premio al JMV del Viejo Circuito en 1973, el JMV de la Serie Mundial en 1975 y tres títulos de bateo. Fue elegido al Equipo del Siglo de MLB en 1999. Sin embargo, debido a su suspensión de por vida en 1989 por romper el reglamento de apuestas mientras era manager de los Rojos, Rose no es elegible para ingresar al Salón de la Fama.

DIVISIÓN OESTE

D-BACKS: Randy Johnson

El as ya tenía un impresionante historial cuando se integró al club de Arizona en 1999, pero por bueno motivos está en el Salón de la Fama como miembro de los D-backs -- llevó su carrera a otro nivel en el desierto. El zurdo ganó cuatro premios Cy Young consecutivos de la Liga Nacional de 1999 al 2002, y también compartió el premio al JMV de la Serie Mundial del 2001. En dicho Clásico de Otoño, Johnson ganó el Juego 2 y 6 como abridor y luego entró en relevo para apuntarse la victoria en el Juego 7. Lanzó un juego perfecto en el 2004 contra los Bravos a los 40 años. Johnson terminó su carrera con 303 triunfos, 118 con Arizona, y es segundo por debajo de Nolan Ryan en la lista de todos los tiempos con 4,875 ponches.

DODGERS: Sandy Koufax

¿Cómo se puede elegir entre Jackie Robinson y Sandy Koufax? Los mejores de los mejores extienden su dominio sobre el terreno y definen el legado de sus franquicias. Tanto Robinson como Koufax lo hicieron con los Dodgers. Ambos son venerados por su impacto en el béisbol, pero Jackie es un icono social y Sandy fue un modelo de la herencia del pitcheo en la franquicia. Robinson sobresalió pese a la inmensa responsabilidad de romper la barrera la racial. Koufax fijó estadísticas inalcanzables que opacaron la tenacidad y su sacrificio al lanzar a pesar de sufrir dolencias. En una decisión difícil, elegimos a Koufax.

GIGANTES: Willie Mays

Visto por varios como el jugador más completo en la historia del béisbol, Mays fue un talento único que jugó 21 de sus 22 campañas de Grandes Ligas con los Gigantes, fungiendo como la principal figura en la transición de la franquicia de Nueva York a San Francisco. El jardinero recibió dos premios al JMV de la Nacional, participó en 24 Juegos de Estrellas y ganó 12 Guantes de Oro mientras cautivaba a generaciones de aficionados durante su carrera que lo llevó al Salón de la Fama. Mays sigue siendo el líder de la franquicia en partidos jugados (2,857), jonrones (646), hits (3,187), turnos al bate (10,477) y total de bases alcanzadas (5,907).

PADRES: Tony Gwynn

El promedio de .338 de Gwynn en su carrera es el mejor desde Ted Williams, y es el líder de la franquicia de San Diego en casi cada categoría ofensiva -- incluyendo WAR, promedio, carreras anotadas, imparables, impulsadas y total de bases alcanzadas. Pero el impacto de Gwynn llegó más allá de sus números (aunque algunas de esas cifras son bien asombrosas). Jugó cada una de sus 20 campañas como miembro de los Padres, después de acudir a la Universidad San Diego State. Son pocos los deportistas que son venerados como “Mr. Padre”. Una gran estatua de Gwynn decora una de las entradas del Petco Park.

ROCKIES: Todd Helton

En años decepcionantes, Helton fue todo lo que los Rockies buscaban. En años de éxito, el inicialista fue el la figura. Elegido en la primera ronda del Draft de 1995, Helton jugó toda su carrera en las Mayores con Colorado, 1997-2013. Eso significa 17 temporadas -- que casualmente es el número que vistió y el único retirado por los Rockies. Las estadísticas de Helton en su carrera -- que fueron parte de un debate de si debe ser elegido al Salón de la Fama -- fueron muy buenas. Es el dueño del récord del club con bWAR de 61.8, junto a juegos disputados (2,247), hits (2,519), jonrones (369) y remolcadas (1,406), más otras categorías. Es difícil imaginarse que el último out de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional -- con la celebración de Helton después de atrapar la bola del último out para avanzar a la Serie Mundial -- no sea inmortalizado con una estatua en el Coors Field algún día.