No era así como se suponía que se desarrollaría el 2023.

Cada año, algún equipo que se sienta en casa a ver la postemporada por televisión y dice lo mismo. Pero para los Guardianes, esta decepcionante temporada puede doler un poco más.

El escenario parecía estar preparado para algo especial. El equipo más joven del béisbol tomó a la nación por sorpresa en el 2022, abriéndose camino a la postemporada con un juego rudo y valiente. Pero el favorito para recuperar el título de la División Central de la Liga Americana terminó tercero en la división con un récord de 76-86: La segunda temporada perdedora en Cleveland del manager Terry Francona.

“Si recuerdas los entrenamientos primaverales, creo que dije que tendríamos que jugar mejor para tal vez tener el mismo récord que en el 2022”, señaló Francona. “Todas esas victorias viniendo de atrás son grandes rasgos y características de los muchachos y nunca quiero quitárselas. Pero tampoco se hace eso todos los años. Y no lo hicimos este año”.

Tomémonos un momento para mirar atrás:

Momento decisivo: La fecha límite para realizar cambios

El verdadero momento decisivo llegó a principios de agosto, cuando los Guardianes enviaron a Aaron Civale a los Rays y Josh Bell a los Marlins justo antes de que expirara la fecha límite de cambios. Amed Rosario fue traspasado a los Dodgers una semana antes. Eso sacudió la casa club, sobre todo porque era el mejor amigo de José Ramírez, pero se esperaba. Bell no contribuyó de la manera que el equipo esperaba en el campo, pero fue una presencia veterana en el vestidor.

Pero perder a Civale, que acababa de experimentar su mejor mes en el montículo antes de la fecha límite y había sido un elemento básico en la casa club durante cinco temporadas, fue lo más difícil de aceptar para el grupo. La frustración de un equipo que todavía estaba al alcance de los Mellizos, que estaban en el primer lugar, era palpable y esa noche, los Guardianes no lograron batear contra los Astros. Fue un tremendo augurio de lo que vendría en las últimas semanas de la temporada.

Lo que aprendimos: Están cerca

Es difícil centrarse en los aspectos positivos en medio de un año decepcionante, pero hubo muchos indicios que demuestran que este equipo no está muy lejos de volver a ser competitivo. Si todo va según el guión, la rotación podría ser excelente. Debería venir más producción ofensiva desde la primera base y el receptor para respaldar lo que este equipo ha obtenido desde la tercera base. Si los Guardianes pueden descubrir cómo aumentar su temporada baja y reforzar su bullpen, esta plantilla podría volver rápidamente a la contienda en el 2024.

Mejor desarrollo: Rotación

Tanner Bibee, Gavin Williams y Logan Allen. Estos muchachos fueron los más brillantes de todos los puntos de la temporada 2023.

Allen lanzó con efectividad de 3.81 con 119 ponches y 48 bases por bolas en 125. 1 entradas este año. Con alguna mejora en su eficiencia, podría ser un sólido tercer o cuarto abridor titular. Williams parece estar apenas rascando la superficie de lo que podría llegar a ser plenamente, con una efectividad de 3.29 con 81 ponches en 82 entradas con potencial para alcanzar los tres dígitos en bola rápida. Y Bibee presentó un caso de Novato del Año tan convincente como el de cualquier lanzador de primer año en las Mayores esta temporada. Logró una efectividad de 2.98 con 141 ponches, 45 bases por bolas y un WHIP de 1.18.

Área de mejora: Ofensiva/potencia

Esta era el área que el equipo necesitaba mejorar el año pasado. Sigue siendo el mayor problema. Aquí hay un desglose de cómo la ofensiva de Cleveland se comparó con los otros 29 clubes en algunas categorías clave:

Jonrones: No. 30, 124 (el siguiente equipo más cercano conectó 151)

Porcentaje de slugging: No. 29, .381

Carreras anotadas: No. 27, 662

wRC+: No. 22, 92

Los Guardianes necesitan descubrir cómo anotar más carreras. Es necesario tener cualquier tipo de bate que pueda hacer una carrera en una situación decisiva. Pero Cleveland también necesita encontrar más poder. Esta ofensiva ha tratado de solucionarlo durante las últimas dos temporadas y, si bien tuvo más éxito en hacerlo en el 22 que en el 23, no es la configuración ideal para el futuro.

En ascenso: Bo Naylor

El último mes de la temporada regular es la versión de Bo Naylor que los Guardianes necesitan desesperadamente. Tuvo un comienzo lento después de que lo llamaron en junio, pero la organización esperaba eso dada la cantidad de cosas que le arrojaban detrás del plato. Mientras continuaba adaptándose a la rutina de las Grandes Ligas, su bate comenzó a mostrar el potencial que los Guardianes estaban buscando. En septiembre, Bo Naylor bateó .304 con OPS de 1.052, cuatro jonrones, cinco dobles, 13 carreras impulsadas, 14 bases por bolas y 10 ponches en 19 juegos.

MVP del Equipo: Josh Naylor

Muy a menudo esta respuesta es Ramírez, y si bien ciertamente siguió siendo una pieza fundamental para la ofensiva de Cleveland una vez más esta temporada, fue Josh Naylor quien marcó la diferencia. Eso se hizo evidente cuando estuvo fuera de juego durante más de un mes en la segunda mitad de la temporada por una distensión en el oblicuo, dejando un tremendo vacío en la alineación. Naylor bateó .308 con OPS de .842, 17 jonrones y 97 carreras impulsadas en 121 juegos. Su presencia surgió como una amenaza tal esta temporada que se convirtió en la protección ideal para ubicarse en la alineación detrás de Ramírez, el papel que el equipo asumió que Bell cumpliría y no pudo.